Lámparas Led y Aps en Interior – Caso Práctico 2 – Capitulo 13

Toni es un cultivador de cannabis médico apasionado y preciso. No sabía nada del cannabis hasta 2006, cuando le fue diagnosticada fibromialgia, una enfermedad debilitante muy dolorosa. Después de buscar alivio con el uso de medicamentos recetados y, más adelante, a través del cannabis, Toni descubrió que el consumo de cannabis hacía que los días fueran menos dolorosos. El cannabis también le abría el apetito, y le daba energía para disfrutar la vida. Al igual que muchos pacientes de cannabis médico, Toni cambió un puñado de medicamentos con receta por cannabis medicinal.

Como paciente médico, Toni tiene pasión por el cultivo de cannabis. Siempre está experimentando con nuevos productos y variedades, recopilando información y afinando sus jardines. Este caso práctico sigue uno de sus cultivos e incluye algunos ejemplos de anteriores jardines.   

Toni también es un fotógrafo experto. Cuando llegó el momento de redactar el resultado de mis visitas de cultivo y las entrevistas a Toni, se hizo difícil reducir la cantidad de fotos e información detallada acerca de sus jardines.

Toni es muy exigente en lo que respecta a la limpieza y el orden en el jardín. La limpieza y la prevención de plagas y enfermedades ocupan los primeros lugares en su lista de tareas. Cada semana durante el crecimiento vegetativo, toma medidas para evitar la presencia de hongos, insectos, ácaros y sus huevos.

Limpieza + Organización = Éxito

Semillas y plántulas

Toni evita cultivar plantas feminizadas autoflorecientes. Piensa que requieren demasiada luz (20 horas diarias) y energía eléctrica para la cantidad de producción que rinden. Sin embargo, el aumento de horas de luz hace que el peso de la cosecha se incremente hasta un 30%.

Las semillas feminizadas de ‘Black Jack’ (Sweet Seeds) mostradas aquí fueron germinadas en papel toalla humedecido, y estaban listas para ser plantadas. Gran parte de la raíz principal está cubierta de raíces absorbentes finas y delicadas que se extenderán rápidamente en el medio de cultivo.  

Ocho ‘Black Jack’ y ocho ‘Jack 47’ (Sweet Seeds) feminizadas fueron germinadas y cultivadas en contenedores de 1 litro bajo una lámpara de halogenuro metálico de 400 vatios. Esta foto fue tomada 20 días después de la germinación. Las pequeñas plantas se regaban con Root Juice (EC 720 mS, pH 6,2). Un humidificador ayudaba a proteger los clones del estrés por falta de humedad.

Crecimiento vegetativo

Una lámpara de halogenuro metálico de 400 vatios iluminaba 16 plántulas de ‘Kalashnikova’ feminizada (Green House Seed Company) en contenedores de 1 litro. Las plantas habían sido rociadas poco antes con solución nutriente con una EC de 250 mS y un pH de 6,0.

Las plántulas de ‘Kalashnikova’ feminizadas fueron trasplantadas a contenedores de 11 litros y agrupadas en este armario de cultivo. Se usó un Fertometer para medir la conductividad eléctrica en el sustrato del contenedor y saber la concentración total de fertilizante.

Toni aplicó los siguientes fungicidas en rotación semanal: tetraconazol, penconazol y miclobutanil. Además, utilizó una lámpara UVC de mano (CleanLight Hobby, de Hortitec) para acabar con los hongos e insectos, así como con los ácaros y sus huevos. También empleó un vaporizador de azufre; véase “Quemadores de azufre”.

Lámparas LED y APS

Este jardín estaba iluminado por una combinación de luz de sodio de alta presión (APS) y diodos emisores de luz (LED). Los requerimientos de luz por parte de las plantas durante el crecimiento vegetativo eran menores. Toni utilizó 400 vatios durante los primeros 33-40 días de crecimiento. En floración, el balasto fue ajustado a toda potencia, de manera que la lámpara APS emitiera la máxima cantidad de luz.

