Ciclo vital del cannabis – Capitulo 4

Comprender cómo se desarrolla naturalmente el cannabis y cómo completa su ciclo de vida es fundamental para poder llevar a cabo los mejores cultivos medicinales. El cannabis, ya sea cultivado en interior o al aire libre, tiene los mismos requerimientos básicos. Necesita luz, aire, agua, nutrientes, un medio de cultivo y el entorno apropiado para producir energía y poder crecer. Sin cualquiera de estos elementos esenciales, el crecimiento se detiene y la muerte llega pronto. Tanto en interior como en exterior, la luz debe tener el espectro y la intensidad adecuados, y el aire ha de ser cálido, árido y rico en dióxido de carbono. La cantidad de agua debe ser abundante, pero no excesiva, y el medio de cultivo ha de contener los niveles apropiados de nutrientes en formas disponibles para sostener un crecimiento vigoroso. Cuando todas estas necesidades están equilibradas, las plantas de cannabis prosperan por sí mismas.

Esta planta macho está cargada de flores masculinas maduras, las cuales están repletas de polen. El cannabis es una planta de polinización aérea. Las plantas macho sueltan el polen al aire para polinizar las plantas hembra cercanas. No obstante, el polen también puede desplazarse varios cientos de kilómetros si no encuentra obstáculos. (MF)

Esta planta hembra sativa, de hojas finas, se distingue fácilmente por los pares de pistilos blancos y aterciopelados que se proyectan de cada bráctea seminífera. Los pistilos atrapan el polen masculino, que es guiado para fecundar el ovario femenino. (MF)  

Cualidades inherentes del cannabis

1. El cannabis es una planta anual, lo que significa que completa su ciclo vital en un año o menos.

2. El cannabis es dioico, y produce tanto plantas macho como plantas hembra. Las flores femeninas maduras contienen más cannabinoides que las masculinas.

3. El Cannabis sativa y el Cannabis indica son plantas “determinadas por el fotoperiodo”; requieren noches largas para iniciar la floración. En el Cannabis ruderalis, la floración no es provocada por un ciclo lumínico de noches largas y días cortos. El C. ruderalis florece después de 3-4 semanas de crecimiento, con independencia del horario lumínico.

Las semillas contienen un código genético concreto para desarrollarse en plantas de cannabis fuertes y sanas con un perfil de cannabinoides rico. La selección de la semilla es esencial para producir un cultivo de cannabis que tenga todas las características deseadas.

Ciclo vital del cannabis

La semilla ha germinado y la pequeña radícula blanca crece con rapidez. Ahora es el momento de plantar esta semilla brotada.

La radícula blanca inicial acaba de emerger de la semilla.

Ciclo vital del cannabis

El cannabis es una planta anual; las semillas que se plantan en primavera crecen durante el verano y florecen en otoño. El cannabis es una especie típicamente dioica, lo cual significa que se dan plantas macho y plantas hembra por separado. Las plantas con flores masculinas producen polen, que se dispersa por el aire, y las plantas que desarrollan flores femeninas producen semillas cuando son fecundadas. El ciclo anual vuelve a comenzar cuando la nueva generación de semillas brota al año siguiente. En la naturaleza, el cannabis pasa por distintas fases de crecimiento: plantular, vegetativa, prefloral y floral.

Semillas y brotes

Las semillas sanas germinan entre 3 y 7 días después de absorber agua del medio, y se transforman en pequeños brotes. La fase de crecimiento plantular dura alrededor de un mes. Durante esta primera fase de crecimiento, las semillas germinan, o brotan, establecen un sistema de raíces, desarrollan un tallo y producen hojas para recibir la luz del sol y convertirla en energía utilizable mediante un proceso conocido como fotosíntesis.
Durante la germinación, el embrión que hay bajo la resistente cubierta externa de la semilla es activado por la humedad, el calor y el oxígeno. El embrión empieza a nutrirse de las reservas de alimento que hay almacenadas dentro de la semilla y se expande. En poco tiempo, la cubierta de la semilla se abre en dos, una raíz apical blanca crece hacia abajo, y los cotiledones (hojas seminales) del brote empujan hacia arriba en busca de luz.

