Exterior – Capitulo 12

El cultivo de cannabis médico en exterior es la primera opción para la mayoría de jardineros de los estados y países donde cultivar cannabis médico es legal o se tolera. El cannabis ha evolucionado naturalmente y se desarrolla mejor al aire libre. El cultivo de cannabis médico al aire libre es positivo desde el punto de vista ecológico, y funciona conforme a la Madre Naturaleza. La luz solar y el aire son prácticamente libres; el agua y los nutrientes resultan mucho menos caros en los jardines de exterior. Los nutrientes orgánicos a granel –compost, estiércol, polvos de roca, etc.- son baratos y lo más habitual es que sean respetuosos con el medio ambiente. La jardinería al aire libre es más popular que la jardinería de interior en los países que cuentan con leyes progresistas en relación al cannabis médico. Se cultiva más cannabis al aire libre que en interior por estos sencillos motivos. El cannabis es una planta resistente que puede ser cultivada con éxito en casi todas partes. Prácticamente cualquier área de cultivo soleada puede trabajarse para tener un jardín sano.

En climas templados, es posible cosechar dos cultivos, uno en primavera y el otro en otoño. Las noches largas y los días cortos de primavera hacen que el cannabis florezca. Los jardineros avezados cosechan el cultivo de primavera y plantan el cultivo de otoño al día siguiente. Cosecha el cultivo de otoño cuando las noches se hayan alargado y los días sean cortos. Los jardineros intrépidos pueden plantar las nuevas semillas feminizadas autoflorecientes; estos híbridos estables producen de 85 a 120 gramos en 70 días desde la plantación de la semilla. Las plantas feminizadas autoflorecientes pueden ser cosechadas a mitad de verano, cuando la luz solar es más intensa y la producción de resina alcanza su nivel máximo.     

Investiga las tendencias locales de jardinería, lee las columnas locales de jardinería, y habla con los jardineros locales acerca del mejor momento para plantar y cultivar cannabis médico, tomates, pimientos y hortalizas similares, y luego planifica tu cultivo de manera acorde a la información recopilada. Pregunta también por las plagas y las enfermedades comunes, y cuándo están más presentes. Hazte con publicaciones relativas a las condiciones locales de cultivo. Estas publicaciones suelen estar disponibles en las tiendas de cultivo e hidroponía, en los viveros  y en los centros de jardinería, o a través de las entidades locales del Ministerio de Agricultura.

Hace muchos años que se cultivan plantas de gran tamaño, como estas colombianas. Esta planta gigante fue fotografiada por Mel Frank en 1977. (MF)

cultivo de marihuana exterior

Una buena preparación del sustrato orgánico, luz solar en abundancia y una temporada de cultivo larga son todo lo que necesitan la mayoría de plantas para prosperar.

La seguridad sigue siendo una preocupación cuando cultiva cannabis médico al aire libre. Los robos pueden ser un problema, al igual que las fuerzas de la ley desinformadas. Asegúrate de tener toda la documentación en orden por si las fuerzas de la ley llaman a tu puerta. Tener expuesta la recomendación médica en el jardín es una práctica común. 

Gran parte de la información que se refiere específicamente al cultivo de exterior está recogida en este capítulo; no obstante, muchos de los temas de este capítulo están tratados con profusión de detalles en otros capítulos de este libro. Las referencias a dichos capítulos se encuentran en los lugares pertinentes.

Clima

El cannabis crece en casi todos los climas. Las variedades específicas de cannabis se desarrollan mejor en unas zonas que otras. La mayoría de variedades de cannabis necesitan un mínimo de 120 días sin heladas para producir una cosecha decente; los jardines en estos climas deben protegerse con plástico durante la primavera. Trasplantar o trasladar al exterior plántulas feminizadas autoflorecientes en climas de temporada corta es una opción excelente. Los jardines que se encuentran en climas de temporada corta con 90 días libres de heladas requieren un invernadero para proteger las plantas del frío por la noche. Los jardines sureños o situados en climas templados sufren por exceso de calor y, en ocasiones, de humedad tanto de día como por la noche.

Los cultivos al aire libre están dominados por la climatología, la tierra y el abastecimiento de agua ya estén plantados en un jardín trasero, un balcón, un invernadero o en un lugar remoto. Los microclimas son miniclimas que existen dentro de climas más grandes. Muchos mapas, como el de zonas de resistencia del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA4), delimitan de forma detallada las fronteras climáticas. El mapa de zonas de resistencia del USDA divide Norteamérica en 10 zonas más una zona número 11, que representa las áreas que tienen una temperatura media anual superior a 4,4 ºC y no sufren heladas. Busca mapas detallados sobre los microclimas de tu zona de cultivo. Uno de los mapas climáticos más detallados del oeste de Norteamérica puede encontrarse en el volumen Western Garden Book, de Sunset Publishing. El mapa detalla 26 zonas climáticas en 13 estados occidentales de EE.UU., así como en la Columbia Británica y Alberta, Canadá. Éste es el mejor mapa climático disponible para la zona. Puedes encontrar más información referente a las zonas climáticas del oeste de Estados Unidos en www.sunset.com. Busca en internet “zonas climáticas” para saber más sobre las zonas climáticas de tu área.

En Europa y otros países industrializados se dispone de abundante información climática a través de internet. Puedes consultar los gráficos relativos a precipitaciones, temperatura y humedad para la práctica totalidad de las grandes ciudades del mundo y la mayoría de las regiones geográficas. Visita www.weather.com para obtener información específica sobre la meteorología en tu localidad. La temperatura, las precipitaciones y la luz solar varían ampliamente por todo el planeta, proporcionando entornos únicos de cultivo e incontables microclimas. Busca información específica acerca del clima en los viveros locales y en los libros y las revistas de jardinería de tu región; o a través del Ministerio de Agricultura (agencias comarcales) en tu área. 

El cannabis crece mejor entre 13 y 30 ºC.

A continuación, se incluye una breve descripción de las 4 zonas climáticas diferentes en las que crece el cannabis. Utiliza el clima básico del emplazamiento de tu jardín como referencia para estudiar las tablas de clima, luz y tierra de este libro.

Rellena el breve cuestionario “Datos climáticos del jardín” para que evaluar las cualidades generales de tu clima.

Esta planta superautofloreciente de ‘Annapurna’ crece bien al aire libre en la mayoría de climas.

Los climas lluviosos propician una batalla constante con el moho y las enfermedades. Este jardín en el País Vasco, España, tiene lluvia durante toda la temporada de cultivo.

Muchos jardineros de cannabis médico exponen su documentación médica en los jardines.

Hay jardineros de cannabis médico que se ven forzados a cultivar en terreno montañoso para evitar ser detectados. Este jardinero de la Columbia Británica, Canadá, tiene que usar un par de botas especiales de escalada para descender los últimos 25 metros hasta el jardín.

La costa mediterránea tiene un clima subtropical árido que es perfecto para cultivar plantas sativa de larga temporada, como esta ‘Haze’ gigantesca.

El agua es el bien más preciado en los climas secos. La intensidad de la luz solar calienta la tierra y las plantas, por lo que aumenta el uso de agua. Planta en lechos hundidos y utiliza acolchado para conservar el agua.  

Climas alpinos de temporada corta

Los climas alpinos son especialmente desafiantes a la hora de lograr un cultivo médico fuerte y sano. Los jardineros médicos de Colorado, de la mayor parte de Canadá y de las regiones norteñas o alpinas como Suiza cultivan a una altitud que varía entre 300 y 1.400 metros. Lo más habitual es que la tierra sea difícil de manejar en los climas alpinos, pero un poco de luz y calor hacen maravillas.

Climas lluviosos

Los climas lluviosos pueden ser fríos y húmedos durante el invierno y la primavera, y calurosos y húmedos durante los demás meses. Las precipitaciones anuales superan normalmente los 100 litros por metro cúbico, y pueden llegar a 250 litros. El invierno suele llegar pronto a estas zonas, llevando una lluvia fría y niveles bajos de luz. Las zonas más norteñas tienen días más cortos y un tiempo húmedo y helado antes que las zonas del sur. El cannabis médico se desarrolla bien en los climas marítimos templados. El cultivo en zonas más adentradas en el interior suele requerir más protección. La temperatura no suele caer por debajo del punto de congelación en muchos climas costeros lluviosos, lo cual contribuye a que haya poblaciones más grandes de insectos. Algunos bosques costeros fríos están llenos de vegetación exuberante pero invasiva, y de crecimiento fúngico debido al tiempo húmedo y frío. 

Climas áridos

Los climas áridos tienen pocas precipitaciones y niveles bajos de humedad. El viento y la tierra de escasa fertilidad suelen acompañar a los climas secos. La flora del paisaje consiste en plantas con hojas pequeñas que conservan el agua. El agua tiene un coste alto. La luz solar es intensa y el calor llega a todas partes. A menudo, el cannabis ha de ser plantado bajo mallas de sombreado para reducir la temperatura del follaje y evitar el estrés producido por el calor. El uso de acolchado alrededor de la base de las plantas es fundamental para frenar la pérdida de agua. Plantar en lechos hundidos también mantiene más frescas las plantas y atrae la humedad.

Climas tropicales y subtropicales de larga temporada

Los climas tropicales y subtropicales son generalmente húmedos, y van de templados a calurosos. Las temporadas secas y de lluvias varían según el lugar. La mayoría de junglas o selvas y los climas tropicales tienen de 10 a 30 minutos diarios de tormentas de lluvia. Proteger las plantas hembra en floración con un invernadero o una caseta de sombreado ayuda a evitar el moho en los cogollos y otros problemas. Las temperaturas nocturnas y la humedad suelen ser altas en estos climas. De hecho, las temperaturas nocturnas que se mantienen por encima de 29,4 ºC provocan que la mayoría de plantas dejen de crecer.

DATOS CLIMÁTICOS DEL JARDÍNNOMBRE DE TU LOCALIDAD
número de días por encima de 10 ºC
precipitación mensual
temperatura mínima nocturna mensual
temperatura máxima diurna mensual
viento mensual en km/h
humedad media mensual
porcentaje mensual de luz solar
porcentaje mensual de días nublados

Consulta el capítulo 18, Tierra, para más información sobre los suelos de distintas regiones geográficas.

Microclimas

Cada uno de los 4 climas (alpino de temporada corta; árido; lluvioso; tropical y subtropical de temporada larga) contiene más climas localizados, o microclimas. Dentro de estos microclimas, existen aún más submicroclimas, y todos ellos afectan al crecimiento del cannabis. Por ejemplo, las laderas con orientación sur reciben más calor del sol que las laderas con orientación norte o las que son planas en su parte alta. Las colinas y los valles también afectan a los patrones de viento, ya que el aire caliente se eleva y el aire frío desciende. 

Cada jardín tiene aún más microclimas. Por ejemplo, unos lugares son más sombríos, y otros reciben mucha más luz solar. Algunos lechos de cultivo están situados junto a una pared o una valla que retiene calor. Todas estas variables influyen en el microclima. 

Podemos medir los factores que constituyen los microclimas y aplicar este conocimiento para cultivar el mejor cannabis médico posible. El desarrollo del cannabis está regido por las condiciones climáticas.

Reúne toda la información que necesites para cultivar al aire libre en tu clima. Las respuestas precisas a las cuestiones climáticas resolverán la mayoría de dilemas de cultivo antes de que surjan. Tómate tiempo para aprender cuáles son las mejores épocas para plantar y cosechar en tu clima, y muchos otros detalles. Utiliza las tablas de este libro y busca información adicional en internet para responder a las preguntas relativas a tu clima. Un par de horas de investigación antes de plantar un jardín de cannabis médico te ahorrará tiempo, dinero y miserias de cultivo.

