Aire – Capitulo 16

El aire fresco es fundamental para cultivar jardines sanos. Los invernaderos y los jardines de interior dependen del abastecimiento de aire fresco. Este valioso recurso suele determinar el éxito o el fracaso de un cultivo. En exterior, el aire fresco es abundante y contiene el dióxido de carbono (CO2) necesario para la vida vegetal. Por ejemplo, el nivel de CO2 en el aire ronda el 0,039% (389 ppm) pero, en un campo de cannabis en crecimiento rápido, puede reducirse a 250 ppm; alrededor de una tercera parte menos del nivel normal en un día sin viento. El viento hace que sople un aire rico en CO2. La lluvia limpia el aire y las plantas de polvo y contaminantes. El medio ambiente de exterior suele ser duro e impredecible, pero siempre hay aire fresco. El aire rico en CO2 resulta más crítico en los jardines de interior y de invernadero. El entorno debe controlarse de manera cuidadosa para replicar lo mejor de la atmósfera al aire libre.

El aire de los invernaderos y los cuartos de cultivo debe circular, ya sea por corrientes naturales o por medios mecánicos, para simular los ambientes de exterior. El aire viciado y empobrecido se expulsa fuera, y el aire fresco y rico en CO2 se introduce de manera pasiva o forzada en los cuartos de cultivo e invernaderos. El aire debe circular para evitar que se estanque y estratifique alrededor de las hojas y dentro de la estructura.

El dióxido de carbono y el oxígeno proporcionan elementos básicos para la vida vegetal. El oxígeno (O2) se usa en la respiración, quemando hidratos de carbono y otros alimentos para proporcionar energía. El dióxido de carbono debe estar presente durante la fotosíntesis. Sin CO2, las plantas morirían. El dióxido de carbono combina la energía de la luz con agua para producir azúcares. Estos azúcares sirven como combustible para el crecimiento y el metabolismo de las plantas de cannabis. Si los niveles de CO2 son reducidos, el crecimiento se ralentiza al máximo. A excepción de lo que ocurre durante los periodos de oscuridad, las plantas liberan más O2 del que usan, y usan mucho más CO2 del que liberan.

Las ramas bajas se podan para aumentar el flujo de aire en la zona inferior de las plantas. El aire fresco es fundamental para que las plantas dispongan de dióxido de carbono en abundancia..

El espacio extra que hay en este invernadero desaparecerá antes de la cosecha. Los cogollos llegarán al techo en poco tiempo. La ventilación funciona a toda velocidad las 24 horas del día.

Las raíces también utilizan el aire. El oxígeno debe estar presente junto con el agua y los nutrientes para que las raíces sean capaces de absorber nutrientes. La tierra saturada de agua y compactada tiene poco espacio para el aire que necesitan las raíces, y la toma de nutrientes se detiene.

Estomas

Los animales regulan la cantidad de aire inhalado y de dióxido de carbono y otros elementos exhalados a través de las fosas nasales, mediante los pulmones. En el cannabis, el flujo de O2 y CO2 está regulado por los estomas. Cuanto más grande es la planta, más estomas tiene para absorber CO2 y liberar O2. Cuanto mayor es el volumen de plantas, más cantidad de aire fresco y rico en CO2 necesitarán para crecer rápidamente. Cuando los estomas están taponados por la suciedad y los residuos que dejan los pulverizadores, no funcionan adecuadamente y restringen el flujo de aire. Mantén limpio el follaje. Para evitar que se taponen los estomas, pulveriza el follaje con agua templada un día o dos después de pulverizar con pesticidas, fungicidas o abonos foliares.

La función de los estomas es bastante compleja y está controlada por muchas variables, incluyendo factores externos como la luz; los aumentos y disminuciones de la presión debidos a la disponibilidad y el potencial de evaporación; y la presencia o la concentración de ciertos gases, como el CO2. Por ejemplo, una planta de 1 metro de altura puede transpirar fácilmente 4 litros al día si la humedad es inferior al 50%. Sin embargo, la misma planta transpira 0,2 litros en un día húmedo y fresco.

Calidad del aire interior

Los estomas son poros microscópicos que están en el envés de las hojas, y pueden compararse con las fosas nasales del reino animal.


Las moléculas —O2, CO2, H2O, etc.— se trasladan a la superficie de la hoja en la situación de flujo masivo que conocemos como atmósfera. Cuando el aire está quieto, las moléculas se desplazan con la energía de su propia vibración, que es un proceso lento. Cuando la atmósfera se mueve, las moléculas se desplazan más deprisa. Cuando llegan a los estomas, las moléculas se encuentran con la primera barrera que frena su movimiento, la de la abertura. Al igual que un puerto en el mar con multitud de barcos, la abertura del estoma ralentiza el movimiento porque las moléculas se dispersan por su propia fuerza al entrar y salir del estoma; la abertura regula el paso en ambos sentidos. Una buena circulación de aire aleja con más rapidez las moléculas que han salido, y acerca nuevas moléculas al estoma a la misma velocidad. Una vez dentro, las moléculas vibran al atravesar la cavidad hasta la siguiente barrera, situada en la membrana celular, y el apiñamiento comienza de nuevo. La ventilación también puede ser utilizada para distribuir el calor y controlar la humedad.


Temperatura

La temperatura es un factor determinante en el desarrollo de las plantas, así como en la mayoría de los procesos vitales que tienen lugar en el suelo. Un termómetro preciso es esencial para medir la temperatura en todo cuarto de cultivo. Los termómetros de mercurio o líquidos suelen ser más exactos que los de tipo muelle o disco, pero no son seguros desde el punto de vista ecológico. Un termómetro barato proporciona información básica, pero el termómetro ideal es del tipo día/noche o máxima/mínima, que registra las bajadas de temperatura por la noche y las máximas alcanzadas durante el día. Consulta el capítulo 15, Medidores, para más información sobre los termómetros.

En condiciones normales, el rango ideal de temperatura para el desarrollo del cannabis es de 22 a 24 ºC. Por la noche, la temperatura puede bajar de 2 a 5 ºC sin que apenas puedan notarse efectos en el ritmo de crecimiento. La temperatura no debería bajar más de 8 ºC, o el exceso de humedad y el moho podrían convertirse en un problema. Las temperaturas diurnas que superan los 30 ºC o están por debajo de 15 ºC ralentizan o detienen el crecimiento. Mantener la temperatura adecuada de forma constante en los cuartos de cultivo y los invernaderos fomenta un crecimiento fuerte, sano y uniforme. Asegúrate de que las plantas no estén demasiado cerca de fuentes de calor, como pueden ser los balastos o las salidas de aire caliente, ya que podrían llegar a secarse o, incluso, sufrir quemaduras. Las entradas de aire frío también frenan el crecimiento de las plantas. 