Germinación

Durante la germinación, el embrión que hay bajo la resistente cubierta externa de la semilla es activado por la humedad, el calor y el oxígeno. El embrión empieza a nutrirse de las reservas de alimento que hay almacenadas dentro de la semilla y se expande. En poco tiempo, la cubierta de la semilla se abre en dos, una raíz apical blanca crece hacia abajo, y los cotiledones (hojas seminales) del brote empujan hacia arriba en busca de luz.

Crecimiento plantular

La raíz primaria (raíz apical) crece hacia abajo debido a la fuerza de la gravedad, y se ramifica de forma similar a como lo hace el tallo hacia arriba sobre el nivel del suelo. Estas raíces secundarias ramificadas se llaman raíces laterales, y producen raicillas diminutas que absorben agua y sales inorgánicas, que son los nutrientes químicos necesarios para la vida. Las raíces también sirven para anclar la planta en el medio de cultivo y dar soporte al crecimiento aéreo. Las plántulas deben recibir entre 16 y 24 horas de luz para mantener el crecimiento vegetativo. La fase plantular de crecimiento suele durar 4-6 semanas, y la mayoría de variedades prosiguen con el crecimiento vegetativo siempre que las plantas reciban al menos 16 horas de luz cada 24 horas.

Crecimiento vegetativo

El cannabis se mantiene en fase de crecimiento vegetativo mientras reciba un mínimo de 16 horas de luz al día. A medida que la planta crece sobre el nivel del suelo, sus raíces siguen llenando el medio bajo tierra. Las células de las puntas de las raíces continúan dividiéndose y empujando cada vez más lejos dentro de la tierra en busca de agua y nutrientes. Se desarrollan raíces laterales ramificadas en perpendicular a las raíces primarias y, a continuación, se forman finos pelos radiculares, los cuales están diseñados para tomar agua y nutrientes del suelo. Si la tierra se seca por completo, estos frágiles pelos radiculares también se secarán y morirán. Son muy delicados y se dañan y desgarran fácilmente cuando unas manos torpes los dejan expuestos o los tratan con brusquedad. Hay que extremar los cuidados al trasplantar. Un sistema de raíces fuerte y sano es esencial para un crecimiento óptimo.

Al igual que las raíces, el brote terminal de crecimiento del ápice de la planta también tiene en su punta, llamada meristemo, células que se dividen y multiplican. Estas células dan lugar a nuevas yemas auxiliares, que se convierten en hojas y brotes laterales. El brote central, o apical, lleva el crecimiento hacia arriba; los brotes laterales se convierten en hojas o ramas. El sistema vascular, localizado en el interior del tallo principal, transmite agua y nutrientes desde el sistema de raíces hasta los brotes, las hojas y las flores en crecimiento, donde se producen azúcares mediante la fotosíntesis; estos azúcares son entonces distribuidos por toda la planta. Este flujo fluido tiene lugar en unos tejidos especializados llamados xilema y floema: el xilema lleva nutrientes y agua a los sitios de fotosíntesis de las hojas, y el floema lleva los azúcares resultantes a las partes de la planta que no llevan a cabo la fotosíntesis.

Entre 7 y 10 días, una pequeña plántula brotará de la tierra. Las primeras hojas redondeadas dan paso al primer par de “hojas reales” con los típicos bordes aserrados.

La pequeña y tierna plántula sigue creciendo. Las hojas se multiplican, el grosor del tallo aumenta, y el ápice continúa creciendo derecho hacia la luz.

En pocas semanas, las plántulas ya han establecido un sistema de raíces y han comenzado la fase de crecimiento vegetativo. Las plantas sobrepasan pronto el tamaño de los contenedores y tienen que ser trasplantadas.