Una de las mejores medidas de las variables de cultivo al aire libre puede encontrarse en los mapas de zonas climáticas de la revista Sunset, que tienen en cuenta estos factores. Los mapas de zonas de resistencia agrícola diseñados por el Departamento de Agricultura de EE.UU. y otras agencias gubernamentales dividen las zonas basándose estrictamente en las temperaturas mínimas invernales. Los mapas de zonas climáticas de Sunset tienen en cuenta todo aquello que tiene en cuenta cualquier jardinero de cannabis médico: la temperatura, sí, pero también la latitud; la elevación; la influencia del océano; la influencia de las corrientes de aire continentales; y las montañas, las colinas y los valles: todo ello se une para formar multitud de microclimas. Para cultivar el mejor jardín posible en cada una de estas zonas climáticas, busca en internet información específica del tiempo relativa a tu clima local.

Luz solar y emplazamiento del jardín

Antes de plantar el jardín, recuerda que todas las herramientas, el equipamiento de riego, la tierra, los fertilizantes, etc., deben ser llevados hasta el cultivo. La tierra y las enmiendas a granel son más fáciles de mover en terreno plano. Haz tus planes con esto en mente cuando vayas a instalar jardines en patios traseros o terrazas, así como en jardines grandes de cualquier tipo. 

Las plantas de cannabis necesitan de 5 a 6 horas de luz solar directa, preferiblemente a mediodía, con niveles mínimos de 50.000 lúmenes por metro cuadrado para florecer bien y producir una buena cosecha. Los niveles de luz más bajos retrasan la cosecha y reducen la calidad y el rendimiento. El cannabis requiere la luz solar más intensa durante la floración. Recibir más horas de sol directo durante la floración fomenta el desarrollo de cogollos florales gruesos y densos. Lo ideal es que el cannabis esté plantado a campo abierto en un terreno plano y sin sombra, pero la mayoría de jardines están sombreados por árboles, casas, edificaciones y demás, y no es posible que tengan luz solar directa todo el día.

Hay varias aplicaciones diferentes de “posición del sol” que pueden descargarse para teléfonos iPhone y Android, y que te ayudarán a ubicar tu jardín de forma que reciba la máxima cantidad de luz solar.

La intensidad de la luz solar disminuye a medida que el ángulo declina en el cielo. La luz solar es un 15% menos brillante entre septiembre y octubre, cuando el sol está más bajo en el cielo. La ilustración muestra el sol en un ángulo de 75º en verano, y cerca de su ángulo más bajo, en invierno, que es próximo a 28º.

HORAS DE LUZ POR DÍA EN DIFERENTES LATITUDES
CiudadLatitud21
ene
21
feb
21
mar
21
abr
21
may
21
jun
21
jul
21
ago
21
sep
21
oct
21
nov
21
dic
Honolulu, HI21° N11:0311:3412:0812:4513:1413:2613:1412:4512:0911:3311:0310:50
San Diego, CA32° N10:2111:1412:0913:1113:5814:1913:5913:1112:1111:1210:2110:00
Sacramento, CA38° N9:5611:0112:1113:2614:2614:5214:2813:2712:1210:599:559:28
Philadelphia, PA40° N9:4510:5612:1113:3314:3815:0614:4013:3412:1310:539:449:15
Portland, OR45° N9:1910:4312:1213:4915:0715:4115:0913:5012:1410:409:178:42
Seattle, WA47° N9:0510:3712:1313:5815:2215:5914:2413:5812:1510:349:048:25
Calgary, CAN51° N8:4010:2512:1314:1215:4916:3315:5214:1312:1610:228:397:54
Anchorage, AK61° N6:519:3812:1915:1719:2219:0118:0115:1712:229:326:485:27

Durante el solsticio de verano (el día más largo del año), el ángulo del sol a 40,3º de latitud norte* es 73,2º. Durante el solsticio de invierno, el día más corto del año, el ángulo del sol en la misma latitud es 26,2º. A medida que el ángulo del sol asciende en el cielo, la luz solar se intensifica, y los objetos proyectan sombras más cortas sobre los jardines. En otoño, cuando el ángulo de sol desciende en el cielo, la intensidad disminuye y los objetos producen sombras más largas. Puede hacerse una estimación aproximada de la trayectoria del sol en el cielo situándose en los sitios de plantación, mirando hacia el sol. Levanta un brazo y traza el arco del sol. Imagina que el sol ascenderá y descenderá en el cielo, y figúrate cuánta sombra proyectará. También puedes comprar una de las diversas aplicaciones disponibles para teléfonos iPhone o Android, como Sun Seeker, que muestra el recorrido del sol al introducir la fecha. ¡Me encanta esta aplicación!

*El ángulo del sol cambia en función de la latitud. En España, la principal ciudad cercana a 40,3º de latitud norte es Madrid.

La luz solar directa puede calentar el follaje y hacer que las plantas transpiren una cantidad excesiva de agua para mantenerse frescas. Instalar una malla de sombreado sobre las plantas reduce la temperatura al bloquear un porcentaje de la luz solar que incide directamente en el follaje. Además, se crea una brisa natural entre la malla de sombreado y las plantas, lo cual contribuye a refrescarlas aún más. Si las mallas de sombreado no son una opción posible, proporciona a las plantas una dosis mayor de calcio y magnesio. Consulta también el término “sequía” en el índice.  

Observa los sitios de los jardines en invierno para intentar visualizar la sombra que proyectarán los árboles durante los meses de verano, y para estudiar la manera de que las plantas reciban de 4 a 6 horas de sol a mediodía. Utiliza una de las múltiples aplicaciones para teléfonos Android e iPhone que muestran con exactitud dónde estará el sol en una fecha específica. Recuerda que la trayectoria del sol se hace más alta a finales de primavera y durante verano. Contar con 6 horas de sol directo a mediodía resulta esencial para un desarrollo aceptable. Mejor si son más. Los jardines con orientación sur, las laderas y las terrazas están a pleno sol todo el día. 

Consulta el capítulo 11, Invernaderos, para más información sobre las horas de luz diarias en diversos climas.

En exterior, el periodo de horas de luz es corto en primavera y aumenta durante el verano. Las horas de luz disminuyen en otoño e invierno. El día más corto del año cae en 21 de diciembre o alrededor de esta fecha, y el día más largo del año cae en 21 de junio o cerca de esta fecha.

La tabla anterior muestra el número de horas de luz en distintas latitudes de Estados Unidos. Observa que a 40º de latitud norte, la cantidad máxima de luz solar son sólo 15,2 horas el 21 de junio. Si las plantas se cultivan en un invernadero, puede añadirse luz suplementaria para aumentar la producción.

Comprueba el drenaje de la tierra cavando un agujero pequeño y llenándolo de agua.

Elige el emplazamiento del jardín en primavera situándote donde estarán las plantas. Levanta la mano y tapa el sol con ella. Traza una línea imaginaria a través del cielo siguiendo la trayectoria que tendrá el sol.

Una malla de sombreado estirada sobre las plantas hace que se mantengan más frescas durante el día y un poco más cálidas por la noche.

Consideraciones de plantación especiales

Se han llevado a cabo pocas investigaciones referentes al cannabis y las plantas que producen sustancias químicas alelotóxicas*. Hay plantas que son inmunes a estas toxinas, pero otras no lo son. Puede que estas sustancias químicas no afecten al cannabis, o a todas las variedades de cannabis. No obstante, evita plantar debajo de árboles o cerca de arbustos que produzcan sustancias químicas alelotóxicas, como son el cerezo negro americano, el álamo y el chopo, el almez y el cerezo aliso, los enebros, las distintas especies de sasafrás, el arce azucarero y los nogales. El nogal negro americano es el peor.

*Las sustancias químicas alelotóxicas son aquellas que liberan ciertas plantas y tienen efectos sobre otras plantas. La liberación de sustancias químicas alelotóxicas es un mecanismo de supervivencia que permite a algunas plantas competir con otras plantas o incluso matarlas. Las sustancias químicas suelen inhibir la germinación de las semillas, el desarrollo de las raíces o la absorción de nutrientes.

Agua y riego

Las plantas de cannabis médico que se cultivan al aire libre utilizan mucha agua, especialmente cuando se hacen grandes. Las plantas grandes en crecimiento vegetativo o en floración pueden necesitar entre 40 y 75 litros de agua al día -quizá más- durante la época calurosa de la temporada de cultivo. Una cantidad adecuada de agua puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Actualmente, el uso del agua y su conservación son esenciales. Los jardines situados en patios traseros son fáciles de regar con una manguera de jardín, o pueden instalarse sistemas automatizados de riego. El riego de los jardines remotos supone un desafío. Puede ser necesario bombear el agua desde un pozo, un manantial, una acequia o un río, y luego almacenarla en un depósito. Comprueba la reglamentación local referida al uso del agua en lo que respecta a los derechos sobre el agua pública y privada.  

La calidad del agua también afecta a los fertilizantes y la disponibilidad de los nutrientes. Presta especial atención al pH del agua y al contenido mineral (medido en ppm o EC) del agua de riego sin importar la fuente: depósito, grifo o pozo. La asociación de la tierra orgánica, activa y viva, con los microbios se manifiesta en una química que rectifica el pH alto o bajo del agua como por arte de magia. Los jardineros no orgánicos pueden usar una de las distintas formulaciones comerciales de fertilizante hidropónico que están disponibles para resolver los problemas de “agua dura”.

Este depósito de 75.000 litros está situado en la cima de una pequeña colina. El agua fluye desde el depósito hasta el jardín gracias a la fuerza de la gravedad.

Almacena el agua diaria de riego en un depósito grande.

Almacenar agua es una opción para los jardineros que quieren contar con una provisión constante de agua pero no sólo disponen de una fuente esporádica de agua.

Riega el jardín por la mañana para que las plantas tengan tiempo de utilizar el agua que necesitan durante el calor del día. No riegues al final del día; el agua sin usar que se asienta en la tierra o en los contenedores desplaza el oxígeno que tanto necesitan las raíces. Si las plantas tiene  un ligero exceso de riego, especialmente al final del día, esta falta de oxígeno ralentiza el crecimiento y podría llevar a la pudrición de las raíces.

Revisa el jardín a diario si es posible, y riega cuando la tierra esté seca a 2,5 cm bajo la superficie. Riega los contenedores hasta que salga por los agujeros de drenaje entre el 10 y el 20% del agua. Riega las plantas que están plantadas en suelo hasta que estén completamente mojadas, pero deja que se sequen un poco entre riego y riego para que haya más aire (oxígeno) en la tierra. Consulta “Fuentes de agua” en el capítulo 20, Agua, para más información.    

Los sistemas automáticos de riego suministran un aporte regular de agua a las plantas. Es indispensable que los sistemas automáticos de riego tengan un funcionamiento consistente y a prueba de fallos. Escribe “riego por goteo” en tu motor de búsqueda favorito; aparecerán en pantalla montones de sitios web de empresas, junto con toda la información necesaria sobre el riego por goteo y el riego automatizado. Consulta el capítulo 20, Agua, para más información específica acerca del riego. 

Evita los problemas por acumulación de sales enjuagando los jardines plantados en contenedores con 3 litros de agua por cada litro de tierra.