El cannabis regula su toma de oxígeno en relación a la temperatura del aire más que en función de la cantidad disponible de O2. Las plantas usan mucho O2; de hecho, una célula vegetal emplea tanto O2 como una célula humana. El aire debe contener al menos un 20% de O2 para que las plantas prosperen.* Las hojas no son capaces de fabricar O2 por la noche, pero las raíces siguen necesitándolo para crecer. El ritmo respiratorio de las plantas se duplica aproximadamente cada 10 ºC. El consumo de oxígeno por parte de las raíces aumenta a medida que se calientan, lo cual explica la importancia del aire fresco tanto de día como de noche. 

Las temperaturas por encima de 30 ºC no son recomendables aunque se enriquezca el aire con CO2. Cuando la temperatura es demasiado alta, la fotorrespiración tiene lugar más deprisa de lo que puede compensar la planta, por lo que el sistema deja de funcionar y el O2 ocupa el lugar del CO2; esto detiene el ciclo de Calvin** y, con ello, la conversión de luz en hidratos de carbono y energía.


Función estomática: El aumento de la presión interna debido a la actividad de las raíces, una subida de temperatura o un bloqueo en el camino de salida, junto a distintos estímulos como la disminución de los niveles internos de CO2 o determinados tipos de luz (normalmente, luz UV), propician que las células oclusivas del estoma se vuelvan turgentes y se abran (mediante otros procesos –a veces, complejos- que incluyen cambios en el potasio y demás).

La disminución de la presión interna por bajas temperaturas, la reducción de la disponibilidad de agua en la zona de las raíces, los niveles altos de CO2, la falta de estímulos ambientales o una demanda mayor de la que puede abastecerse en el camino de salida provocan que las células oclusivas se distiendan, lo cual cierra los estomas parcial o totalmente. Esto limita la cantidad de agua que sale de la planta, y aporta cierta protección. Ambos casos pueden ocasionar un desequilibrio entre la necesidad de agua y su aprovisionamiento.

La humedad es similar a las tuberías de un sistema de abastecimiento de agua. La temperatura es la energía que hace funcionar la bomba, que es el sistema vascular de la planta. La válvula que hay después de la bomba y antes del final del recorrido es el estoma. Al otro lado de la válvula, se encuentra el contenedor o depósito: la demanda. A medida que aumenta la energía que llega a la bomba, ésta bombea más deprisa y genera un flujo mayor. Cuanto más grandes sean las tuberías, más flujo habrá. Cuanto más abierta esté la válvula, más flujo habrá. Cuanto más grande sea el contenedor al final de las tuberías, mayor será el resultado del sistema, ya que podrá proporcionar un volumen mayor. Aunque la bomba funcione tan rápido como sea posible, las tuberías han de ser lo bastante grandes para llevar la carga. La válvula tiene que estar lo bastante abierta para dar paso, y el contenedor debe ser lo bastante grande para albergar la carga. Si la bomba apenas se mueve pero las tuberías son enormes, no habrá presión y el agua dejará de fluir, o no llegará a todos los contenedores (la válvula se cierra cada vez más para mantener la presión en el sistema y hacer que el agua siga estando disponible para los procesos vitales de respiración, etc.).

This photo of half-opened stomata, the mouthlike openings on leaf undersides, was magnified 2500 times.

Ocurre lo contrario cuando la bomba funciona con rapidez y las tuberías son muy pequeñas: la carga que se entrega es insuficiente y el proceso se detiene. Si la bomba está abierta y las tuberías son muy grandes, la presión vuelve a ser nula y el funcionamiento se detiene; lo mismo sucede a la inversa. El sistema no proporcionará ninguna carga al final en estas cuatro situaciones. Por lo tanto, en una situación en la que hay agua (carga) disponible, la temperatura (energía) es normal, el contenedor (depósito) es adecuado y las tuberías son muy pequeñas, la válvula estará más abierta para lograr que la carga sea entregada.


*Por volumen, el aire seco contiene aproximadamente un 78,09% de nitrógeno, 20,95% de oxígeno, 0,93% de argón, 0,039% de dióxido de carbono (390 ppm) y cantidades ínfimas de otros gases. Observa que el nivel ambiental de CO2 ha aumentado de las 350 ppm que se registraban hace 50 años; a medida que aumenta el CO2, la tierra se calienta.

**El ciclo de Calvin [también conocido como ciclo de Calvin, Benson y Bassham (CBB), ciclo reductor de las pentosas-fosfato, o ciclo C3] es una serie de reacciones redox bioquímicas que tienen lugar en los estomas de los cloroplastos en los organismos fotosintéticos. Las reacciones fotosintéticas independientes de la luz son reacciones químicas que convierten el dióxido de carbono y otros compuestos en glucosa. Melvin Calvin, James Bassham y Andrew Benson descubrieron este ciclo en la Universidad de California en Berkeley usando el isótopo radiactivo carbono-14.

La fotorrespiración es un proceso del metabolismo de las plantas por el cual se añade oxígeno a la RuBP (un azúcar) mediante la acción de la RuBisCO (una enzima) en vez de dióxido de carbono durante la fotosíntesis normal. Éste es el paso inicial del ciclo de Calvin, Benson y Bassham. Este proceso reduce la eficiencia de la fotosíntesis en las plantas C3.

En condiciones adecuadas, cuando el abastecimiento de agua es abundante, las temperaturas del aire más altas favorecen la actividad metabólica y aceleran el crecimiento. Cuanto más caliente está el aire, más agua puede retener. Este aire húmedo suele frenar las funciones de las plantas y desacelerar el crecimiento en vez de acelerarlo. Lo más habitual es que, a medida que aumenta la temperatura, la humedad disminuye y las plantas usan agua más deprisa; más tarde en el ciclo lumínico, el aire se vuelve más húmedo debido a la cantidad de agua que va reteniendo. Cuando las luces se apagan o la temperatura del aire se reduce naturalmente, los niveles de humedad empiezan a subir hasta alcanzar la saturación, en cuyo punto la humedad del aire se condensa. Remover el aire ralentiza o anula este proceso. La noche –cuando las luces se apagan- suele causar complicaciones; el exceso de humedad y la condensación que se produce cuando baja la temperatura pueden acarrear problemas.

Los invernaderos de plástico ayudan a regular la temperatura del exterior. En interior, la regulación de la temperatura se logra de distintas maneras: ventilación, circulación del aire, acondicionamiento del aire y más.