El tallo también proporciona soporte a la planta con la celulosa y la lignina que se encuentra dentro de las paredes y estructuras celulares que hay por todo el tallo. Al aire libre, la lluvia y el viento zarandean las plantas, provocando microrrasguños en estos tejidos que son reparados mediante deposiciones de celulosa y lignina. El conjunto de estos tejidos da resistencia y hace que el tallo sea fuerte y esté rígido. En interior y en invernaderos, la ausencia de viento y lluvia naturales causa una producción tan baja de celulosa y lignina que, a menudo, las plantas desarrollan tallos débiles y pueden necesitar ser sostenidos con tutores, especialmente durante la floración. Para contribuir al desarrollo de tallos fuertes, asegúrate de que haya un movimiento adecuado de aire en el entorno del cuarto de cultivo o del invernadero. 

Una vez presente el tejido verde en la plántula, la planta empieza a fabricar alimento (hidratos de carbono) y a producir energía a partir de la luz del sol y de los nutrientes del suelo. Este proceso se conoce como fotosíntesis. La clorofila es la sustancia que da a las plantas su color verde, y se encuentra en unas estructuras celulares llamadas cloroplastos. En el interior de los cloroplastos es donde la energía de la luz, el dióxido de carbono (CO2) tomado del aire, y el agua y los nutrientes de la tierra son convertidos en hidratos de carbono y oxígeno. Este proceso libera energía utilizable y produce almidones o azúcares, los cuales serán usados más tarde en el desarrollo de tejido vegetal y componentes celulares.

En el envés de las hojas, se localizan unos diminutos poros de respiración llamados estomas. Los estomas son el punto de entrada del CO2 a la planta, en la cual es usado para la fotosíntesis. Los estomas se abren y cierran para regular desde la hoja el flujo de humedad y oxígeno, que son productos de desecho de la fotosíntesis. Los estomas son muy importantes para la salud general de la planta y su funcionamiento.

Este jardín vegetativo de interior está iluminado 18 horas al día, con 6 horas de oscuridad. Este régimen lumínico mantiene las plantas en el ciclo de crecimiento vegetativo.

Los tallos han de ser robustos para soportar el peso de los cogollos florales. Los entrenudos de los tallos de esta planta crecen a poca distancia unos de otros. Éste es un rasgo deseable cuando se cultiva en interior.

Esta preflor femenina aparece 4 o 5 ramas por debajo del ápice de la planta alrededor de 2 meses después de germinar la semilla. Los pelos blancos y aterciopelados (estigmas femeninos) indican que esta planta ha designado su sexo y es hembra.

El crecimiento vegetativo al aire libre suele ser mucho más profuso que en interior. Es difícil que la luz artificial y un entorno de cultivo artificial puedan competir con la luz solar natural y la Madre Naturaleza. 

Prefloración

El cannabis que crece desde semilla normalmente muestra un desarrollo temprano de las estructuras florales que se conoce como preflores. La gran mayoría de las variedades comienza a producir estos órganos sexuales inmaduros durante la cuarta o la quinta semana de crecimiento vegetativo. En algunas variedades, pueden verse preflores tan pronto como en el cuarto nudo; sin embargo, suelen aparecer entre el cuarto nudo y el sexto desde la base de la planta. Las plantas de cannabis son, por lo general, totalmente macho o totalmente hembra, y cada sexo tiene su propia forma distintiva de preflor. Utiliza las preflores para identificar el género de las plantas y separar los especímenes hembra para la producción floral. Las flores femeninas se cultivan por su alto contenido en cannabinoides, y por ello son valoradas. Las plantas macho tienen niveles más bajos de cannabinoides (THC, CBD, CBN, etc.) y no suelen ser conservados por los cultivadores de cannabis. Lo habitual es que las plantas macho sean retiradas y destruidas por los cultivadores, pero también pueden mantenerse y evaluarse su potencial como material de crianza.