Existen muchos tipos distintos de receptáculos y depósitos para almacenar el agua de riego. Utiliza la unidad de almacenamiento más grande que puedas manejar; las plantas siempre necesitarán agua. Una buena opción para almacenar gran cantidad de agua consiste en cavar un agujero de grandes dimensiones y forrarlo con un plástico diseñado para recubrir estanques. En tiendas como ferreterías, centros de jardinería y bricolaje, así como a través de internet, puedes encontrar toda clase de alternativas para almacenar agua.

Los polímeros añadidos a la tierra retienen el agua más tiempo que la tierra sóla.

El jardín necesita una fuente de agua que esté disponible con facilidad. Si el agua no está cerca, hay que llevarla hasta el jardín. Las plantas grandes pueden usar 20-40 litros de agua al día. Acarrear agua lleva tiempo y supone mucho trabajo. 1 litro de agua pesa 1 kilo; esto son 400 kilos si el jardín necesita 400 litros diariamente. Aunque sólo se trate de cubrir distancias cortas para regar a mano plantas pequeñas, ya es mucho trabajo.  

Riega con una manguera conectada a una boquilla de aspersión, la cual airea el agua. Riega diariamente las plantas que están en contenedores cuando sea necesario. Los contenedores pequeños se secan deprisa. Los contenedores grandes requieren ser regados cada pocos días. Riega los contenedores pequeños todos los días o cada dos días; puede que necesiten agua dos veces al día cuando hace calor. Un contenedor de 800 litros con una planta totalmente desarrollada a pleno sol gasta entre 20-40 litros de agua al día.  

Existen muchos temporizadores baratos de riego que funcionan con pilas. Este temporizador fue instalado en unos minutos, y las pilas duran mucho tiempo. 

Bombas de agua

Con independencia del tipo de bomba de agua, hace falta un filtro que sea fácil de limpiar. Un prefiltro antes del filtro fino reducirá el mantenimiento, especialmente si se bombea desde una fuente abierta de agua. Acuérdate de limpiar el filtro de forma periódica. Apunta “limpiar los filtros de la bomba de agua” en tu lista de tareas semanales.

Las bombas de agua pueden funcionar de forma manual o a base de corriente eléctrica, pilas, gasolina, gravedad, y presión de agua. Para llevar agua cuesta arriba, hace falta una bomba potente. Cuando hay que trasladar el agua a más de 30 metros de distancia, es necesario utilizar bombas que funcionan con gasolina. Las bombas que funcionan con pilas pueden llevar agua a una distancia de 3 a 4,5 metros antes de volverse ineficientes. Las bombas de ariete y High Lifter pueden llevar agua a muchos metros. Las bombas manuales requieren mucha energía física para funcionar, y no resultan prácticas para llevar un gran volumen de agua cuesta arriba.

Esta bomba de gasolina está montada en un pequeño armazón para facilitar su traslado.

La bomba de agua High Lifter instalada en este arroyo lleva tres temporadas de cultivo funcionando sin interrupción. Esta bomba funciona de forma silenciosa y es muy eficiente. 

Bombas de presión / flujo de agua

Con un pequeño flujo de agua a presión, las bombas a base de presión de agua emplean la fuerza descendente del agua para llevar parte de ésta hacia arriba. Estas bombas son muy eficientes y pueden funcionar las 24 horas del día para transportar agua hasta un depósito de almacenamiento, donde se mantendrá hasta ser utilizada para regar. Puedes encontrar un buen sitio web (en inglés) con mucha información sobre las bombas de agua en http://journeytoforever.org/at_waterpump.html.

Las bombas pueden mover agua a largas distancias y cuesta arriba. El tamaño de la bomba, la potencia, el diámetro y longitud de la tubería, la elevación vertical y la altitud sobre el nivel del mar juegan un papel en la dinámica del transporte de agua, pero los detalles van más allá del alcance de este libro. Asegúrate de drenar la bomba siempre que se espere una helada. El agua congelada en el interior de la bomba puede romperla. Antes de comprar una bomba, copia la siguiente lista de características. Esta información te aclarará todo lo necesario para adquirir la bomba adecuada.

Los vecinos acordaron poner en marcha sus bombas de gasolina por la mañana, dos días a la semana, para evitar la contaminación acústica a nivel local. Muchos residentes de esta parte del norte de California bombean agua desde un pozo y la almacenan en grandes depósitos.

Antes de comprar una bomba, determina: 

1. Longitud vertical de la tubería 

2. Longitud horizontal de la tubería

3. Diámetro de la tubería 

4. Capacidad de la bomba en litros por minuto (lpm) 

5. Altitud sobre el nivel del mar

6. Altura del tanque por encima de la fuente de agua: (altura neta) = ___ metros

7. Caída desde la fuente de agua hasta la bomba: (caída) = ___ metros. Para estimar la altura neta o la caída, consulta los mapas topográficos o utiliza una cinta métrica, un nivel y mira de mano, un altímetro o un tubo y  un medidor de presión de agua. Recuerda que 1 psi = 70 cm.

8. Utiliza un contenedor de 5 litros y un reloj para medir o estimar el flujo de agua en la fuente = ___ litros por minuto (lpm).

9. Calcula la cantidad de agua que se necesita en el tanque = ___ litros por día.

Las bombas hidráulicas de ariete llevan agua desde una fuente de agua que fluye desde arriba de la bomba. La fuerza natural de la gravedad y el flujo de agua son todo lo que hace falta para hacerlas funcionar. Las bombas hidráulicas son resistentes y fiables, pero también ruidosas. Para más información, visita www.rampumps.co.uk

La bomba de ariete Bamford es una bomba de agua sencilla y autopropulsada que emplea una bola de plástico, la cual hace que la bomba funcione de manera mucho más silenciosa que las bombas de ariete convencionales. Esta bomba es económica y tiene muchas características interesantes. www.bamford.com.au/rampump

La bomba de agua High Lifter funciona con agua y sólo requiere un flujo escaso. Su diseño único aprovecha la presión hidráulica y su funcionamiento es automático y autorregulado. Si la entrada de agua se detiene, la bomba se detiene; la bomba se pone en marcha tan pronto como se reanuda el flujo de agua. Son muy ligeras y silenciosas. Invertir en este tipo de bomba resulta caro, pero duran muchos años. Échale un vistazo en www.high-lifter.com. ¡Me encanta esta bomba de agua!

Asegúrate de que todas estas especificaciones responden a tus necesidades de presión y volumen de agua. Lo más habitual es bombear agua hasta un depósito situado por encima del jardín. El agua se dispersa periódicamente en forma de riego mediante un flujo por goteo gracias a la fuerza de la gravedad. 

Las bombas que funcionan con gasolina son fiables y pueden llevar cuesta arriba una gran cantidad de agua en poco tiempo, pero son ruidosas y contaminantes. Puedes adquirir una bomba que ya esté conectada a un motor, o puedes conectarla tú mismo y montarlo todo sobre una plataforma de madera o metal. Por ejemplo, una bomba de 4 caballos de fuerza (hp) que pesa 25 kilos y bombea casi 25.000 litros por hora cuesta alrededor de 450 euros.

El ruido es uno de los principales factores a considerar a la hora de instalar un pequeño motor de gasolina en medio de una zona rural silenciosa. Un silenciador de grandes dimensiones y un deflector pequeño amortiguarán la mayor parte del sonido de escape, pero reducirán la eficiencia y forzarán el motor. También puedes construir un envoltorio alrededor de la bomba, o enterrarla en un agujero grande para amortiguar el ruido. Estuve hace poco en una zona del norte de California donde los vecinos habían acordado utilizar sus bombas el mismo día de la semana para minimizar la contaminación acústica. 

Las bombas que funcionan con pilas son una alternativa si el ruido es un factor a tener en cuenta. Una bomba eléctrica de 5.300 lph a una presión de cabeza de 2,7 m cuesta unos 400 euros. Las bombas que funcionan con pilas pierden rápidamente su capacidad de transportar agua más allá de 4,6 metros.

La energía solar es una forma excelente de mover agua. En días soleados, un panel solar de 75 vatios proporciona suficiente energía para bombear casi 300 litros de agua a más de 120 metros de distancia hasta un depósito, salvando un desnivel de 10 metros. Puedes visitar los siguientes sitios web para aprender más sobre la energía solar: www.realgoods.com, www.otherpower.com

Instala la bomba de forma que la entrada sea capaz de tomar agua fácilmente. Es fundamental contar con un filtro adecuado en la entrada de la bomba. Las bombas hidráulicas de ariete llevan agua desde una fuente de agua situada por encima de la bomba. La fuerza natural de la gravedad y el flujo de agua son todo lo que hace falta para hacerlas funcionar. Las bombas hidráulicas son resistentes y fiables, pero también ruidosas.

La bomba de ariete Bamford es una bomba de agua sencilla y autopropulsada que emplea una bola de plástico, la cual hace que la bomba funcione de manera mucho más silenciosa que las bombas de ariete convencionales. Esta bomba es económica y tiene muchas características interesantes www.bamford.com.au/rampump. La entrada de la bomba puede conectarse a estanques y diques, pero consulta la reglamentación a nivel local sobre el aprovechamiento del agua antes de utilizar fuentes públicas de este valioso recurso.

Resulta sencillo mover agua por sifón pendiente abajo cuando se aplica la fuerza natural de la gravedad. Además, con un poco de esfuerzo y algunos conocimientos, el flujo de agua por gravedad también puede llevarse hacia arriba. El principio es simple: el agua que fluye cuesta abajo desarrolla energía. Esta energía puede ser usada para mover el agua cuesta arriba. El agua que fluye hacia abajo por una manguera de 3 metros de largo puede dirigirse hacia arriba doblando la manguera en la base, lográndose que el agua suba por lo menos 1,5 metros. El índice de flujo disminuye al aumentar la elevación. Experimenta con el índice de flujo y la presión para descubrir a qué altura puede llegar el agua. Éste es el secreto para lograr que el agua fluya cuesta arriba. Por ejemplo, mientras la toma de la tubería permanezca por debajo de la superficie del agua, el flujo de agua rebasará la altura del depósito en una tubería que puede extenderse por una colina y continuar hasta que la salida esté por debajo de la elevación del tanque de agua o la tubería de sifón. Asegúrate de instalar una válvula de apertura y cierre para detener la acción de sifón. La válvula puede ser manual, o instalarse con un temporizador o con un medidor de litros.

Las mangueras de mayor diámetro (1,9 y 2,5 cm) son más caras, pero permiten un mejor índice de flujo y más volumen. No obstante, si el tiempo, el índice de flujo y los bloqueos por residuos son poco importantes, puedes utilizar manguera de 1,3 cm de diámetro, que es más económica. La manguera de poco peso, que suele estar disponible en color verde y negro, no dañará el follaje.  

Temperatura y humedad

Las temperaturas inferiores a 10 ºC y superiores a 30 ºC detienen el crecimiento del cannabis prácticamente. Las temperaturas inferiores a 4,5 ºC pueden provocar daños en el tejido vegetal de muchas variedades, especialmente cuando éste se encuentra en un estado débil o suculento. Las temperaturas bajas causan estrés en las plantas. Por otro lado, las plantas que se desarrollan en climas alpinos a gran altitud tienden a producir más resina y del 10 al 20% más de cannabinoides que las plantas cultivadas en jardines situados a menor altitud.  

La influencia continental hace que la temperatura se mantenga alta durante el día y baje con rapidez por la noche. La influencia marítima equilibra y modera las temperaturas diurnas y nocturnas. Los microclimas generados por la geografía, las estructuras artificiales, etc., también influyen en la temperatura. Las temperaturas nocturnas son tan importantes como las diurnas para el desarrollo de las plantas. 