El calor que se acumula cuando el tiempo es caluroso puede coger desprevenido a cualquier cultivador y causar problemas serios. Los cuartos ideales de cultivo están situados bajo tierra, en sótanos, aprovechando las cualidades aislantes de la tierra madre. Los jardines de interior pueden calentarse rápidamente cuando se suma el calor añadido de las lámparas DAI a un clima cálido y húmedo en el exterior, y la temperatura también puede dispararse en los invernaderos. Más de un cultivador estadounidense ha perdido su cosecha a causa de una ola de calor durante el fin de semana del Cuatro de Julio, ya que constituye la primera gran festividad del verano y todo el mundo quiere salir por ahí para disfrutarla. Hay jardineros que se olvidan de mantener una buena ventilación en el cuarto de cultivo mientras están fuera, o que están demasiado paranoicos para hacerlo. La temperatura puede sobrepasar fácilmente los 38 ºC en cuartos de cultivo e invernaderos con poco aislamiento y mala ventilación. Cuanto más calor hace, más ventilación y agua se necesita.

El tiempo invernal llega pronto a algunos jardines. Este jardinero pudo cosechar su cultivo mucho antes de que llegara la nieve.

El frío invernal es el otro extremo de la temperatura. Remóntate al pasado y recuerda las tormentas de invierno en tu clima. El suministro eléctrico suele cortarse en las ciudades y en las zonas de alrededor. Las tuberías se congelan y los sistemas de calefacción dejan de funcionar. Hay residentes que tienen que dejar sus hogares hasta que se restablece la electricidad; a menudo, varios días después. En estos casos, los cultivadores se encuentran marchitos sus hermosos jardines, de ese color verde tan desagradable que sólo produce la congelación. Tuberías rotas, hielo por todas partes. Es difícil combatir estos actos de Dios pero, si es posible, mantén siempre la temperatura en el cuarto de cultivo por encima de 10 ºC; y, definitivamente, por encima del punto de congelación, 0 ºC. Si la temperatura cae por debajo de este mínimo, la congelación romperá las células de la planta, y el follaje empezará a morir o, como mínimo, a crecer lentamente. El crecimiento se ralentiza o para cuando la temperatura baja de 13 ºC. No es recomendable estresar las plantas mediante condiciones climáticas frías; puede que produzca un contenido proporcionalmente más alto de THC, pero reducirá la productividad total de las plantas. 

A thermostat measures temperature and controls it by turning on or off a device that regulates heating or cool­ing, keeping the temperature within a predetermined range. A thermostat can be attached to an electric or combus­tion heater. Often indoor garden rooms can take advantage of individually thermostat-controlled electric baseboard heaters in each room.

Los termostatos miden la temperatura y la controlan encendiendo o apagando un aparato que regula la calefacción o la refrigeración, manteniendo la temperatura dentro de unos márgenes predeterminados. Puede conectarse un termostato a un calefactor eléctrico o de combustión. Con frecuencia, los cuartos de cultivo pueden aprovechar que muchos hogares ya tienen instalada calefacción central y disponen de un termostato en cada habitación. Se puede utilizar un termostato para controlar los extractores de ventilación en todos los cuartos de cultivo, a excepción de los más fríos. Cuando hace demasiado calor en el jardín, el termostato enciende el extractor, el cual evacua el aire caliente y viciado. El extractor sigue funcionando hasta que se alcanza la temperatura deseada, momento en que el termostato detiene el aparato. Un extractor regulado con un termostato proporciona un control adecuado de la temperatura y la humedad en muchos cuartos de cultivo e invernaderos. Si el calor y la humedad son un problema mayor, puede instalarse un aparato de aire acondicionado, pero estos aparatos consumen mucha electricidad. Si el problema es el exceso de calor, pero la humedad no es preocupante, utiliza un climatizador con agua. El funcionamiento de estos ventiladores evaporativos resulta económico y mantienen frescos los cuartos de cultivo y los invernaderos en climas áridos.

Los termómetros de lectura fiable son un equipamiento necesario en todos los jardines de cannabis de interior, de invernadero y al aire libre.

La regulación de la temperatura ambiente es fundamental para un desarrollo sano del cannabis con independencia de si se cultiva en interior, al aire libre o en un invernadero.

Una combinación de termómetro e higrómetro que registre las lecturas máximas y mínimas ayuda a mantener constante la atmósfera del cuarto de cultivo.

Los termostatos comunes pueden ser de una fase o de dos. Los termostatos de una fase controlan un aparato que mantiene la misma temperatura de día y de noche. Un termostato de dos fases resulta más caro, pero puede ajustarse para que mantenga una temperatura diurna distinta de la nocturna. Esta comodidad puede ahorrar dinero en calefacción, y permite un control más exacto del desarrollo de las plantas.

Nota: Hay ocasiones en las que una ligera diferencia de temperatura entre el día y la noche, incluso de sólo dos grados, puede causar cambios fisiológicos en el desarrollo de las plantas, como una coloración intensa del follaje o un aumento de la producción de resina y otros metabolitos.

Este cuarto de cultivo está equipado con un termostato que controla tanto la temperatura diurna como la nocturna. A la izquierda, hay un controlador de CO2.

Este termostato está controlado mediante un interruptor de mercurio, el cual puede verse a la izquierda de la foto.

Las paredes aisladas en los cuartos de cultivo sirven de gran ayuda para mantener la temperatura del jardín con independencia de las condiciones atmosféricas exteriores.

Un aparato de aire acondicionado dirige el aire fresco por encima de todo el área de este cuarto de cultivo.

En los últimos diez años, se han desarrollado muchos controladores electrónicos para cuartos de cultivo e invernaderos. Estos controladores pueden hacer funcionar e integrar todos los dispositivos de los cuartos de cultivo y los invernaderos. Los controladores más sofisticados integran el funcionamiento de los equipos de CO2 y los ventiladores de extracción e intracción. Si la regulación de la temperatura y la humedad causan problemas de cultivo en el jardín, ya sea en interior o en invernadero, considera la adquisición de un controlador.

Los cuartos de cultivo e invernaderos sin aislamiento experimentan fluctuaciones significativas de temperatura, y requieren unos cuidados y unas consideraciones especiales. Antes de cultivar en tales condiciones, comprueba que sea la única opción. Si te ves forzado a utilizar un ático que se cuece con el sol y que se enfría por la noche, asegúrate de que haya el máximo aislamiento para ayudar a equilibrar la inestabilidad de la temperatura. Cierra la habitación o el invernadero para poder controlar la calefacción y la refrigeración.