Las plantas que se cultivan en interior a partir de semillas suelen tenerse en fase de crecimiento vegetativo entre 4 y 6 semanas, o hasta que alcanzan un mínimo de altura de 30-45 cm, antes de ser inducidas a florecer. Las plantas más pequeñas también pueden inducirse a florecer, pero esta práctica no se recomienda generalmente para plantas cultivadas desde semilla, y es más práctica para cultivos planteados a partir de clones. La floración prematura de plantas jóvenes de semilla puede causar inestabilidad sexual (expresión intersexual) en algunas variedades.

Una preflor masculina diminuta aparece al acercarse el fin del ciclo natural de crecimiento vegetativo. El pequeño brote posee todas las características de una flor masculina, y seguirá creciendo hasta producir y liberar polen masculino. (MF)

En la parte derecha de este jardín, se cultivan plantas madre; a la izquierda, están los clones enraizados y en fase de crecimiento vegetativo bajo tubos fluorescentes T5.

Los insectos y los ácaros pueden llegar a ser un gran problema, especialmente en cultivos de interior y en invernadero. Este pulgón ha descubierto una nueva manera de pasar inadvertido: las manchas translúcidas que tienen en la espalda resultan similares a la resina del cannabis. (MF) 

Floración

El cannabis entra en la fase de floración a finales de verano y principios de otoño. A medida que las noches se hacen más largas y los días más cortos, las plantas reciben la señal de que su ciclo de vida anual empieza a finalizar, y comienza la fase de floración. El C. sativa y el C. indica son plantas determinadas por el fotoperiodo, y requieren noches largas y días cortos para iniciar la floración. El C. ruderalis no es inducido a florecer por los cambios del ciclo lumínico, y empieza a florecer cuando las plantas tienen 3 o 4 semanas de edad, independientemente del régimen de luz.

Si las flores femeninas se dejan sin polinizar, se desarrollan sin semillas; de ahí el término anglosajón “sinsemilla”, adoptado de la expresión en español. Las plantas hembra sin fecundar continúan produciendo flores y se van cubriendo cada vez más de tricomas glandulares y resinosos, los cuales producen los aceites esenciales que dan al cannabis su olor único (terpenos), así como los compuestos medicinales conocidos como cannabinoides. Los tricomas producen numerosos metabolitos vegetales secundarios, y estudios recientes demuestran que algunas moléculas producidas en los tricomas del cannabis pertenecen a familias de compuestos con cualidades probadas antifúngicas, antibióticas y antimicrobianas. También están presentes genes que proporcionan resistencia a la deshidratación, y se sabe que los tricomas de muchas especies inhiben el movimiento de los insectos. Todos estos factores apoyan la hipotética función protectora de los tricomas y sus subproductos frente a los insectos, la luz UV y demás elementos que podrían dañar la semilla en desarrollo durante su gestación en el interior de la flor femenina.

Después de semanas de intensa producción floral, el contenido de cannabinoides y la producción de otros metabolitos secundarios alcanza su máximo en las flores sin semilla no fecundadas. Éste es el momento ideal para cosechar; ya no se producen flores nuevas, y los racimos florales sin semillar tienen la máxima cobertura de tricomas glandulares ricos en cannabinoides y otros aceites esenciales.

Las plantas pequeñas de interior suelen rendir entre 30 y 120 gramos. Al aire libre y en invernadero, el cannabis puede permanecer en fase de crecimiento vegetativo durante varios meses, y alcanzar una altura final de 1,5 a 8 metros. Si se cuenta con un entorno ideal, el periodo vegetativo más largo permite que una planta produzca entre 2 y 5 kilos de flores secas ricas en cannabinoides.