Los leds eran de distintos colores, y emitían el espectro idóneo para el desarrollo del cannabis médico. Estaban colocados alrededor de la lámpara APS para ampliar el espectro lumínico. Toda la canopia de plantas creció uniformemente, ya que recibía la misma cantidad de luz con el espectro adecuado.

Por regla general, las lámparas de alta intensidad se mantuvieron a 35 cm de la canopia del jardín para proporcionar la intensidad máxima y una cobertura homogénea. Los leds se mantuvieron a 15 cm de las puntas de las plantas. No obstante, cuando la temperatura era mayor de 24 ºC en la punta de los cogollos, Toni alejaba las lámparas para que las plantas no se calentaran demasiado.

Las lámparas LED tienen que funcionar a la temperatura correcta para rendir adecuadamente. Más allá del escaso margen de temperatura de eficiencia máxima, la potencia de la luz LED cae drásticamente y el espectro se vuelve inestable. Véase “Lámparas de diodos emisores de luz (LED)” en el capítulo 17, Luz, lámparas y electricidad.

La luz concentrada de alta intensidad y LED penetraba más de 70 cm en la canopia cubierta de cogollos.

Incluso con la intensa luz que proporcionaban la lámpara APS de 600 vatios (Cool Tube) y 300 vatios de leds, toda la luz era aprovechada por las plantas. La luz no brillaba en el suelo.

Después de cambiar la bombilla de halogenuro metálico por una de sodio al principio de la floración, se comprobó la intensidad de la luz para garantizar un alto nivel lumínico. 

Esta bonita vista del jardín muestra las luminarias APS de 600 vatios y LED de 420 vatios iluminando 16 plantas en floración cultivadas en contenedores de 11 litros. Los balastos electrónicos permiten regular la intensidad de la luz DAI que se emite.

Toni utiliza únicamente leds de alta calidad, Osram o Cree. Afirma que las diferencias notables que hay en los procesos de producción hacen que estos leds sean más brillantes y duren más. La tecnología LED está cambiando rápidamente.

El vataje y la intensidad de luz podían regularse tanto en la lámpara APS de 600 vatios (Cool Tube) como en la luminaria LED de 420 vatios. La intensidad de la luz y el espectro estaban ajustados para que las plantas recibieran una luz intensa con el espectro adecuado. La rápida eliminación del aire caliente permitía mantener la lámpara DAI más cerca de la canopia del jardín. 

Los balastos electrónicos le permitían a Toni aumentar la potencia lumínica cuando era necesario. Durante el crecimiento vegetativo, las plantas necesitaban unos niveles de luz más bajos, por lo que la potencia lumínica se redujo a 400 vatios para ahorrar electricidad sin afectar al ritmo de crecimiento.

Aire

Este dispositivo medía la temperatura y la humedad, y los registraba de manera que los datos podían descargarse a través de una conexión USB. La memoria interna tenía capacidad para 32.000 registros.

Las barras horizontales dentro del armario de cultivo reforzaban la estructura para evitar que las paredes fueran atraídas hacia dentro por la presión negativa que generaba el extractor. Este jardín lleno de ‘Kalashnikova’ floreció durante 48 días bajo una lámpara APS de 600 vatios. Había cuatro termómetros en el jardín: uno, arriba; otro, en la canopia de las plantas; otro entre las plantas; y el cuarto, en el suelo. Con ello, se medía la temperatura en distintos niveles.

Los 600 vatios de luz APS y los 300 vatios LED estaban optimizados con un generador y un analizador de CO2 de Ecotechnics. Toni descubrió que añadir CO2 durante el desarrollo vegetativo aumentaba el crecimiento entre un 10 y un 20%, aunque también avisa de que el CO2 es lo último que se añade cuando se trata de optimizar la producción del jardín. 

Quemador de azufre

Toni usaba el quemador de azufre como medida preventiva contra las plagas y enfermedades: una aplicación semanal durante la fase de crecimiento vegetativo exclusivamente. El azufre vaporizado cae en el follaje y acaba con plagas y enfermedades como la botritis, los ácaros y los trips. Recuerda que los quemadores de azufre tienen un área pequeña de cobertura; el azufre tiende a caer cerca de donde se vaporiza. 