Las temperaturas nocturnas inferiores a 13 ºC pueden ralentizar el crecimiento. Las temperaturas nocturnas que bajan más de unos pocos grados provocan que la humedad se incremente de manera proporcional. A la inversa, las temperaturas nocturnas que superan los 30 ºC detienen el crecimiento. Los jardineros sureños y tropicales suelen encontrarse con este dilema, y tienen que hallar formas de refrescar las plantas por la noche.

Hay variedades con predominancia indica y ruderalis que son capaces de soportar temperaturas de congelación, pero suelen sufrir desequilibrios de nutrientes como resultado de ello. Consulta el capítulo 23, Cultivo en contenedores e hidroponía, para más información acerca de la temperatura.

La mejor manera de controlar la temperatura en el exterior es plantar en el lugar adecuado. Normalmente, las temperaturas calurosas son comunes a pleno sol durante el mediodía. Si cultivas en un clima caluroso, asegúrate de que las plantas reciben la luz solar filtrada durante las horas centrales del día. O planta donde corra el aire de forma natural para que la brisa refresque el cannabis durante el rato que más aprieta el calor. Las temperaturas frías pueden ser evitadas plantando en la época apropiada, cuando la última helada haya quedado bien atrás.

La temperatura es difícil de controlar en las terrazas y los balcones soleados. La reflexión y la capacidad para retener el calor de las baldosas, el cemento y la piedra hacen que refrescar estos espacios sea un reto. Las mallas de sombreado protegen las plantas del sol abrasador del mediodía. Y las superficies de tierra empapadas de agua también ayudan a evitar que la luz solar directa caliente los contenedores hasta el punto de cocer las raíces. Consulta el capítulo 19, Contenedores, para más información acerca de cómo mantener frescos los contenedores.

El cannabis se desarrolla mejor entre 13 y 30 ºC.

Cultivo en climas húmedos tropicales y subtropicales

La temperatura puede ser un problema en los climas tropicales porque existe un periodo de latencia en verano cuando la temperatura supera los 30 ºC. Las plantas empiezan a crecer de nuevo cuando las temperaturas bajan a 20-29 ºC. Por ejemplo, un jardinero de Alabama, EE.UU., que planta el 15 de julio puede acabar produciendo una planta con muchas hojas si la riega bien.

El viento caliente es mejor cuando tiene humedad, pero no es tan bueno cuando es árido y las temperaturas son altas. Puedes reducir el estrés causado por el calor mediante un sombreado a mediodía que bloquee la luz solar más intensa. Los climas varían -y existen muchos microclimas-, así que cada jardinero tiene que afinar su jardín de manera individual. Selecciona plantas apropiadas para tu clima, proporciona luz filtrada a partir de las 2:00 p.m., equilibra la humedad y el riego, evita los abonados con una EC alta (especialmente de nitrógeno) y pide que el tiempo sea más fresco en septiembre.

Refresca las plantas rociándolas con agua atomizada superfina. Evita pulverizar las plantas con gotas de agua durante las horas más calurosas del día. La luz solar puede quemar el follaje, dejando pequeñas manchas en las hojas. Estas lesiones también causan estrés a las plantas. 

Combate las altas temperaturas regando con agua abundante. El acolchado resulta esencial, y refresca las raíces y la tierra al tiempo que reduce la pérdida de agua. Asegúrate también de que las plantas tengan niveles óptimos de calcio. No sobrefertilices las plantas cuando el tiempo es caluroso. El calor y los niveles altos de EC (ppm) de sales fertilizantes no funcionan bien juntos. Consulta el capítulo 18, Tierra, para más información. 

La humedad es casi imposible de controlar al aire libre. Sitúa el jardín en un lugar o un microclima en el que corra el aire para reducir los efectos de la humedad. Puedes plantar en zonas más frescas y húmedas del jardín. La brisa natural se produce debajo de cualquier árbol o estructura, entre dos vallas, o en los barrancos y cañones. Los sitios sombreados del jardín tienden a ser más frescos y un poco más húmedos. Consulta el capítulo 16, Aire, para más información específica relacionada con la humedad. 

Viento

El viento es una de las fuerzas más poderosas que tienen que soportar las plantas de cannabis médico al aire libre. Un viento secante y persistente absorbe la humedad de las plantas. El viento provoca que las plantas dirijan la humedad desde las raíces hasta las hojas y la liberen como mecanismo defensivo para regular la temperatura y la química interna. Si la cantidad de agua disponible es limitada por algún motivo, pueden aparecer problemas graves

Tanto los vientos fríos como los cálidos provocan la pérdida de humedad, y las plantas se secan con rapidez cuando hace viento. Es preciso reponer la humedad regando todos los días o en días alternos. Cuando se permite que las plantas se sequen por completo, sufren estrés y se atrofian pronto. El estrés también debilita las plantas y las deja expuestas a las enfermedades y a los ataques de las plagas.

Los patrones de viento afectan a tu jardín e influyen en el lugar donde deberían situarse las plantas. Presta atención a las corrientes de aire y estudia la dirección y la fuerza media del viento en tu zona. Los cortavientos pueden ayudar a proteger las plantas del viento, el calor y la pérdida de agua. Consulta el capítulo 16, Aire, y sigue a través de internet los patrones de viento y las condiciones meteorológicas locales a lo largo del tiempo en tu estación meteorológica local.

El aire fresco tiende a asentarse en los valles naturales y artificiales, por lo que estos suelen estar a algunos grados menos que las zonas de los alrededores. Las brisas costeras suelen llevar el aire desde la tierra hasta el mar por la noche. Los valles y las laderas expuestas tienen más viento. Los vientos costeros tienden a soplar hacia el interior durante el día, creando zonas frescas.

1. Un muro sólido provoca que el aire caiga y se arremoline a una distancia igual a la altura del muro.

 2. Un muro con huecos horizontales dispersa el aire y protege las plantas que están a 2-4 m del muro.

3. Un muro sólido que está dispuesto en ángulo a favor del viento protege las plantas que están cerca de la pared.

4. Un muro sólido que está dispuesto en ángulo en contra del viento protege las plantas hasta 2,5 m de la pared.

En nuestra terraza, a 2,5 km del mar Mediterráneo, el viento suele soplar gran parte del día, y con más fuerza por la mañana y por la noche. Las plantas que se cultivan en contenedores de 19 litros situados en terrazas a pleno sol y con vientos constantes y moderados utilizan alrededor de 7,5 litros de agua al día. En interior, la misma planta usaría un 75% menos de agua.

El viento lleva contaminantes, como polen masculino de cannabis, polvo y arena. Los vientos costeros transportan agua salina del mar mezclada con arena fina del desierto. Todos los vientos llevan partículas finas de tierra. En España, la «calima» lleva arenisca mezclada con el aire salino del Mediterráneo. Estos vientos pueden destruir los cultivos. Si la climatología de tu zona está condicionada por estos vientos abrasivos, protege las plantas con cortavientos. Lava el follaje con agua abundante para eliminar las partículas después de una tormenta de viento. Los vientos moderados de manera sostenida pueden secar en pocas horas los cultivos plantados en macetas o en el suelo. Los cultivos en contenedores son los que más sufren.

El viento también fomenta la degradación de los tricomas de las plantas en floración. Las brisas ligeras causan pocos daños, pero los vientos fuertes hacen que las ramas y las hojas rocen unas con otras, lo cual daña los frágiles tricomas.

El viento y la lluvia pueden provocar la rotura de ramas.

Las mallas negras de sombreado protegen las plantas frente al viento, y dejan pasar algo de aire. También puedes proteger las plantas situándolas entre otras especies anuales y perennes para bloquear el viento fuerte. Al plantar, busca las zonas que están resguardadas del viento.

Una fuerte tormenta de lluvia tumbó este jardín. La planta de ‘Green Crack’ de atrás tenía los tallos más resistentes. Sacudí las plantas e instalé una valla de alambre alrededor del jardín a modo de soporte.

Lluvia

Hay jardineros de algunas zonas que pueden contar con lluvias regulares en primavera y verano para el riego. Pero la mayoría de cultivadores no pueden contar con la Madre Naturaleza para que riegue sus jardines. Los jardines de cannabis de la mayoría de climas han de ser regados para tener los mejores resultados.

Dado el valor del cannabis medicinal y las posibilidades limitadas de cultivo, la mayoría de jardines son de regadío. La lluvia está considerada por la mayoría de cultivadores como algo a evitar. 

El peso del agua de lluvia hace que el cannabis en floración se desplome. El agua de lluvia se acumula entre las hojas y las flores de los cogollos, y en todo el follaje. Muchas variedades con tallos débiles y un exceso de follaje son incapaces de soportar el peso añadido y se desploman, frecuentemente unas sobre otras. Además, el exceso de humedad crea un entorno perfecto para el desarrollo del moho.

Puedes evitar los daños de las tormentas de lluvia tutorando los cogollos de forma adecuada antes de que empiece a llover. Utiliza redes de nailon o plástico con cuadros de 15 cm para sostener las ramas en capas de 30 a 60 cm a medida que crecen las plantas. Esto sujetará las plantas cuando haga viento o cuando llueva mucho. Las ramas cargadas de cogollos se apoyarán sobre la malla y no tenderán a caerse de lado. 

Instalar una cubierta de plástico sobre las plantas supone más trabajo, pero puede ser la mejor opción para muchos jardineros de terraza o de patio trasero. Sigue los pronósticos meteorológicos a nivel local, y cubre las plantas con un techo de plástico antes de que empiece a llover fuerte.   

Los jardineros de climas lluviosos pueden oscurecer los invernaderos a mediados de verano para provocar que las plantas florezcan cuando la luz solar es intensa, y antes de que lleguen las lluvias otoñales (véase “Invernaderos con privación de luz” en el capítulo 11). Inducir pronto la floración también es una buena táctica para evitar el oidio, que es común en los jardines una vez que termina el verano. Además, la luz del sol es más brillante cuando maduran las flores.


Protege las plantas –orgánicamente- de la desecación causada por el calor y el viento. Mezcla un cantidad extra de calcio en forma de yeso con la tierra para que las plantas dispongan de la cantidad óptima. Abonar con los niveles apropiados de calcio fomentará que las hojas se vuelvan más rígidas, y las ayuda a retener la humedad. Las técnicas orgánicas de cultivo favorecen que la tierra retenga la humedad y fortalece las hojas. Para más información, busca “sequía” en el índice.


Tierra

La tierra está dividida en 3 categorías básicas: arcilla, arena y limo. La mayoría de tierras, incluyendo la que se encuentra en las praderas y estepas, en las zonas montañosas, las ciénagas y los patios traseros son una combinación de los 3 tipos básicos de tierra. La tierra que bordea la mayoría de ríos y lechos pantanosos antiguos es fértil, mientras que la tierra cercana a las laderas es mucho menos prolífica. La capa superior de tierra fértil suele resultar afectada alrededor de las casas durante la construcción. Pregunta a los jardineros y granjeros locales para saber los detalles de las tierras de la zona.

La capa superior del suelo es rica y fértil. La estructura y la fertilidad de la tierra cambian con la profundidad.

Los tutores de madera sostienen las plantas y proporcionan una estructura para los tubos de riego en el jardín de Eddy Lepp, en el norte de California.