Las plantas macho producen polen, el cual es soltado al aire y cae por casualidad sobre el estigma de una flor femenina no fecundada que se encuentra cerca. La flor se fecunda, y la semilla que dará lugar a la siguiente generación comienza a crecer bajo la capa protectora de tricomas que cubre la bráctea femenina. Tras soltar todo el polen de las flores con estambres, las plantas macho entran en senescencia y acaban muriendo. Las semillas de la planta hembra se desarrollan durante un periodo entre 3 y 6 semanas tras la fecundación. Una vez maduras, las semillas se abren paso a través de la bráctea protectora, y la planta hembra también empieza a entrar en senescencia, dejando que las semillas caigan al suelo.

En interior, la floración puede provocarse en la mayoría de variedades comerciales de cannabis proporcionando 12 horas de oscuridad ininterrumpida y 12 horas de luz cada 24 horas. Las plantas desarrolladas en regiones tropicales suelen empezar a florecer cuando reciben días y noches de 12 horas, pero la floración puede extenderse hasta 20 semanas. Hay cultivadores de variedades sativa ecuatoriales que aumentan el periodo de oscuridad a 13 horas o más en un intento de imitar el ciclo de luz natural de los trópicos.

La estructura de crecimiento de la planta cambia durante la floración. El desarrollo de hojas y brotes nuevos se ralentiza y empiezan a formarse flores. El cannabis tiene tanto plantas masculinas como femeninas. Cuando las flores masculinas y femeninas están en su plenitud, las flores masculinas liberan polen en el aire, y los gránulos de polen caen sobre las flores femeninas y las fecundan. La planta macho muere después de producir y soltar todo su polen. Las semillas se forman y crecen en el interior de las flores femeninas. A medida que las semillas maduran, la planta hembra va entrando en senescencia poco a poco y muere. Es entonces cuando las semillas maduras caen al suelo y germinan naturalmente o son recogidas para ser plantadas la primavera siguiente. 

Esta flor de cannabis parece escarchada de resina con alto contenido en cannabinoides, y estará lista para ser cosechada en un par de días. Las variedades de cannabis que están disponibles hoy en día hacen que sea fácil llevar a cabo un cultivo de cannabis médico potente.

Hay variedades como ‘Power Plant’ que producen grandes cogollos centrales con mucha rapidez.

Este jardín ha estado floreciendo durante 4 semanas. Los cultivos pequeños de interior como este jardín de 1 metro cuadrado son sencillos de montar. Observa que este jardín se riega de forma automática y requiere poco mantenimiento.

Plantas madre

Las plantas hembra sanas y vigorosas que producen flores de alta calidad con perfiles deseables de cannabinoides son las mejores candidatas para convertirse en plantas madre, aunque cualquier planta que se considere deseable puede convertirse en una planta madre o donante. Las plantas madre reciben entre 18 y 24 horas de luz al día para asegurar que se mantengan en la fase de crecimiento vegetativo. Para llevar a cabo la reproducción vegetativa, se cortan esquejes con tallo de los brotes o ramas de las plantas madre y se insertan en un medio de cultivo para que establezcan raíces. Los esquejes enraizados suelen llamarse “clones”, ya que las nuevas plantas comparten el código genético exacto de la planta madre y, por lo tanto, crecerán de forma idéntica si tienen el mismo entorno. Cultivar varias plantas madre libres de insectos, sanas y vigorosas es la clave para disponer de una provisión constante de clones hembra.

Una sola planta madre puede proporcionar cientos de clones a un jardín en pocos meses. En interior, los clones pueden ser inducidos a florecer tan pronto como alcanzan entre 15 y 20 cm de altura, o pueden cultivarse hasta que lleguen a 90 cm de altura o más antes de pasarlos a floración. Los “clones” idénticos se trasladan a la zona de floración en cuanto se cosecha el cultivo anterior. Los jardineros de exterior cultivan clones en interior hasta que estos miden unos 60 cm de altura antes de trasladarlos al aire libre o a un invernadero para su plantación.