El azufre se sublima (pasa de sólido a gas) entre 144 y 155 ºC. A 160 ºC, se forma ácido sulfúrico, que es tóxico. Por este motivo, es extremadamente importante el uso y mantenimiento de un equipo de calidad.

Agua y fertilizantes

Éste era el esquema básico de Toni para el uso de fertilizantes y aditivos. Durante el periodo que duraron mis visitas a su jardín, también experimentaba añadiendo otros fertilizantes BioBizz.

El agua salía del grifo con 1.100 ppm de sólidos disueltos (sales). Se empleaba un filtro de osmosis inversa para purificar el agua antes de añadir los abonos.  

El sustrato era Coco-Mix, de BioBizz. Toni puso una capa de un dedo de grosor de arlita en el fondo de los contenedores antes de llenarlos, y dejó un poco de espacio extra en la parte superior para dar cabida al agua de riego.

Toni con ‘Mr. Bubba’.

Floración

Ocho ‘Black Jack’ y ocho ‘Jack 47’ feminizadas cultivadas en contenedores de 11 litros llenan el armario de 1,2 x 1,2 m. Para Toni, esta configuración era la más eficiente al cultivar cannabis medicinal.

Observa los estigmas blancos femeninos en el séptimo entrenudo desde la punta de esta ‘Kalashnikova’ feminizada con 37 días de crecimiento.

Aquí tenemos el jardín bajo una lámpara APS de 600 vatios a los 25 días de floración.

Observa la flor masculina (intersexual) en una planta hembra feminizada tras 14 días de floración.

En este experimento, algunas de las plantas están tutoradas mediante una “jaula para plantas” hecha con seis tutores. Las plantas crecieron con tal densidad que cubrieron toda la zona de cultivo. No se veía el suelo.

A los 43 días de floración, los bordes de las hojas cercanas a este cogollo de ‘Kalashnikova’ feminizada estaban cubiertos de resina, y formaban una pequeña espiral. 

Cogollo de ‘Kalashnikova’ feminizada a los 49 días de floración.

Mira con atención los tricomas glandulares de esta ‘Kalashnikova’ feminizada con 44 días de floración, y podrás ver los primeros tricomas ámbar y algunas cabezas de resina rotas.

Llegado el momento de la cosecha, tras 53 días de floración, este cogollo de una planta hembra de ‘Lavender’ (Soma Seeds) estaba repleto de resina.

En esta macrofotografía de un cogollo de ‘Lavender’ a los 53 días de floración puede verse que alrededor del 10% de las glándulas de resina se han vuelto de color ámbar.

Esta foto de una ‘Kalashnikova’ feminizada (fenotipo) fue tomada el día de la cosecha, a los 57 días de floración.

Este cogollo pertenece a otro fenotipo de ‘Kalashnikova’ feminizada a los 57 días de floración, durante la cosecha. Observa las diferencias sutiles entre este fenotipo y el fenotipo mostrado a la izquierda.

Este cogollo apical de una planta hembra de ‘Somango’ (Soma Seeds) llevaba 68 días en floración, y le quedaban 2 días para la cosecha.

Este plano detalle muestra la punta de un cogollo de ‘Pakistan Chitral Kush’ (Cannabiogen). El color rojo sangre se ve en raras ocasiones.

Esta ‘Somango’ en contenedor de 11 litros estaba lista para ser cosechada tras 70 días de floración. Las hojas grandes y más viejas mostraban la clorosis causada por el lavado del nitrógeno de la tierra.

Esta ‘Somango’ fue podada para dejar únicamente 2 ramas principales. El resultado fue una planta que creció como si fueran 2 plantas individuales.

Toni cosechaba cuatro plantas cada vez, en rotación de cosecha perpetua. Según la variedad y las condiciones de cultivo, cada planta producía entre 60 y 65 gramos de cogollos medicinales secos.