Asegúrate siempre de cavar un agujero de plantación grande para que las raíces tengan espacio y puedan extenderse

La tierra arcillosa retiene bien el agua y aporta un drenaje lento y uniforme. Las tierras arcillosas tardan en calentarse durante la primavera, pero mantienen bien el calor al entrar el otoño, cuando la luz solar empieza a disminuir. Sin embargo, la densidad de la arcilla no permite una circulación adecuada del aire, y el crecimiento de las raíces se ve frenado. Las tierras arcillosas extremadamente duras y secas suelen llamarse alios o adobes. La caliza (carbonato de calcio) también puede formar una capa gruesa en algunas tierras desérticas, y también se le llama alio.

Prepara la tierra arcillosa un mes antes de plantar por lo menos, añadiendo gran cantidad de compost y estiércol. Las tierras arcillosas pueden retener el agua demasiado bien, lo cual podría acabar con las raíces. Añadir materia orgánica aligera la tierra pesada, con lo cual se crean huecos para el aire, se mejora el drenaje y se estimula el crecimiento de las raíces. El mes de antelación permite que el estiércol y el compost tengan ocasión de ser asimilados en la tierra.

La tierra arenosa es menos común, y suele encontrarse cerca de grandes masas de agua, en los desiertos y en muchas zonas del interior. Se compone de partículas pequeñas, medianas y grandes, y es fácil de manejar hasta cuando está mojada. Las plantas pueden conseguir una excelente capacidad de penetración por parte de las raíces. La tierra arenosa se reconoce por su tacto y aspecto granulado.

La tierra arenosa es fácil de trabajar y se calienta pronto en primavera, pero no retiene bien los fertilizantes, especialmente cuando se riega en exceso, que causa el lavado de los nutrientes. El compost, el musgo de turba y la fibra de coco ayudan a unir las partículas grandes, proporcionando alimento y circulación del aire; pero en climas calurosos, la materia orgánica se descompone rápidamente, siendo consumida por las bacterias y otros organismos de la tierra. Para conseguir los mejores resultados, mantén fresca la tierra arenosa y haz que retenga la humedad mediante acolchados y compost adicional. Los cultivos invernales de cobertura harán que se retenga la humedad y evitarán que se eche a perder, manteniendo la vida del suelo.

La tierra margosa tiene todas las ventajas de la arcilla y la arena; retiene la humedad y el agua como la arcilla pero se calienta con rapidez y tiene un buen drenaje, así como una estructura manejable parecida a la arena. Es el medio de cultivo perfecto. La mayoría de tierras son una combinación de arena y arcilla. La marga sedimentada se encuentra entre ambas, y resulta casi grasienta al tacto, aunque es menos resbaladiza que la arcilla. La mejor tierra para cultivar plantas es la marga que se encuentra en los cauces antiguos de los ríos y en los lechos de los lagos, donde se acumula la tierra sedimentaria. Es oscura, fértil y se deshace fácilmente con las manos.

Las tierras de los bosques varían mucho en cuanto a pH y fertilidad. Las agujas y las hojas caídas de los árboles suelen hacer que la tierra sea ácida. La mayoría de los bosques que quedan en Norteamérica y Europa están en laderas, ya que el terreno llano se emplea en granjas, zonas de recreo y extensiones urbanas. Los pinos de agujas largas pueden desarrollarse en tierras pobres, como las que se encuentran en zonas montañosas y tropicales. Disponen de raíces profundas para buscar todos los elementos que haya en la tierra. Sin embargo, cuando se crea una capa de humus, predominan las coníferas de agujas cortas. Las raíces de estos árboles se extienden por la superficie para buscar las sustancias que necesitan y se entierran para anclarlas en el sitio.

Por lo general, las junglas tienen un desarrollo lento, y son calurosas, húmedas y densas. La tierra es poco profunda y tiene mucha vida. El clima caluroso hace que todo el follaje que cae al suelo se descomponga rápidamente. A menudo, los nutrientes están disponibles para las plantas, pero la tierra no tiene ocasión de aumentar su densidad. Las capas de tierra tropicales pueden ser muy finas. No obstante, en gran parte de Méjico y América Central, así como en otras partes del mundo, las erupciones volcánicas han sacado a la superficie gran cantidad de rocas y minerales. Los valles montañosos y las tierras bajas están llenas de planicies aluviales, las cuales están repletas de tierra rica en nutrientes.

Las praderas y las estepas suelen tener una tierra estupenda que recicla los nutrientes. La exposición solar suele ser buena, pero la facilidad de detección puede ser un problema en los espacios abiertos. Planta en áreas que estén protegidas del viento.

Las tierras de las montañas suelen ser muy ricas en minerales pero carecen de humus. Los valles alpinos contienen la mejor tierra aluvial, que es producto de la erosión de roca volcánica. Las laderas son menos fértiles en general, y la tierra debe ser abonada para conseguir una buena cosecha. La mayoría de tierras alpinas tienen poco humus, y los vientos fuertes secan las plantas. Para lograr los mejores resultados, busca las zonas donde crece la hierba de pasto. Puedes ayudar a que las plantas resistan mejor el estrés de la montaña llenando los agujeros de plantación con una mezcla de musgo de turba, tierra, polímeros absorbentes y capas de fertilizante orgánico de liberación lenta.

Las tierras de los pantanos y las ciénagas son húmedas y esponjosas. Los pantanos están llenos de vegetación y suelen tener una tierra muy rica. Pueden ser el lugar perfecto para cultivar plantas individuales. Sin embargo, las zonas pantanosas están situadas en climas norteños y lo más habitual es que tengan una temporada de cultivo corta.

Corta una plancha de terreno húmedo de un metro cuadrado, dale la vuelta y planta. El suelo del humedal proporciona agua suficiente por sí solo. Añade un poco de fertilizante de liberación lenta al trasplantar, y otro puñado de abono para floración durante una visita a principios de agosto.

Preparación de la tierra

Para cosechar un cultivo fuerte y sano, hay que enmendar todas las tierras antes de plantar, a excepción de los limos. Las enmiendas mejoran la tierra y su capacidad de retener agua, la absorción de nutrientes y la penetración de las raíces. A continuación, veremos cómo enmendar las tierras de exterior y obtener de ellas el mejor resultado. Compara las descripciones anteriores de los distintos tipos de tierra con la tierra de tu jardín para conocer su composición básica, y sigue las recomendaciones de abonado correspondientes.

Al cavar con una pala en el suelo, especialmente en tierra arcillosa, se crea una barrera microscópica (un esmaltado, como en la cerámica) en la cual las partículas del suelo quedan dispuestas verticalmente, y que es muy difícil de penetrar para las raíces de las plántulas y los clones trasplantados.

Alquila un martillo neumático y conéctalo a un generador en tu jardín del campo. Un martillo neumático con una pala ancha hace que sea mucho más rápido cavar en tierra muy arcillosa y rocosa.

Preparar la tierra en un clima árido requiere agujeros grandes y mucho trabajo. En Marruecos, este jardinero plantó en lechos hundidos para retener el agua.

Una vez que hayas determinado el tipo de tierra, enmiéndala con las cantidades apropiadas de compost, estiércol, fibra de coco, harina de huesos, minerales, etc. Cava un agujero tan grande como sea posible para cada planta. Cava agujeros de 45 cm de anchura y 45 cm de profundidad como mínimo para cada planta. Cava agujeros de 80-180 cm de anchura y 60 cm de profundidad si vas a plantar ejemplares grandes de exterior. Dedicar un poco de tiempo extra a cavar agujeros grandes se verá recompensado con menos problemas y una cosecha más abundante.


Añadir polímeros absorbentes de agua a la mezcla de sustrato es una buena defensa frente al resecamiento de la tierra. Al hidratarse, los cristales se expanden hasta multiplicar su tamaño por 15, haciendo que la humedad esté disponible para las raíces durante periodos de tiempo más largos. Los cristales de liberación lenta permiten alargar el periodo de tiempo entre los riegos. Esto resulta muy útil si tu jardín está situado en un lugar remoto que no puedes visitar a menudo.


Al añadir enmiendas, haz el relleno por capas. Por ejemplo, llena un agujero de 60 x 90 cm de profundidad con una capa de 20 cm a base de harina de huesos vaporizada y tierra; cubre esto con una capa fina de mantillo mezclada con una combinación rica de compost, estiércol y paja, fosfato de roca y harina de algas. Levanta un montículo de compost y tierra que rebase el nivel del suelo en 30 cm aproximadamente. La altura del montículo se reducirá a la mitad durante la temporada de cultivo. Consulta la sección “Fertilizantes orgánicos” en el capítulo 21, Nutrientes, para más información. Consulta también los casos prácticos 3 y 4 del capítulo 13.    

En las laderas, los agujeros de plantación deben aterrazarse y ser lo bastante grandes como para atrapar el agua que discurre por el terreno. Cava zanjas adicionales para canalizar el agua hacia las plantas, y prepara un “plato” hundido alrededor de las plantas para retener el agua.  

Si el exceso de drenaje es un problema, lo cual sucede rara vez cuando la tierra está enmendada correctamente, añade materiales que tengan una tensión superficial distinta, como pueden ser la tierra arcillosa o las rocas, a una distancia de 30 a 60 cm por debajo del fondo del agujero de plantación. La diferencia de tensión superficial reducirá el drenaje hacia abajo. Puedes añadir muchos tipos de enmiendas para aumentar la retención de agua en la mezcla de tierra: compost, musgo de turba, fibra de coco, tierra buena, nutrientes orgánicos, polímeros y caliza dolomita. A continuación, termina de rellenar el agujero con un “bol” cóncavo de tierra para recoger el agua de lluvia y de riego.

Análisis de tierra

Los niveles de sólidos disueltos totales (TDS) de la tierra y el agua son muy importantes. Realizar un análisis de la tierra es la única forma precisa de conocer el contenido y el perfil de tu tierra. El científico que lleva a cabo los análisis de tierra podrá darte también recomendaciones para mejorar el suelo.

El agua de pozo y del grifo también deberían ser analizadas para detectar niveles altos de sodio y otros sólidos disueltos que pueden afectar al suelo. Consulta el capítulo 18, Tierra, para más información acerca de los análisis de tierra.
Nota: Todos estos tipos de tierra y de enmiendas están tratados detalladamente en el capítulo 18, Tierra.

La plantación en laderas requiere pequeñas terrazas. En este jardín de cannabis médico de Lake County, California, los contenedores están encajados en la ladera para formar terrazas.

Lechos elevados

Los lechos elevados son estupendos para cultivar en el jardín trasero o en invernaderos. Los lechos elevados se calientan antes en primavera y retienen el calor durante más tiempo en otoño. Sin embargo, pueden calentarse demasiado en verano si la luz solar incide directamente sobre la tierra. El cultivo y el control de las malas hierbas resultan más sencillos en un lecho elevado, y también es fácil mantener la calidad de la tierra. Puedes hacer lechos elevados encima de tierras de mala calidad. Plantar en lecho elevado de 15 a 20 cm elimina la necesidad de cavar en la arcilla húmeda y pegajosa, al tiempo que proporciona el calentamiento rápido y el buen drenaje de los cuales carece la arcilla. Las plantas pueden pasarse a tierra entre 2 semanas y un mes antes, e incluso pueden producir una cosecha temprana de primavera. Me gusta enmarcar los lechos elevados con listones de madera porque los laterales de madera sirven de base para construir un invernadero de cajón. Consulta el capítulo 11, Invernaderos. Puedes encontrar más información relativa a la construcción de lechos elevados y modelos prefabricados escribiendo “lechos elevados” en tu navegador de internet favorito.