Esta planta de C. ruderalis estaba creciendo junto a una autopista en Hungría a mediados de la década de 1980 cuando Nevil, fundador de The Seed Bank, tomó esta foto. Los criadores llevan muchas décadas trabajando con la genética ruderalis por sus cualidades neutras respecto a la duración del día. En los últimos años, las variedades de ruderalis han sido cruzadas con variedades “normales”, las cuales imparten un perfil fuerte de cannabinoides y aumentan el peso de la cosecha. 

La genética y la temperatura juegan un gran papel en las hojas de color morado. Las plantas como esta ‘Purple Pineberry’ están predispuestas a cambiar de color. Cuando se cultivan con tiempo frío, los colores son más pronunciados.

Por lo general, las plantas macho se retiran del jardín para que no polinicen las plantas hembra. La planta macho de la izquierda está en plena floración y su polen llega a todas las plantas hembra cercanas. Las plantas hembra desarrollarán semillas maduras en un plazo de 6 a 8 semanas. 

Las plantas madre pueden mantenerse y cultivarse durante muchos meses. Estas plantas madre de una granja mejicana llevan casi un año en el suelo.

Una vez cortados, los clones se enraízan bajo luz fluorescente durante dos semanas aproximadamente, hasta que desarrollan un sistema de raíces.

Este jardín de interior crece bajo tubos fluorescentes T5. Los tubos T5 proporcionan luz en abundancia para el crecimiento vegetativo. Las plantas están en contenedores individuales y son fáciles de mover en el jardín.

Clones

Las puntas de las ramas se cortan y enraízan en un nuevo medio de cultivo para formar esquejes o clones.

Los clones tardan 10-20 días en desarrollar un sistema de raíces fuerte y sano, pero pueden empezar a mostrar raíces en sólo 6 días. Los clones han de recibir 18-24 horas de luz para que se mantengan en la fase de crecimiento vegetativo, y una vez que el sistema de raíces está establecido, se trasplantan a contenedores más grandes. En interior, los clones se cultivan durante 1-4 semanas adicionales o más en la fase de crecimiento vegetativo antes de ser inducidos a florecer. Al aire libre, los clones se trasplantan a contenedores más grandes o a tierra madre, y permanecen en la fase de crecimiento vegetativo hasta que las noches se alargan a finales de verano, lo cual los induce a florecer.  

Tres jardines

Esta sección perfila tres jardines distintos en tres situaciones diferentes: interior, invernadero y exterior. Los ejemplos muestran distintos escenarios de plantación y cosecha que aprovechan las ventajas naturales de cada jardín y de las variedades cultivadas. Para una información más completa sobre cada tipo de jardín, consulta los capítulos Cuartos de cultivo, Casos prácticos, Exterior, y Variedades de cannabis médico.

Jardines de interior

Mantén las plantas madre y los clones a 18-24 horas diarias de luz. Induce la floración de las plantas vegetativas proporcionando 12 horas de oscuridad ininterrumpida y 12 horas de luz cada 24 horas. Una vez que el ciclo de luz/oscuridad se ajusta a 12 horas de oscuridad y 12 horas de luz, la mayoría de variedades de cannabis florecen y pueden cosecharse en 60-90 días.

Las puntas de las ramas son cortadas y enraizadas en tacos de lana de roca u otros medios de cultivo. Los esquejes desarrollan raíces en unas 2 semanas y, entonces, están listos para ser plantados.

El plástico negro se extiende a lo largo de este invernadero dotado de privación de luz. Todos los días, el plástico negro se coloca sobre el invernadero para oscurecerlo y crear un total de 12 horas de oscuridad, lo cual provoca la floración en las variedades de cannabis indica y sativa.

Esta pequeña planta feminizada autofloreciente es un ejemplo de cómo puede convertirse una semilla germinada en una planta madura lista para la cosecha en sólo 70 días, y recibiendo 18 horas diarias de luz. 