Cuando el nivel de CO2 se enriquece hasta alcanzar niveles del 0,7 al 0,9% (700-900 ppm), una temperatura de 24 a 27 ºC favorece un intercambio más rápido de los gases. La fotosíntesis y la síntesis de clorofila pueden suceder a un ritmo más rápido, haciendo que las plantas crezcan a mayor velocidad. Recuerda que esta temperatura más alta hace que aumente el consumo de agua, nutrientes y espacio, así que prepárate. A menos que se cultive en un cuarto sellado, las plantas con un entorno enriquecido en CO2 siguen necesitando ventilación para que se elimine el aire viciado y húmedo, y se favorezca la salud del jardín.

La temperatura en el cuarto de cultivo tiende a permanecer igual, de arriba abajo, cuando el aire se hace circular con uno o varios ventiladores oscilantes. En un cuarto de cultivo cerrado, las lámparas DAI y los balastos mantienen cálido el espacio. Los balastos remotos que se colocan cerca del suelo, sobre una estantería o un soporte, también ayudan a romper la estratificación del aire al irradiar el calor hacia arriba, y así también se protegen de salpicaduras de agua e inundaciones. Los cuartos de cultivo en climas fríos permanecen templados durante el día, cuando se alcanza la temperatura máxima en el exterior, pero suelen enfriarse demasiado por la noche, cuando la temperatura desciende. Para compensar, los cultivadores encienden las lámparas de noche para calentar la habitación, y la dejan apagada durante el día. A veces, hace demasiado frío para que la lámpara y el balasto mantengan una temperatura satisfactoria en la habitación.

Un barril lleno de agua (o un depósito de nutrientes) absorbe el calor durante el día. Por la noche, cuando baja la temperatura, el calor acumulado en el agua va irradiándose lentamente y calentando la zona de cultivo. Esta forma pasiva de calefacción sólo requiere un contenedor y un espacio para ponerlo. Consulta el capítulo 11, Invernaderos, para más información.

Los cuartos de cultivo instalados en domicilios particulares suelen estar equipados con calefacción central y/o aire acondicionado. La ventilación suele estar controlada por un termostato central, que regula la temperatura de la casa. Ajustando el termostato a 22 ºC y abriendo la puerta de la habitación de cultivo, ésta puede mantenerse en unos acogedores 22 ºC. No obstante, usar tanta energía resulta caro y suele ser un despilfarro. Ajustar el termostato entre 15 y 18 ºC, junto al calor producido por el sistema DAI, debería ser suficiente para mantener una temperatura de 24 ºC. Otras fuentes suplementarias de calor, como las ineficientes bombillas incandescentes o los calefactores eléctricos son caros y consumen electricidad adicional, pero proporcionan al instante un calor que es fácil de regular. Los calefactores de propano y de gas natural aumentan la temperatura y queman el oxígeno del aire, generando CO2 y vapor de agua como subproductos. Esta doble ventaja hace que usar un generador de CO2 sea económico y práctico a la vez, especialmente en invernaderos. Asegúrate de ventilar adecuadamente cualquier espacio cerrado cuando se genere CO2 mediante combustibles fósiles.

El aire acondicionado es caro, pero suele estar ya instalado en muchas casas.

Este calefactor de propano también es un generador de CO2.

Los radiadores eléctricos de aceite son una buena opción para jardines pequeños. Pueden aportar el calor suficiente durante las horas nocturnas para mantener los niveles de temperatura e impedir que la humedad se salga de control.

Las estufas de queroseno con llama también funcionan generando calor y CO2. Busca un calefactor que queme el combustible de manera completa y eficiente, sin dejar un rastro de olor a combustible en la habitación. No uses estufas viejas de queroseno o de fuel oil si la combustión del carburante es ineficaz. Una llama azul indica que el combustible tiene una combustión limpia. Una llama roja revela que sólo una parte del combustible está siendo quemado. No soy muy aficionado a las estufas de queroseno y no recomiendo su uso. La habitación debe ventilarse regularmente para evitar una acumulación tóxica de monóxido de carbono (CO), que también es un subproducto de la combustión. 

El gasóleo es una fuente común de calefacción en interior. Muchas calderas emplean este combustible sucio y contaminante. Las estufas de leña también contaminan, pero funciona bien como fuente de calor. El uso de un extractor es extremadamente importante para expulsar el aire contaminado y hacer que entre aire fresco en las habitaciones que se calientan mediante calderas de gasóleo o estufas de leña. 

Los calefactores de propano y de gas licuado son los de uso más común en invernadero. Algunos de estos calefactores tienen llama, otros no. La combustión quema el oxígeno del aire, lo cual aumenta los niveles de CO2 en el invernadero.

VELOCIDAD DEL VIENTOSENSACIÓN TÉRMICA
MPHKMH°FºC
005010
58488.88
1016404.44
1524.1362.22
2032.2320
2540.230-1.11
3048.228-2.22

Puedes utilizar un calefactor infrarrojo para aumentar la temperatura en cuartos cerrados de cultivo e invernaderos. La energía calorífica infrarroja se dirige a los objetos que se pretenden calentar. La energía no se convierte en calor hasta que es absorbida por las plantas, las macetas, la tierra y demás. La temperatura resulta precisa y fácil de controlar porque el sensor de temperatura recibe la misma energía infrarroja que llega a las plantas. La calefacción infrarroja permite que el aire de los jardines cerrados esté a una temperatura de 5 a 7 grados menos que si el aire se calienta mediante combustibles fósiles y electricidad. También es menor la variación de temperatura entre las zonas inferior y superior del espacio cerrado, lo cual permite cultivar más plantas y un follaje más denso en la misma superficie.

El sistema de calefacción debería instalarse alrededor del invernadero o el cuarto de cultivo. Cuelga el calefactor infrarrojo a la altura suficiente para que el alcance de los rayos infrarrojos pueda cubrir la anchura deseada. Los jardineros de exterior pueden suspender calefactores infrarrojos a 5 metros de altura sobre los lechos de cultivo para aportar calor por la noche. Consulta las recomendaciones de los fabricantes en relación a la cobertura.

En exterior, la temperatura es más difícil de controlar. Plantar en un lugar que se mantiene templado, especialmente por la noche, es la manera más fácil de mantener cálidas las plantas. Recuerda que el aire frío cae y tiende a permanecer en el fondo de los barrancos y otros puntos geográficos bajos. Evita plantar en lugares que haya mucho viento, ya que la sensación térmica aumenta en función de la velocidad del viento. Si el viento es un problema, monta un cortavientos transpirable, o planta junto a una construcción o una barrera natural para reducir el impacto. 