Los lechos elevados son similares a los contenedores gigantes de 750 a 1.900 litros, excepto que suelen ser más grandes y no tienen fondo, ya que están en tierra madre. Prepara lechos elevados en exterior, en invernaderos o en jardines de interior con suelos de tierra. Puede añadirse tierra nueva sobre la antigua. Si el drenaje es deficiente, cava en la tierra a más profundidad y rellena con tierra que drene bien. Cava pequeñas zanjas para evacuar el exceso de agua en caso necesario.

Después de varios cultivos, un lecho elevado puede convertirse en un medio ecológico. Para fomentar la actividad orgánica en la tierra, añade algas ecológicas, estiércol y demás abonos, y deja que trabaje la Madre Naturaleza. No te excedas. A la hora de mezclar tierra o añadir enmiendas, utiliza los mejores componentes orgánicos que sea posible y sigue los principios ecológicos de la red alimentaria del suelo. Debe haber un buen drenaje, y el suelo debería ser lo más profundo posible, de 30 a 60 cm. Consulta la sección “Tierra orgánica” en el capítulo 18, Tierra, para más información. 

Un amigo mío planta encima de la pila de compostaje. Trasplanta seis clones de 30 cm de altura en una capa de 8 a 10 cm de tierra buena, la cual se encuentra sobre un montón de compost de 60 a 90 cm de altura. Cuando las raíces penetran en el compost, éste se ha enfriado bastante y libera nutrientes. 
Consulta también el capítulo 19, Contenedores, y el capítulo 13, Casos prácticos.

Estos lechos elevados fueron creados insertando estacas en el suelo y forrando las “paredes” con tela permeable.

Lechos hundidos

Los lechos hundidos conservan la humedad en los climas calurosos. Prepara un lecho hundido cavando entre 15 y 30 cm de profundidad y de 60 a 120 cm o más de anchura para formar un gran socavón plano. (No caves a más profundidad; en climas calurosos, el subsuelo es muy pobre.) Cava el agujero de plantación en el centro del lecho hundido. Asegúrate de enriquecer la tierra con las enmiendas apropiadas en cantidades abundantes. Pon una capa gruesa de paja, follaje seco o piedras como acolchado en la base alrededor de cada planta para conservar el agua. Para albergar más agua y dispersarla mejor, amplía un poco el lecho hundido a medida que crecen las plantas.

Utiliza estiércol bajo en sodio, que contiene pocas sales. Las vacas son alimentadas con nitrato de sodio, entre otras cosas, para hacer que ganen peso y lo retengan. La sal añadida pasa a su estiércol y bloquea los nutrientes, quemando las plantas y atrofiando su crecimiento. Analiza los cargamentos de estiércol con un medidor de sodio (Na) o asegúrate de que el estiércol esté bien compostado (entre 3 y 6 meses) en un espacio abierto para que suelte las sales perjudiciales.

Los lechos hundidos ayudan a retener la humedad. Los lechos tienen que ser cavados a una profundidad entre 15 y 30 cm, y deben enmendarse bien. Los lechos hundidos permiten recoger agua cuando llueve.

Los osos y otros animales pueden ser problemáticos en los jardines remotos. Los abonos orgánicos que se dejan en el jardín pueden atraer a los carroñeros.

Los arriates grandes proporcionan un espacio estupendo para las plantas y las mascotas.

Fertilizantes

Hay dos enfoques básicos para la fertilización al aire libre: (1) añadir fertilizantes a base de sales (sintéticos), y (2) enriquecer la tierra con nutrientes orgánicos y abonos orgánicos suplementarios. A menudo, los jardineros preparan tierra orgánica pero usan fertilizantes a base de sales, que reducen o acaban con la vida del suelo. Los jardineros de cannabis médico que son listos cultivan de forma orgánica o ecológica.

Una vez que se ha preparado la tierra, ésta suele enmendarse con abonos orgánicos como el estiércol y el compost, que también sirven para acondicionar el suelo, mejorando la retención de agua y el drenaje. Lo más habitual es añadir también a la mezcla de tierra una gama completa de macronutrientes y micronutrientes orgánicos. Estos nutrientes se liberarán a medida que las plantas maduran. Puede que haga falta fertilizar de manera adicional si los nutrientes del suelo se agotan. La fertilización suplementaria resulta sencilla aplicando abonos orgánicos (o a base de sales) en formato líquido o seco y siguiendo las instrucciones. Asegúrate de no fertilizar en exceso: puede que la tierra contenga nutrientes en abundancia.

Cultivar en contenedores, especialmente en contenedores pequeños con menos de 300 litros de tierra, es muy distinto de cultivar en el suelo orgánico vivo que se encuentra en la Madre Tierra. La diferencia está en la biología del suelo. Cuando el cannabis se cultiva en un contenedor pequeño durante un periodo de 2 a 4 meses, no hay tiempo para que la biología del suelo empiece a funcionar y crear suelo. Cuando se cultiva en contenedores, es necesario abonar regularmente de manera adicional.

Los productos orgánicos como los hongos micorriza y Trichoderma contribuyen a que los jardines orgánicos tengan un buen arranque. Consulta el capítulo 22, Aditivos, para más información.

Al elegir fertilizantes orgánicos, recuerda que muchos de ellos están “vivos”; unos más que otros. Los fertilizantes orgánicos pueden estar llenos de biología del suelo en estado latente, la cual vuelve a la vida y se multiplica cuando se añaden agua y aire. Consulta los capítulos 18, Tierra, y 21, Nutrientes, para más información acerca de los abonos y las mezclas de fertilizante.

Cuando la tierra orgánica se mezcla adecuadamente en un contenedor de gran tamaño, puede contener todos los nutrientes necesarios en forma disponible desde el trasplante hasta la cosecha. Un contenedor de cultivo grande y una mezcla orgánica rica son los principales secretos del éxito. Prepara la mezcla orgánica de tierra utilizando elementos naturales, como estiércol, compost, musgo de turba y fibra de coco, roca pulverizada, quelpo y algas. Siempre que sea posible, usa los ingredientes más baratos y fáciles de conseguir.

Ten cautela al fertilizar durante el primer mes después de trasplantar. Según el abono, la aplicación podría ser tan frecuente como cada riego o tan espaciada como una vez por semana o cada quince días. Los jardineros suelen abonar con una fórmula suave de fertilizante para floración cuando germinan o cultivan plántulas. Cambia a una fórmula rica en nitrógeno durante la fase vegetativa y vuelve a una de “superfloración” cuando las noches largas provoquen la floración.

Si abonas cada pocos riegos o cada riego, puede que necesites diluir el fertilizante a mitad de dosis o menos hasta que encuentres la dosis apropiada. Utiliza las instrucciones impresas en la etiqueta del fertilizante como guía. Si tienes que transportar fertilizantes, asegúrate de que estén secos o en polvo, que pesen poco y no abulten mucho. Evita dejar los abonos en jardines remotos, especialmente los que contengan ingredientes como melaza, harina de sangre o harina de huesos, ya que atraen a los animales, incluyendo a los osos. Hace poco, visité un jardín en el que un oso había desgarrado los contenedores para comerse el abono.

Jardines traseros

Los cultivadores de cannabis médico en jardines o patios traseros pueden proporcionar a sus plantas los cuidados que merecen. Prestar atención a las necesidades del jardín compensa en forma de plantas grandes y sanas, las cuales rinden cosechas abundantes al final de cada temporada de cultivo.   

Sitúa el jardín en la parte más soleada del terreno, normalmente donde se encuentra el huerto. Cultivar cannabis médico en huertos y jardines de flores permite a los jardineros aprovechar la experiencia de los jardines anteriores.

Prepara la tierra en otoño. Elimina las piedras, los restos de materiales y las malas hierbas, y cava los agujeros de plantación o los lechos del jardín. Los mejores jardines se desarrollan en tierra arada con abundantes enmiendas orgánicas. Muchos jardineros prefieren los lechos elevados. Los jardineros que no aran dejan la tierra “tal cual” y añaden una capa gruesa de acolchado. De una u otra forma, una capa de acolchado resulta útil. Una capa de acolchado de 10 a 15 cm mantiene intactos los elementos del suelo, y atrae la humedad. La tierra desnuda pierde parte de su valiosa capa superior y parte de sus nutrientes durante los meses de invierno a causa de la erosión.   

En primavera, la tierra abonada y acolchada debería estar completamente mezclada y lista para plantar. Si la tierra es pobre y no fue abonada en otoño, cava agujeros grandes, de 90 cm de diámetro y 60 cm de profundidad, y llénalos con tierra/compost de buena calidad, tierra para macetas o mezcla de sustrato. Si no es posible, labra los 15-20 cm de la capa superior del terreno en un radio de 2 metros con el fin de proporcionar espacio para la penetración de las raíces.

Los jardines traseros son fáciles de cultivar. Wismy, editor de la revista española Yerba, posa delante de una hermosa planta de cannabis en uno de los muchos jardines traseros que se encuentran por toda España.

Este huerto fue transformado en un jardín de cannabis médico. Para facilitar el mantenimiento, el jardinero dejó espacios amplios entre las plantas.

Las plantas de cannabis médico también pueden proporcionar sombra. Estas cuatro plantas sombrean una pared de una casa, lo cual hace que el interior se mantenga más fresco. Las plantas miden alrededor de 2,5 metros de altura.

Un jardín trasero lleno de cannabis puede ser ornamental.

Trasplanta las plántulas o los clones en el jardín cuando pase la amenaza de heladas y, si la temperatura cae por debajo de 10 ºC durante la noche, protege las plantas con campanas, cubiertas o unidades Wall-O-Water. Sigue las guías de plantación para el cultivo de tomates. 

Riega y abona según haga falta. Asegúrate de regar lo necesario cuando el tiempo sea caluroso. Riega por la mañana para que el agua pueda ser utilizada durante todo el día. Mezclar fertilizantes con el agua es una manera simple y efectiva de abonar. Si abonas en seco con fertilizantes en polvo, mézclalos con la capa superior de tierra para que sean efectivos.

Mantente a la búsqueda de plagas y enfermedades, y toma medidas de control apropiadas. Los huertos y los jardines de flores pueden verse afectados por plagas y enfermedades de temporada, como el oidio, los ácaros y los trips, los cuales pueden extenderse a los jardines de cannabis. Controla lo antes posible las enfermedades y las plagas en las flores y las verduras para que no se extiendan al jardín de cannabis. Sigue las guías que aparecen más adelante relativas a la plantación, el mantenimiento y la cosecha.

Un poco de plástico estirado sobre una estructura simple mantiene las plantas mucho más cálidas por la noche. También evita que las plantas sufran los efectos dañinos del viento y la lluvia.

Hay jardineros de cannabis médico que tienen la fortuna de poseer grandes terrenos traseros.

El acolchado resulta esencial y sirve para que la tierra se mantenga fresca y protegida de las temperaturas extremas y de la compactación que ocasionan las lluvias intensas.

Jardines en contenedores

Cultivar en contenedores es la opción más sencilla para los jardineros con limitaciones de espacio o tierra muy pobre. Los contenedores pueden ser trasladados de un sitio a otro para aprovechar las zonas soleadas y cálidas. Puedes cultivar cannabis al aire libre en contenedores de 4 a 2.000 litros. Los contenedores pequeños son fáciles de levantar para moverlos de aquí para allá, o pueden trasladarse sobre una plataforma con ruedas. La asas de los contenedores de 20 a 75 litros facilitan la movilidad. Los grandes contenedores de 750 litros pueden ponerse sobre un palet para poder trasladarlos con un tractor equipado con montacargas. Mueve siempre las plantas antes de regar.