Primera cosecha
Cosecha de primavera en interior – 90 días
1 de enero – Traslada clones hembra bien enraizados y de 30-45 cm de altura al cuarto de cultivo con 18-24 horas de luz. 
21 de enero – Trasplanta los clones a contenedores de 11 litros.
30 de enero – Provoca la floración con días y noches de 12 horas. 
7 de febrero – Saca esquejes y empieza el siguiente cultivo de clones. Proporciona a los clones 18-24 horas de luz. 
30 de marzo – Cosecha el primer cultivo.

Segunda cosecha 
Cultivo de verano en interior – 90 días
1 de abril – Traslada clones hembra bien enraizados al cuarto de cultivo con 18-24 horas de luz.
21 de abril – Trasplanta los clones a contenedores de 11 litros.
30 de abril – Provoca la floración con días y noches de 12 horas.
7 de mayo – Saca esquejes y empieza el siguiente cultivo de clones. Proporciona a los clones 18-24 horas de luz.
30 de junio – Cosecha el primer cultivo.

Tercera cosecha 
Cultivo de otoño en interior – 90 días
1 de julio – Traslada clones hembra bien enraizados al cuarto de cultivo con 18-24 horas de luz.
21 de julio – Trasplanta los clones a contenedores de 11 litros.
30 de julio – Provoca la floración con días y noches de 12 horas.
7 de agosto – Saca esquejes y empieza el siguiente cultivo de clones. Proporciona a los clones 18-24 horas de luz.
30 de septiembre – Cosecha el primer cultivo.

El jardín de la derecha le lleva una semana de adelanto al jardín de la izquierda, y será cosechado una semana antes.

Las plantas de la izquierda estarán listas para ser cosechadas en una semana más o menos. Las plantas de la derecha llevan alrededor de 2 semanas en floración y se cosecharán en unas 6 semanas.

Planta un cultivo de primavera en zonas de clima cálido. La menor intensidad de la luz solar hará que los cogollos sean más pequeños, entre la mitad y las tres cuartas partes del tamaño que alcanzarían otros. Si la planta pasa frío por la noche, el crecimiento se ralentiza. 

Jardines en invernadero

Los cultivos de invernadero pueden ser cosechados dos o más veces al año, pero lo más frecuente es plantarlos en primavera y que produzcan una sola cosecha en otoño. En climas fríos, hay que calentar los invernaderos. Todos los invernaderos han de ser ventilados o refrescados cuando el tiempo es cálido. El siguiente escenario básico muestra cómo cosechar tres cultivos de invernadero por año.

Este invernadero mejicano precisa mallas de sombreo y luz suplementaria por la noche para mantener las plantas en fase de crecimiento. Los días y las noches varían entre 11 y 13 horas a lo largo del año. Éste es el fotoperiodo perfecto para la floración del cannabis.

Primera cosecha 
Cultivo de primavera en invernadero – 90 días
1 de marzo – Traslada plántulas y clones bien enraizados y arbustivos de 30-60 cm al invernadero. 
1 de marzo – Los días primaverales con noches largas de 12 horas y días cortos de 12 horas le indican al cannabis que florezca.  
15 de marzo – Retira todas las plantas macho. Para distinguir las plantas, comprueba la presencia de preflores masculinas. 
15 de marzo – Trasplanta los clones y las plántulas hembra a contenedores grandes. 
15 de abril – Oscurece el invernadero una vez transcurridas 12 horas de oscuridad, hasta la cosecha.
30 de mayo – Cosecha: la luz solar menos intensa hace que los cogollos sean más pequeños que en las cosechas siguientes durante la temporada. 

Segunda cosecha
Cultivo de verano en invernadero – 90 días
1 de junio – Traslada plántulas y clones bien enraizados y arbustivos de 30-60 cm al invernadero.
15 de junio – Retira las plantas macho; las preflores masculinas distinguen las plantas macho de las hembra.
15 de junio – Trasplanta los clones y las plántulas hembra a contenedores grandes. 
1 de julio – Provoca la floración oscureciendo (cubriendo) el invernadero una vez transcurridas 12 horas de luz. 
15 de julio – Comprueba el género de todas las plantas. Retira las plantas macho restantes. 
1 agosto – Mantén la floración mediante el oscurecimiento del invernadero tras 12 horas de luz hasta la cosecha.
30 de agosto – Cosecha un cultivo abundante de cogollos florales de cannabis médico de la mejor calidad, los cuales han recibido niveles máximos de luz solar. 