Según cálculos populares, a 10 ºC, el factor de sensación térmica reduce la temperatura 5 ºC cuando el viento sopla a 16 km/h.

Refrescar el ambiente al aire libre es aún más difícil que calentarlo. La manera más sencilla de refrescar las plantas en exterior es plantar con sombra parcial. Planta en un sitio que esté sombreado durante la parte más calurosa del día para que las plantas no pasen de 30 ºC, punto en el cual se detiene prácticamente el crecimiento. También puede instalarse una malla de sombreo por encima de las plantas. Entre la canopia de las plantas y la malla de sombreo se produce una corriente natural de aire. 

Nota: El cannabis se desarrolla mejor en exterior con temperaturas altas que en interior o en invernadero a la misma temperatura. La Madre Naturaleza es inigualable.

La existencia y supervivencia de las enfermedades, los insectos y los ácaros también se ve afectada por la temperatura. En general, cuanto más fresca sea, más despacio se reproducen y desarrollan los insectos y los hongos. El control de la temperatura se integra con eficacia en muchos programas de control de enfermedades, plagas y ácaros. Consulta las recomendaciones del capítulo 24, Enfermedades y plagas. 

La sensación térmica es más difícil de controlar en el exterior.

Plantar junto a una construcción o entre edificaciones protege del viento las plantas, lo cual ayuda a mantenerlas más cálidas.

El calor que genera la bombilla DAI se evacua antes de que afecte a la temperatura y la humedad dentro de la habitación.

Humedad

La humedad es relativa; es decir, el aire retiene una cantidad distinta de agua a diferentes temperaturas. La humedad relativa es la proporción entre la cantidad de humedad que hay en el aire y la mayor cantidad posible que podría retener el aire a la misma temperatura. En otras palabras, cuanto más calor hace, más humedad puede retener el aire; cuanto más fría es la temperatura, menos humedad puede retener el aire. Cuando la temperatura baja en un jardín, la humedad aumenta. Si la humedad supera el 100%, el agua del aire se condensa en gotas. Por ejemplo, el rocío se forma sobre la superficie de las plantas al aire libre cuando la temperatura baja por la noche.

Por ejemplo, un cuarto de cultivo de 22,7 m3 contiene alrededor de 414 ml de agua cuando la temperatura es de 21,1 ºC y la humedad relativa está al 100%. Cuando la temperatura aumenta hasta 38 ºC, la misma habitación retendrá 1,7 litros de agua al 100% de humedad relativa. Esto es cuatro veces más humedad. ¿Dónde va esta agua cuando baja la temperatura? Se condensa sobre la superficie de las plantas y en los techos y las paredes, igual que el rocío se condensa en el exterior.

La humedad relativa aumenta cuando la temperatura baja por la noche. Cuanto mayor sea la variación de temperatura, más acusada será la variación de la humedad relativa.

A menudo, se necesita calor suplementario o ventilación añadida por la noche si la temperatura fluctúa más de 8 ºC. Los plántulas y las plantas vegetativas crecen mejor cuando la humedad relativa está entre el 60 y el 70%. Las plantas en floración se desarrollan mejor en un rango de humedad relativa situado entre el 40 y el 60%.

La humedad baja frena las enfermedades y las plagas. Como sucede con la temperatura, un nivel de humedad consistente fomenta un crecimiento sano y uniforme. Los niveles de humedad relativa afectan al ritmo de transpiración de las plantas a través de los estomas (véase “Estomas” más atrás). Cuando la humedad es alta, el agua se evapora despacio. Los estomas se cierran, la transpiración se ralentiza, y lo mismo ocurre con el crecimiento de la planta.

El agua se evapora rápidamente en el aire que está seco, haciendo que los estomas se abran y que aumenten la transpiración, el flujo de fluidos y el crecimiento. La transpiración en condiciones áridas será rápida sólo si hay bastante agua disponible para que las raíces la absorban. Si la cantidad de agua es inadecuada, los estomas se cerrarán para proteger la planta de la deshidratación, provocando que el crecimiento se ralentice.

Cuando la humedad relativa supera el 70%, la presión ralentiza el movimiento de las moléculas de gas desde la solución al aire. Esto da como resultado un aumento de la energía o la temperatura en el conjunto del sistema porque no se ha usado en la evaporación. Los estomas normalmente se mantienen completamente abiertos.

Un cuarto de cultivo de 22,7 m3 puede retener:
Agua (onzas)Agua (mililitros)°FºC
4118320
72075010
144147021.1
185328026.7
288289032.2
5616510037.88

La capacidad de retención de humedad del aire se duplica aproximadamente con cada 20ºF (10ºC) de aumento de la temperatura.

Medición y control de la humedad relativa

Mide la humedad relativa con un higrómetro.Sabiendo el contenido exacto de humedad en el aire, la humedad puede ajustarse a un nivel seguro, entre el 40 y el 60%, que favorezca la transpiración y dificulte el desarrollo de los hongos.

Los higrómetros económicos de muelle tienen una precisión del 5 al 10%. Son adecuados para la mayoría de los cultivadores aficionados cuya principal preocupación es mantener la humedad cerca del 50%. Los sicrómetros son más caros, pero también muy precisos. Hoy en día, existen muchos dispositivos de alta tecnología, que son excepcionalmente precisos; además, incorporan memoria. Consulta el capítulo 15, Medidores, para más información.

La humedad se condensa en el interior de esta cúpula de clonación igual que puede condensarse dentro de un cuarto de cultivo. Lo más común es que la humedad aumente en los cuartos de cultivo cuando la temperatura baja por la noche. Si la humedad aumenta lo suficiente, se condensará en forma de agua sobre las distintas superficies.

Los higrostatos se conectan a extractores, aparatos de aire acondicionado, humidificadores o deshumidificadores para regular la humedad en cuartos de cultivo e invernaderos. Los higrostatos tienen un coste reducido (entre 20 y 100 €) y hacen que sea muy fácil controlar el ambiente. Pueden instalarse juntos un higrostato y un termostato, o una unidad combinada, para controlar un extractor y otros dispositivos. Cada uno puede hacer funcionar el extractor de forma independiente. Tan pronto como la humedad (o la temperatura) sobrepase el límite aceptable, el extractor se encenderá para expulsar el aire húmedo (o caliente) al exterior.

Los sofisticados controladores atmosféricos también controlan la humedad con un higrostato.