Las técnicas de jardinería en patios y terrenos traseros dependen de la situación y el microclima del jardín. En los tejados de los edificios urbanos, las terrazas y los balcones tiende a hacer viento, igual que en las laderas y la parte alta de las colinas. Cuanto más alto esté un jardín, más viento hará. El viento seca las plantas y la tierra con rapidez. Los jardines ubicados en patios suelen estar protegidos del viento fuerte. Si no es así, instala una pantalla cortavientos con malla de sombreado al 50%, celosía u otro material semipermeable. El viento también puede llevar polen masculino o polen de cáñamo industrial, y dar problemas a los jardineros de terraza. Planifica con tiempo y conoce a tus vecinos. Para más información, consulta la sección “Polen incontrolado” en el capítulo 25, Crianza.

Los contenedores pequeños caben fácilmente en patios, balcones, terrazas o tejados. Las plantas necesitan un sitio soleado, buena genética, buena tierra, agua y nutrientes. No obstante, la luz solar directa que incide directamente en los contenedores puede cocer las raíces; sombrea los contenedores para evitar la luz solar directa. Poner las macetas dentro de otros contenedores contribuye a proteger las raíces del sol. Consulta el capítulo 19, Contenedores, para más información.

El riego y el mantenimiento diarios son esenciales cuando el tiempo es caluroso y hace viento. Los sistemas de riego automático suelen ser buena idea en estos jardines para asegurarse de que reciben la cantidad adecuada de agua, especialmente si vas a ausentarte del jardín durante varios días seguidos. 

Para más información, consulta el capítulo 19, Contenedores, y el caso práctico número 4 del capítulo 13. Sigue las guías de plantación, mantenimiento y cosecha que aparecen más adelante. 

Poner el contenedor de cultivo dentro de un contenedor más grande ayuda a proteger la tierra del calentamiento que genera la luz solar directa.

Este jardín de terraza está floreciendo en primavera.

Este sano jardín de contenedores de 19 litros está siendo trasladado al exterior para que florezca.

Jardines grandes

Los grandes jardines requieren una inversión completa de tiempo y recursos materiales. Por ejemplo, un jardín de 99 plantas lleno de ejemplares de 4,5 kilos puede producir alrededor de 450 kilos de cannabis seco y casi la misma cantidad de tallos, hojas y recortes, todos los cuales deben ser procesados. Plantar, cultivar, cosechar, curar y empaquetar un jardín grande es un gran trabajo. La planificación es fundamental para el éxito de los grandes jardines de exterior. Los jardineros listos diseñan un plan semanal de trabajo. 

Para empezar, hay que cultivar desde semillas o clones una variedad perfecta para el clima de tu zona (preferiblemente, un híbrido F1). Debe plantarse en enero o febrero en interior y sacarse al aire libre en abril o mayo. Es necesario instalar lámparas en el invernadero temporal para evitar que las plantas florezcan. Hay que mezclar y poner en contenedores miles de litros de tierra. En pleno verano, cada planta necesitará hasta 40 litros de agua al día. Un jardín de estas características puede necesitar casi 4.000 litros de agua diariamente. Al cosechar, cada persona puede manicurar medio kilo al día. La máquina peladora más rápida puede recortar entre 1,5 y 2 kilos por hora. Un equipo de 12 personas (que han de ser pagadas) con 1 máquina peladora pueden procesar hasta 15 kilos al día; 450 kilos / 15 kilos = 30 días de trabajo de 10 horas. Nunca he visto una operación así de eficiente. Lo normal es que 12 trabajadores con una máquina peladora tarden 3 meses en manicurar, secar y envasar 450 kilos. Disponer de un plan detallado con fechas resulta fundamental.

Los jardines grandes suponen un trabajo a jornada completa, y tienen que ser atendidos a todas horas. Hacer la ronda entre las plantas es siempre divertido e informativo. Inspeccionar todas las plantas diariamente resulta muy satisfactorio; todos los días te enseñan algo nuevo. Recuerda que cualquier problema, como los relativos al tutorado, las enfermedades y las plagas, suceden a lo grande en muchas plantas. Es muy importante evitar los problemas antes de que ocurran. Harán falta una buena capacidad de observación. Consulta el capítulo 13, Casos prácticos, para más información sobre los jardines de grandes dimensiones.

Sigue las pautas de plantación, mantenimiento y cosecha que están recogidas en este capítulo.

Las plantas grandes producen grandes cogollos.

Las plantas de exterior de grandes dimensiones requieren una mayor preparación del jardín y de la tierra, así como más agua y mantenimiento. 

Este jardinero clandestino de cannabis transportaba a caballo sus materiales a finales de la década de 1970. (MF)

Jardines remotos

Los jardines remotos también se llaman “jardines de guerrilla”, un término acuñado a principios de la década de 1970. Los jardines remotos requieren estrategia, tiempo y, con frecuencia, destreza física. Desafortunadamente, las leyes locales, autonómicas, nacionales e internacionales pueden declarar ilegal el cultivo de cannabis médico. El cultivo clandestino de guerrilla en lugares remotos es la única opción para los jardineros de cannabis médico ubicados en dichas zonas hostiles. El emplazamiento y la seguridad son las principales preocupaciones de un cultivador de guerrilla de cannabis médico. Elige un lugar de acceso público limitado. Comprueba las leyes relativas a la caza, el uso de zonas recreativas y los movimientos insurgentes. Ten en cuenta a aquellas personas que podrían hacer uso de la zona en cuestión, como cazadores, recolectores de setas, cultivadores ilegales de marihuana, senderistas, ciclistas de montaña y exploradores. Selecciona un sitio remoto en el que sea improbable que pase alguien por casualidad.

Llevar los clones y las plántulas en cajas dentro de una mochila es una forma segura y conveniente de transportarlos hasta el sitio del jardín.

Algunos jardineros llegan a enterrar contenedores de transporte de 2,5 x 2,5 x 12 metros para utilizarlos como espacios de cultivo. Estos jardines son bastante interesantes. Los contenedores se instalan en una trinchera o un agujero sobre bloques de 0,6 a 1,2 metros. El espacio que queda debajo de los contenedores sirve de conducto de ventilación. Se rellena con tierra alrededor del contenedor y por encima, lo cual también sirve para aislar el jardín subterráneo.

Otros cultivadores clandestinos entierran en el suelo canalizaciones (tuberías grandes) de 3,7 a 4,3 metros, y las dividen en cuartos de cultivo superiores e inferiores.

El cultivo de cannabis en terrenos públicos o federales no está recomendado. Por desgracia, los guardabosques de Estados Unidos ahora llevan armas de fuego letales, y tienen la autoridad para arrestar a los jardineros “sospechosos”. Algunos survivalistas de gatillo fácil y una minoría de facciones del crimen organizado sudamericano también se han trasladado a los bosques nacionales, y han instalado a inmigrantes ilegales con armas para que cuiden y defiendan grandes cultivos de hierba de guerrilla. Además, en muchas ocasiones, los inmigrantes latinos se juntan en grupos pequeños y plantan en el campo. Estos pequeños grupos no tienen nada que ver con el crimen organizado transfronterizo. Lo único que quieren es una vida mejor para sus familias. La guerra contra las drogas ha convertido el cultivo en delito, y gran parte del mundo, especialmente América, en un lugar inseguro para vivir.

Estas plántulas fueron trasplantadas al aire libre 6 semanas antes de tomar esta foto. Aclarar el denso follaje de este bosque de la Columbia Británica, Canadá, costó mucho trabajo

Este jardinero de cannabis vasco convirtió una carretera abandonada en un cultivo remoto.

Los jardines remotos suelen estar situados cerca o dentro de grandes masas de vegetación. El cannabis es una planta vigorosa y puede desarrollar un extenso sistema de raíces. Una planta hembra en floración puede destacar si la vegetación de alrededor se seca antes de que el cannabis sea cosechado. Las zonas con arbustos espinosos de moras, con helechos o con hierbas de la pradera son buenas opciones para emplazar una plantación.

Puedes preparar el jardín de cannabis médico hasta 6 meses antes de plantar. Retira la vegetación en otoño si se trata de un jardín de primavera. Aclara algunos espacios para dejar que pase suficiente luz; arranca las raíces de las plantas competidoras; y cava agujeros de plantación de 60 a 90 cm3. Cava los agujeros con más anchura que profundidad para que las raíces superficiales agarren bien. Si es posible, deja que la tierra enmendada se asiente durante un mes o más antes de plantar. Los lugares remotos son difíciles de visitar con regularidad, así que resulta importante contar con una planificación y una preparación apropiadas. Si los jardines caseros y remotos son similares, puedes plantar un cultivo a modo de indicador, por ejemplo, de tomates, para tener una guía en el patio de casa respecto al estado de las plantas ocultas.

La abundancia de agua es un factor importante para la elección del sitio. Si no puedes contar con la lluvia, ubica el jardín cerca de una fuente de agua que no se seque en verano; hacer esto facilitará el riego. Es posible que sea necesario conducir el agua desde otra fuente, incluyendo su bombeo cuesta arriba y su almacenamiento en depósitos. El acceso exclusivo mediante una embarcación puede reducir el riesgo de ser descubierto, pero asegúrate de que las plantas no puedan ser vistas desde el agua. Mucha gente utiliza los cauces fluviales y exploran las zonas que bordean los ríos.

Sigue las guías de plantación, mantenimiento y cosecha que aparecen en este capítulo.

Existen bolsas de cultivo y macetas de camuflaje.

La tierra de mala calidad y la falta de agua son dos de los mayores problemas que afectan a los jardines remotos. Estas plantas pesaron entre 170 y 340 gramos.

Los cultivadores de cannabis médico de exterior pueden adquirir clones cultivados en jardines de interior en dispensarios como éste, ubicado en Oaksterdam.

Arranque de clones y plántulas en interior

Adelanta la temporada empezando a cultivar clones y plántulas de cannabis en interior con lámparas. Traslada las plantas pequeñas en macetas a invernaderos dotados de calefacción para aclimatarlos. Trasplántalos al jardín trasero o remoto cuando estén aclimatados y sean más resistentes al estrés ambiental.

Cultiva las plántulas en contenedores altos (7,5 × 7,5 × 15 cm) para que se desarrolle un sistema de raíces fuerte y profundo, lo cual ayudará a que la planta tenga más probabilidades de sobrevivir en condiciones adversas. Riega a fondo las plántulas y los clones antes de trasplantar. Un poco de esfuerzo a la hora de preparar los agujeros de plantación dará como resultado plantas más sanas y una cosecha más abundante.  

Empieza con las plántulas y los esquejes en interior y trasládalos a un invernadero con calefacción en marzo o abril, o tan pronto como puedas en tu clima. Una lámpara de sodio AP de 400 vatios controlada por un temporizador puede suplementar la luz natural menos intensa de principios de primavera. Las plántulas y los clones necesitan un mínimo de 16 horas diarias de luz natural y artificial hasta que se trasplantan al aire libre.

Trasplanta en un invernadero temporal cuando la temperatura exterior nocturna alcance los 10 ºC, o antes si la estructura cuenta con calefacción.


Sacar las plantas al exterior y tenerlas establecidas a principios de primavera permite aprovechar toda la temporada de cultivo. Si las condiciones son favorables, una planta que mide 1 metro de altura a primeros de mayo producirá alrededor del doble que una planta que mide 1 metro de altura a primeros de junio.  


Hay jardineros médicos que mantienen un flujo de plantas del jardín de interior al jardín de exterior. El primer cultivo de clones se planta en macetas de 11 litros en invernadero. Una vez aclimatados, se pasan a su ubicación final al aire libre. El segundo cultivo se traslada al invernadero cuando el primero se saca al exterior. Este proceso puede repetirse 3 o 4 veces durante la temporada.