Tercera cosecha 
Cultivo de otoño en invernadero – 75 días
1 de septiembre – Traslada plántulas y clones bien enraizados y arbustivos de 30-60 cm al invernadero.
15 de septiembre – Las noches largas y los días cortos de otoño le indican al cannabis que empiece a florecer.
15 de octubre – Las flores de cannabis médico se desarrollan bien, pero los bajos niveles de luz limitan su crecimiento.
15 de noviembre – Cosecha cogollos más pequeños por haber recibido la luz menos intensa del otoño.

Este pequeño invernadero protege el cannabis en floración de las lluvias y el mal tiempo. El invernadero también mantiene las plantas un poco más calientes durante la noche. Se necesita más riego con regularidad cuando se cultivan plantas grandes en contenedores pequeños. 

Jardines al aire libre

Por lo general, los jardines de exterior son plantados en primavera y se cosechan en otoño. Aplicando la información incluida en este capítulo, los jardines de exterior pueden cosecharse dos o tres veces al año en climas moderados o templados. Trasplantar clones y plántulas y cosechar un único cultivo es todo lo que puede hacerse en climas fríos con una temporada de cultivo de 90 días. También hay que tener un cuidado extra para proteger las plántulas y los clones del mal tiempo.

Primera cosecha
Cultivo de primavera en clima suave – 90 días
1 de marzo – Traslada plántulas y clones bien enraizados y arbustivos de 30-60 cm a pleno sol dentro de un invernadero dotado de calefacción.  
1 de marzo – Las noches largas inducen al cannabis a florecer. 
15 de marzo – Retira las plantas macho; las flores masculinas distinguen a las plantas macho. 
15 de marzo – Trasplanta los clones y las plántulas hembra a contenedores grandes. 
15 de marzo – En climas suaves, traslada las plantas al aire libre; puede ser necesario cubrir las plantas durante las noches frías. 
15 de abril – Oscurece las plantas tras 12 horas de luz si la floración se ralentiza. 
30 de mayo – Cosecha cogollos de menor tamaño por haber recibido la luz menos intensa de la primavera.

Segunda cosecha
Cultivo de verano – 70–75 días
1 de mayo – Empieza a cultivar en interior una variedad con predominancia ruderalis (autofloreciente feminizada).
15 de mayo – Trasplanta la variedad autofloreciente feminizada a contenedores de 11 litros. 
21 de mayo – Trasplanta las plantas fuertes y sanas al jardín de exterior.
1 de junio – Las flores femeninas se hacen visibles.
15 de julio – Cosecha 85–100 gramos de cogollo floral en seco por planta.

Tercera cosecha
Indica/Sativa puras y cruces Indica/Sativa
1 de marzo – Planta clones y plántulas en interior.
1 de mayo – Traslada clones y plántulas arbustivas de 30-60 cm de altura al aire libre en climas  templados.
1 de mayo – Aparecen las preflores; retira las plantas macho. 
1 de junio – Traslada clones y plántulas arbustivas de 30-60 cm de altura al aire libre en todos los climas.
1 de agosto – Empiezan a formarse las flores; retira cualquier planta macho que haya aparecido por sorpresa. 
Septiembre – Recoge una cosecha abundante de plantas grandes.

Cultivo de otoño plantado en primavera – 210 días. Una temporada completa de 7 meses de duración produce plantas muy grandes si se cultivan adecuadamente. Estas plantas de 4,5 kilos tenían sol directo todo el día y se desarrollaron en una tierra orgánica de calidad superior.

Todos los capítulos

Contenido