La lámpara y el balasto del sistema DAI irradian calor, lo cual reduce la humedad. El calor del sistema DAI y un extractor controlado por un termostato/higrostato son todo lo que hace falta para controlar la humedad en la mayoría de los cuartos de cultivo. Otras fuentes de calor seco, como el aire caliente que llega desde una caldera o una estufa de leña, secan el aire y reducen la humedad. Pero ten cuidado; no dejes que el aire cálido y seco que llega al jardín a través de conductos sople directamente sobre el follaje: deshidrataría las plantas rápidamente.

Puedes aumentar la humedad pulverizando el aire con agua o dejando un cubo lleno de agua para que ésta se evapore en el aire. Un humidificador resulta práctico y es relativamente barato. Los humidificadores evaporan agua en el aire para aumentar la humedad. Sólo hay que ajustar el selector a un nivel específico y la humedad alcanzará el nivel deseado tan pronto como se evapore el agua suficiente en el aire. Normalmente, los humidificadores no son necesarios a menos que haya un problema extremo con la desecación en la zona de cultivo cerrada. Rara vez se presentan problemas que haya que remediar con un humidificador. Con demasiada frecuencia, hay demasiada humedad en el aire debido al riego y la transpiración. 

Los deshumidificadores son más caros y sofisticados que los humidificadores, y eliminan la humedad de los espacios cerrados de cultivo al condensarla del aire. Una vez que el agua se separa del aire, es recogida en un contenedor extraíble. Este contenedor debe vaciarse diariamente. Por ejemplo, cuando la temperatura baja diez grados, se condensan alrededor de 300 ml de agua del aire saturado en una habitación de 22,7 m3. 
Puede utilizarse un deshumidificador en cualquier momento para ayudar a prevenir la aparición de hongos. Simplemente, ajusta el nivel deseado de humedad, y listo. Humedad perfecta. Los deshumidificadores son más complejos y gastan más electricidad que los humidificadores, y también cuestan más; pero el gasto adicional merece la pena a los cultivadores con problemas graves de humedad que no han podido solucionarse mediante un extractor. Si sólo necesitas un deshumidificador durante poco tiempo, busca alguna empresa que alquile aparatos de gran tamaño. Los aparatos de aire acondicionado también funcionan como deshumidificadores pero gastan mucha electricidad. El agua que se recoge del deshumidificador o del aire acondicionado tiene una conductividad eléctrica (EC) muy baja y puede usarse para regar las plantas.

Los deshumidificadores son menos caros que los aparatos de aire acondicionado. Un deshumidificador es una forma excelente de reducir la humedad total en una habitación cuando los extractores no son capaces de lograrlo.

La humedad tiende a acumularse por la mañana y por la noche en este rincón techado.

Los ventiladores oscilantes montados en la parte alta de las paredes de los cuartos de cultivo son esenciales para proporcionar la circulación de aire adecuada entre las plantas.

Las plagas y enfermedades también pueden prevenirse mediante el control de la humedad. En general, un nivel de humedad superior al 80% frena el desarrollo de los ácaros, pero también afecta al crecimiento y fomenta la aparición de hongos, así como la pudrición de las raíces y los tallos. Los niveles de humedad inferiores al 60% reducen las probabilidades de hongos y de pudrición. 

En exterior, la humedad es difícil de regular. Reducir la humedad al aire libre es prácticamente imposible porque no resulta práctico cerrar el espacio. Aumentar la humedad en el exterior es posible mediante la instalación de cortavientos, con lo cual se consigue que las plantas no se deshidraten. El aire que rodea las plantas también puede nebulizarse para aumentar la humedad. Sin embargo, la mejor manera de controlar la humedad al aire libre consiste en plantar en un clima con los niveles deseados de humedad.

Cambia o regula la humedad en exterior plantando en microclimas que sean menos húmedos, como en colinas o en sitios donde se den corrientes naturales de aire. 

En invernadero, puedes alterar o regular la humedad mediante extractores y métodos de refrigeración evaporativa, como enfriadores por aire húmedo, que incorporan grandes paneles evaporativos de refrigeración. 


La humedad elevada reduce la capacidad del aire para retener agua, lo cual ralentiza la evapotranspiración, reduce el movimiento del agua en la planta y disminuye la capacidad de refrigeración de la planta. Las temperaturas altas precisan refrigeración por agua; a la luz, el interior de la hoja está entre 5 y 10 ºC más caliente que el aire. Como resultado, la humedad es un problema mayor durante el día que por la noche para el estrés de las plantas.
Nota: Las esporas de las enfermedades se desarrollan mejor con humedad alta, y atacan tanto de día como de noche.


Movimiento del aire

La ventilación y la circulación del aire son esenciales para lograr cosechas sanas en interior y en invernadero. El aire fresco es uno de los factores que más contribuye a que el jardín esté sano y produzca una cosecha abundante y, al mismo tiempo, es uno de los que más se descuidan. El aire fresco es el más barato de los componentes esenciales que se requieren para tener un jardín medicinal sano. Los jardineros experimentados y exitosos comprenden la importancia del aire fresco y se toman tiempo para instalar un sistema adecuado de ventilación.

Circulación del aire

Las plantas emplean todo el CO2 que hay alrededor de las hojas en pocos minutos. Al aire libre, la brisa ligera repone el CO2; en los invernaderos y los jardines de interior, el aire debe ser regulado. Cuando no hay aire nuevo y rico en CO2que sustituya el aire usado y desprovisto de CO2, se forma una zona de aire muerto alrededor de la hoja. El aire sin CO2 ahoga los estomas y prácticamente detiene el crecimiento. Si el aire que hay en el cuarto de cultivo y alrededor de las hojas no es removido activamente, se estratifica. 

En espacios cerrados, el aire cálido se queda cerca del techo, y el aire fresco se asienta cerca del suelo. La circulación del aire rompe estas masas de aire, mezclándolas. Para evitar la posibilidad de que surjan problemas, abre una puerta, una ventana, un respiradero y/o instala ventiladores oscilantes. La circulación del aire también ayuda a prevenir los dañinos ataques de plagas y hongos. Las omnipresentes esporas de moho no se posan ni se desarrollan tan fácilmente cuando se remueve el aire con un ventilador. Los insectos y los ácaros encuentran difícil vivir en un entorno que está bombardeado constantemente con corrientes de aire.

Puedes mejorar la circulación de aire entre las plantas y alrededor de ellas podando las ramas bajas y estiradas, y así como el follaje que no recibe mucha luz.

Este dibujo ilustra cómo las hojas consumen prácticamente todo el CO2  circundante en poco tiempo.

Los pequeños ventiladores oscilantes alejan del jardín el calor que generan las lámparas. Sitúa los ventiladores por debajo y por encima de la canopia del jardín. No dirijas corrientes fuertes de aire hacia las plantas directamente, o se secarán pronto.