Trasplanta las plántulas y los clones cuando tengan 30 cm de altura, y elimina los primeros grupos de hojas para enterrar el cepellón a más profundidad, dejando solamente 20 cm de follaje por encima del suelo. Las raíces crecerán del tallo bajo tierra en unas semanas. Cuando se planta en tierra madre al aire libre, las raíces profundas generan plantas más autosuficientes. Esto es de particular importancia en zonas remotas de difícil acceso, y en zonas de montaña donde la lluvia puede ser muy esporádica.
Nota: Al aire libre en el suelo exclusivamente. Esta técnica no funciona igual en contenedores. No siempre crecen raíces fuertes del tallo, y el cepellón principal suele quedarse en el fondo de la maceta.

Estos clones plantados en contenedores de 10 cm entrarán pronto en fase de crecimiento vegetativo. Cuando los clones midan 30 cm de altura, estarán listos para ser trasladados al aire libre.

Estas plántulas serán trasplantadas a contenedores altos y trasladadas al aire libre dentro de 2 meses, después de que se determine su sexo.

Saca los clones trasplantados al exterior durante unas horas al día para fortalecerlos y aclimatarlos a los rigores del clima de exterior. Deberían estar aclimatados en una semana aproximadamente.

Aclimatación de plantas

Las plántulas y los clones cultivados en interior son muy frágiles. En interior, las plántulas y los clones pierden gran parte de su cubierta cerosa al ser mimados por el clima de interior. La aclimatación es el proceso de fortalecimiento de los clones y las plántulas para que puedan ser trasplantados en exterior. Durante la aclimatación, la cubierta cerosa protectora tiene ocasión de volver a desarrollarse en el follaje. Aclimatar gradualmente los clones asegura que sufran el mínimo estrés y sigan creciendo rápidamente al aire libre.

Para aclimatar las plántulas y los clones, déjalos al aire libre durante más horas de forma progresiva a lo largo de una semana. Deja los trasplantes a la sombra el primer día. Ponlos al sol de manera gradual para que reciban más horas de luz solar cada día, progresivamente. Si la temperatura es inferior a 10 ºC, guarda los trasplantes por la noche. O puedes ponerlos en un invernadero de plástico.

Los trasplantes sufren un choque enorme de clima y temperatura cuando se trasladan al exterior. Espera a que los clones y las plántulas estén completamente enraizados y creciendo bien antes de sacarlos al aire libre. Aclimatarse al clima exterior lleva tiempo. Trasplanta las plántulas y los clones al exterior cuando las temperaturas nocturnas sean superiores a 4,4 ºC. Plantar bajo plástico ayuda a proteger las plantas frágiles frente a las bajas temperaturas y el viento.

Un invernadero temporal de cajón le dará a las plantas un arranque mucho más fuerte cuando la temperatura es inferior a 10 ºC. La superestructura de un invernadero proporciona sitios para colgar lámparas si no hay bastantes horas diarias de luz solar para las plantaciones de principios de primavera.

Época de plantación

La época de plantación en exterior depende del tiempo. Existe poca investigación científica relativa a las temperaturas de plantación para el cannabis al aire libre. En general, no trasplantes plántulas o clones hasta que las temperaturas estén por encima de 10 ºC. Si el lecho del jardín está elevado o se añade calefacción por la noche en invernadero, las temperaturas pueden ser más bajas. Las plantas aclimatadas deben protegerse del tiempo frío, la lluvia y el viento mediante un pequeño invernadero de plástico hasta que el tiempo sea más cálido. La cubierta de plástico o el invernadero puede ser retirada durante los días calurosos, y volver a ser colocada cuando la temperatura baje por la noche. Algunos años, el cultivo puede dejarse totalmente expuesto en mayo. Otros años, hay que cubrir el invernadero hasta mediados de junio. 

TRES PLANES DE JARDÍN
Fechas de plantaciónPlantaCosecha
cultivo de primavera15 de marzo15-30 de mayo
cultivo de otoño1 de mayo15-30 de octubre
cultivo de verano en invernadero1 de mayo15-30 de agosto*

*Nota: Oscurece el invernadero cada tarde para que las plantas tengan 12 horas de oscuridad ininterrumpida.
Nota: Las fechas son opuestas en 180 días en el hemisferio sur.

Mantenimiento

Los jardines traseros pueden ser regados de forma conjunta con las verduras, el césped y los árboles. Las plantas necesitan agua en abundancia cuando el tiempo se caldea. Estate atento a posibles problemas de cultivo, plagas y enfermedades. En Estados Unidos, puedes telefonear a los jardineros jefe locales de la agencia de extensión del condado para saber qué plagas y enfermedades están activas en cada momento.

Las plantas grandes en contenedores como este ejemplar requieren agua cada dos días. Observa siempre el follaje en busca de plagas y enfermedades cuando riegues.  

Los jardines en contenedores requieren un riego regular; normalmente, diario. Añade algún tipo de bloqueo para la luz solar alrededor de los contenedores con el fin de mantener fresca la tierra. Los contenedores que se dejan cocer al sol acaban con las raíces y provocan que el crecimiento se detenga. 

Los jardines grandes necesitan un mantenimiento regular y diario. Revisa las plantas de forma rutinaria en busca de enfermedades y plagas. Riega el jardín todos los días, o cada dos días, cuando suba la temperatura. Añade una capa extra de acolchado alrededor de las plantas para conservar y atraer la humedad.

Los jardines remotos requieren una instalación completa de bajo mantenimiento. Ara la tierra, enmiéndala y añade unos puñados de polímeros para retener la humedad. Una capa gruesa de acolchado a principios de año servirá para atraer agua, mantener fresca la tierra y frenar la evaporación. Riega y abona según sea necesario. 

Un riego regular es el principal mantenimiento que requieren las plantas de cannabis médico al aire libre. Bajo el epígrafe “Agua” se encuentra información básica acerca del riego.

Las plantas también deben ser inspeccionadas regularmente para detectar plagas y enfermedades. Las orugas, los ácaros, los trips y demás plagas pueden instalarse en un jardín de manera inadvertida. Es necesario observar cuidadosamente las plantas para encontrar y destruir las plagas de forma rápida y eficiente. Presta mucha atención a las plantas cada vez que estés en el jardín. Revisa el follaje en busca de señales de moho, insectos, orugas y excesos o carencias de fertilizante. Consulta el capítulo 24, Enfermedades y plagas, para más información referente a la identificación y el tratamiento de los ataques de plagas y enfermedades.

Tutora las plantas a medida que sea necesario. Planifica siempre con tiempo. Es más fácil instalar una malla de soporte cuando las plantas son pequeñas. Consulta el apartado “Tutores y soportes” en el capítulo 6, Crecimiento vegetativo.

La prevención contra las plagas es crucial para todos los cultivos medicinales, especialmente en los jardines de bajo mantenimiento. Resulta más fácil evitar que las plagas ataquen las plantas que intentar controlar los daños después. Instala un vallado para proteger de los ciervos las plántulas y las plantas vegetativas pequeñas. Las vallas bajas electrificadas están indicadas contra los jabalíes y diversos roedores. Consulta el capítulo 24, Enfermedades y plagas, para más información. 

Riega y abona según sea necesario. Consulta los capítulos de este libro en relación a las necesidades específicas que existen al aire libre.

Una red horizontal de nailon resulta fácil de extender por encima del jardín.

Este cannabis manicurado se secará sobre mallas.

Un jardinero suizo cosechó un par de plantas. El transporte de plantas enteras requiere más espacio, pero se las llevó a casa para manicurarlas.

Cosecha

La cosecha de los jardines traseros y en contenedores resulta sencilla porque todo lo necesario está a mano. Cosecha como si se tratara de un jardín de interior. Consulta el capítulo 9, Cosecha, secado y curado, para más información.

Las grandes cosechas de exterior requieren planificación y mucho trabajo. Para cosechar una planta de 2 a 4 kilos, hace falta tiempo, espacio y energía física. Puedes leer sobre la cosecha de jardines grandes en el capítulo 9, Cosecha, secado y curado.  

Un truco que ayuda a prolongar la cosecha y aumentar el rendimiento consiste en cosechar primero los 60 cm superiores de las plantas grandes. Deja que los cogollos secundarios sigan madurando bajo la luz solar que ahora les llega. Hay variedades, como ‘Mr. Nice’, que pueden cosecharse hasta 4 veces cuando se cultivan como plantas grandes. 

Este cultivador marroquí ha estado trabajando todo el día. Esta planta es una de las muchas que ha cosechado en una jornada muy productiva.

Las ramas llenas de cogollos florales son cortadas de las plantas y transportadas a la habitación de manicura en esta caja de plástico.

Éste es uno de los cogollos principales de la planta de ‘Purple Star’ que hay detrás de mí. La variedad local está bien aclimatada a la zona y produce excepcionalmente bien allí. La planta entera rindió 5,4 kilos de cogollos florales secos.

Cosechar jardines remotos es todo un reto. Cosecha antes de que comience el tiempo otoñal frío y húmedo. Este tiempo provoca el desarrollo de hongos: Botrytis (moho) y oidio. Muchas plantas de predominancia indica pueden soportar una helada corta y moderada (de -1 a 0 ºC), pero si la temperatura se mantiene por debajo del punto de congelación durante más de unas pocas horas, las plantas podrían morir. Presta mucha atención al pronóstico del tiempo y aplica la información al microclima del lugar donde tienes las plantas. Tenlo todo preparado para cosechar rápidamente si el tiempo lo exige.

Los accidentes y los ladrones también pueden forzar la cosecha. Puedes limitar las posibilidades de ser descubierto por cazadores, senderistas y otros cosechando de noche. Estudia en qué momentos suelen visitar la zona los senderistas, y haz tu planificación acorde a ello. Algunos jardineros incluso utilizan un escáner de la policía, el cual recoge las actividades de la policía local.

En caso de que te encuentres con otros senderistas o gente indeseada mientras visitas el cultivo o lo cosechas, ten siempre lista una historia creíble para explicar tu presencia en la zona. No ofrezcas nada, explícate poco y mantén simples las conversaciones. Recuerda siempre las palabras de Bart Simpson: “No fui yo. Nadie me ha visto. No podéis probar nada”.

Lleva contigo un cuchillo afilado de bolsillo o una podadora para cortar las plantas, y una mochila en la que poder llevar tu cosecha. Si hay que cosechar mucha cantidad, resulta más sencillo trocear las plantas antes de transportarlas. Si tienes que cosechar más de una variedad, guárdalas en bolsas separadas o envuélvelas en papel de periódico antes de meterlas en la mochila.

Consulta los capítulos 8 y 9 para más información relacionada con la floración y la cosecha.

Recoge y guarda todas la hojas y los recortes pequeños de alrededor de los cogollos. Separa los recortes en tres calidades: baja, media y alta. Consulta el capítulo 9, Cosecha, secado y curado, para más información sobre el secado de las hojas y los recortes de alrededor de los cogollos. Convierte las hojas y los recortes en concentrados (capítulo 26,  Tinturas y concentrados medicinales), o cocina con ellos (capítulo 27, Cocina con cannabis medicinal).

El jardín de la derecha ha sido cosechado una vez, y será cosechado en una ocasión más. El jardín de la izquierda será cosechado por primera vez.

Hay hojas que merecen ser enmarcadas.

Los cogollos florales cosechados son echados a este amplio contenedor una vez manicurados. De ahí pasarán a estantes de secado. 

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