Un extractor tubular conectado directamente al techo elimina el aire caliente que hay en la parte superior.

Pueden utilizarse pequeños ventiladores de ordenador para ventilar jardines de interior reducidos.

Ventilación

El aire fresco es fácil de obtener y barato de mantener; tan sencillo como conectar e instalar un extractor del tamaño adecuado en el lugar más eficiente del cuarto de cultivo o el invernadero. Puede hacer falta una entrada de ventilación para crear un flujo de aire fresco en los espacios cerrados. En exterior, lo único necesario es plantar en un lugar que tenga la circulación adecuada de aire. 

Un jardín de un metro cuadrado utiliza entre 38 y 190 ó más litros de agua cada semana. Las plantas transpiran la mayor parte de esta agua en el aire. Día y noche, las plantas que crecen rápidamente transpiran humedad en el aire. Si esta humedad se deja en el cuarto de cultivo o el invernadero, la humedad ambiental aumentará hasta alcanzar el 100%, lo cual sofoca los estomas y provoca que el crecimiento quede en suspenso. También deja la puerta abierta a los ataques de diversas enfermedades y plagas.

Sustituye el aire húmedo con aire fresco y seco, y la transpiración aumentará, los estomas funcionarán correctamente y se reanudará el crecimiento. Un dispositivo de ventilación que extraiga el aire del cuarto de cultivo es la solución perfecta para eliminar este aire húmedo y viciado. El aire fresco fluye hacia el interior a través de un respiradero de entrada o con la ayuda de un intractor.

La ventilación es tan importante como el agua, la luz, el calor y los nutrientes. En muchos casos, el aire fresco es aún más importante. Los invernaderos precisan grandes aparatos de ventilación. Los cuartos de cultivo son muy similares a los invernaderos y deberían seguir su ejemplo. La mayoría de habitaciones de cultivo tienen una abertura fácil de usar, como puede ser una ventana, en la cual puede montarse un extractor, pero la seguridad o la situación del cuarto pueden hacer que dicho acceso sea inservible. Si no está disponible una salida de ventilación, habrá que crearla.

Todos los cuartos de cultivo requieren ventilación. El sistema de ventilación puede ser tan simple como una puerta abierta o una ventana que proporcione aire fresco y lo haga circular por todo el espacio. No obstante, las puertas y las ventanas abiertas pueden resultar inconvenientes y problemáticas. La mayoría de cultivadores deciden instalar un extractor de ventilación. Algunos cultivadores necesitan instalar un sistema completo de ventilación, incluyendo conductos y varios extractores.

Conectar los reflectores a un sistema de ventilación hace que se elimine el aire caliente que generan las lámparas. Con frecuencia, las lámparas generan la mayor parte del calor en los cuartos de cultivo.

Los extractores centrífugos son eficientes a la hora de mover el aire, pero son muy ruidosos. Los extractores con un rodamiento equilibrado y bien engrasado son los que funcionan de manera más silenciosa. Si se añaden unos topes de goma o de fieltro debajo de cada pie del ventilador, el ruido causado por las vibraciones disminuirá. Haz que el motor funcione a pocas revoluciones por minuto (rpm) para reducir el ruido.

Este extractor centrífugo ha sido montado dentro de una caja para amortiguar el ruido que genera.

Los extractores en línea están diseñados para encajar en un conducto de ventilación. Las hélices están montadas de forma que aumenten el flujo de aire rápidamente, sin esfuerzo y lo más silenciosamente posible. Los extractores tubulares están disponibles en modelos silenciosos y de alta calidad, cuyo funcionamiento produce muy poca fricción.

Este extractor en línea se ha instalado entre los conductos para acelerar el movimiento del aire.

Los extractores helicoidales con grandes aspas expelen el aire a través de una abertura de gran tamaño, y son más eficientes y silenciosos cuando operan a pocas revoluciones por minuto (rpm). Un circulador que se mueve lentamente en el techo de un cuarto de cultivo mueve el aire de forma silenciosa y eficiente.

Los extractores helicoidales son muy eficientes y mueven gran cantidad de aire, pero son ruidosos cuando funcionan a mucha velocidad.

Un extractor tira del aire de una habitación cuatro veces mejor de lo que es capaz de empujarlo fuera un ventilador. No esperes que un ventilador de circulación ventile el área expulsando el aire a través de un respiradero alejado. El ventilador debe ser muy grande si se pretende aumentar la presión del aire adecuadamente y expulsar tanto aire por el respiradero como para crear un intercambio de aire. Por el contrario, un extractor es capaz de cambiar la presión e intercambiar el aire rápida y eficientemente.


Un extractor tira del aire de una habitación cuatro veces mejor de lo que es capaz de empujarlo fuera un ventilador.


Los extractores se clasifican según la cantidad de aire que pueden mover, lo cual se mide en pies cúbicos por minuto (cfm) o en metros cúbicos por hora (m3/h). El extractor debería ser capaz de renovar el volumen de aire (largo x ancho x alto = volumen total en metros cúbicos) de un jardín grande de interior en menos de 5 minutos; y, en jardines de interior pequeños, en menos de un minuto. Una vez evacuado, el aire nuevo accede de inmediato a través de la entrada de ventilación o con la ayuda de un intractor. Es posible que se necesite un intractor para proporcionar rápidamente el volumen adecuado de aire fresco a la habitación. Cubrir la entrada de ventilación con una malla fina ayudará a mantener fuera las plagas. Algunos cuartos de cultivo tienen tantas grietas o aberturas pequeñas por las cuales pasa el aire, que no precisan un respiradero de entrada.

Instala los conductos a lo largo de las paredes y el techo para evitar que entorpezcan el paso. Mantén los conductos de ventilación tan rectos como sea posible con el fin de que el aire fluya libremente.

Los extractores tubulares mueven el aire muy eficientemente. Aquí, los cuatro conductos de ventilación están conectados a extractores en línea.

Los extractores en línea pueden instalarse al final de los conductos, donde son más eficientes, o pueden montarse entre dos tramos de conducto para aspirar el aire y empujarlo.

Conductos

Los conductos deben tener el mayor diámetro posible para que el aire pueda moverse pasivamente siempre que haya ocasión. El aire caliente se eleva. Los cultivadores expertos sitúan salidas de aire en la parte más alta y caliente de los jardines de interior y los invernaderos para lograr una ventilación pasiva y silenciosa. Cuanto mayor sea el diámetro del conducto de salida, más aire podrá evacuarse a través de estas salidas. Mediante la instalación en estos respiraderos de extractores grandes y que se muevan despacio, el aire caliente y viciado se expulsa fuera de manera silenciosa y eficiente. Un extractor que funciona a 50 rpm es más silencioso que si gira a 200 rpm. Los cultivadores listos instalan conductos de 30 cm o más y extractores en línea siempre que es factible. Lo más frecuente es que el extractor se conecte a conductos que dirigen el aire fuera del cuarto de cultivo. 

El flujo de aire se ve frenado proporcionalmente según la cantidad de giros y los ángulos de estos a lo largo de los conductos.

Los conductos flexibles son más fáciles de manejar que los rígidos. A la hora de instalar la conducción de aire, procura que el conducto recorra la distancia más corta posible, y que las curvas sean las mínimas. Cuando se doblan más de 30º, gran parte del aire que entra en el conducto se arremolina, creando turbulencias y restringiendo la corriente. Mantén los conductos rectos y cortos.

Aire de entrada

Hay cuartos de cultivo e invernaderos pequeños que disponen de bastante aire fresco gracias a las aberturas de grietas y agujeros, pero la mayoría de espacios cerrados requieren que el aire fresco se introduzca con la ayuda de un intractor.* Un respiradero de entrada permite que el aire fluya pasivamente dentro de un espacio cerrado. Los intractores insuflan aire fresco en los jardines de interior y en los invernaderos. La proporción de 1 a 4 (100 m3/h de entrada y 400 m3/h de salida) debería dar a la habitación un poco de presión negativa.


Los intractores insuflan aire fresco en la habitación. La proporción de 1 a 4 (100 m3/h de entrada y 400 m3/h de salida) debería dar a la habitación cierta presión negativa.


Los cuartos de cultivo suelen ofrecer la posibilidad de aprovechar al máximo los sistemas domésticos de calefacción, ventilación y aire acondicionado (climatización) que ya están instalados. El sistema de climatización suele incluir un sistema adecuado de filtración para mantener el aire limpio y con olor a fresco.

Suministrar aire fresco a las plantas asegura que tengan una cantidad adecuada de CO2 para continuar su crecimiento rápido. Una de las mejores formas de proporcionar directamente aire fresco a las plantas es guiarlo mediante conductos flexibles. Hay cultivadores ingeniosos que hacen agujeros en el conducto de entrada para dirigir el aire donde hace falta. El aire se dispersa homogéneamente por toda la habitación. Para que el crecimiento sea rápido y consistente, es fundamental que todas las plantas dispongan de aire fresco. Las habitaciones selladas obtienen todo su aire a través del intercambio del aparato de aire acondicionado.

El máximo de eficiencia en la transmisión de aire se consigue cuando el conducto está totalmente recto (sin curvatura).
Una curvatura de 30º reduce la transmisión de aire hasta en un 20%.
Una curvatura de 45º reduce la transmisión de aire hasta en un 40%.
Una curvatura de 90º reduce la transmisión de aire hasta en un 60%.
Los conductos también pueden estar aislados, lo cual reduce los niveles de ruido. Los conductos prefabricados flexibles y aislados están disponibles ampliamente..
En este jardín, el aire de entrada se calienta y se dirige hacia abajo.
El aire fresco de entrada llega a este jardín a través de conductos flexibles. Puede observarse que las plantas que reciben el aire frío de entrada directamente no crecen tan bien como las plantas de los lados.
Esta entrada de aire cerca del suelo puede cerrarse por la noche para ayudar a mantener el calor en la habitación.

Asegúrate siempre de que el aire fresco no esté ni muy caliente ni muy frío. Mantén un diferencial de temperatura de menos de 10 ºC para el aire de entrada. La entrada de aire más frío en cuartos de cultivo sobrecalentados causa menos problemas. Por ejemplo, un amigo que vive en un clima árido y caluroso obtiene el aire fresco del hueco que hay debajo de la casa, donde el aire está a unos grados menos que el aire ambiental. 

Filtración del aire de entrada

Cubrir los respiraderos de entrada con un filtro ayudará a mantener fuera del jardín las plagas y enfermedades. Unas medias de nailon tensadas sobre la entrada de aire suele ser suficiente. Hay jardineros que ponen mallas superfinas en las entradas de aire. Recuerda que las mallas finas restringen el flujo de aire y someten al intractor a una presión añadida, causándole un desgaste extra y una vida útil más corta. 

Filtra el aire de entrada antes de introducirlo en el cuarto de cultivo o en el invernadero.

Enriquecimiento del CO2

Coste frente a beneficio: El CO2 ofrece la mejor relación entre coste y beneficio a un punto de saturación situado entre 700 y 900 ppm.

Los métodos más comunes de introducir CO2 en cuartos de cultivo e invernaderos son:

  1. Combustión: combustibles fósiles (hidrocarburos) como el propano, el butano, el gas natural y queroseno. Los alcoholes -etílico, etanol, metílico, isopropílico y otros- son demasiado caros para considerar su uso con este fin..
  2. CO2 comprimido (embotellado)
  3. Reacción química
    a. Excellofizz
    b. Co2 Boost
    c. Hielo seco
    d. Fermentación
    e. Descomposición de materia orgánica

El dióxido de carbono (CO2) es un gas incoloro, inodoro y no inflamable que siempre está a nuestro alrededor. El CO2 atmosférico ha aumentado rápidamente en los últimos 60 años: de unas 300 ppm a 380 ppm; más del 25% como estimación conservadora. Hoy en día, el aire que respiramos contiene un 0,038% (380 ppm) de CO2. El cannabis en crecimiento rápido puede usar en pocas horas todo el CO2 disponible en un cuarto cerrado de cultivo o en un invernadero. La fotosíntesis y el crecimiento apenas tienen lugar cuando los niveles de CO2 caen por debajo del 0,02% (200 ppm).

El enriquecimiento del aire con dióxido de carbono ha sido empleado en invernaderos comerciales desde hace más de 40 años. Añadir más CO2 al aire de los cuartos de cultivo e invernaderos estimula el crecimiento hasta en un 30%. El cannabis puede aprovechar más CO2 del 0,038% (380 ppm) que existe naturalmente en el aire. Al incrementar la cantidad de CO2 hasta el 0,07-0,09% (700-900 ppm) –los niveles óptimos aceptados ampliamente por los cultivadores profesionales- las plantas pueden crecer hasta un 30% más rápido, dando por hecho que no haya limitaciones de luz, agua o nutrientes. El enriquecimiento de los niveles de dióxido de carbono tiene poco o ningún efecto en las plantas que se cultivan bajo tubos fluorescentes T12 estándar. Sin embargo, los tubos T8 y T5, más brillantes, producen suficiente luz para que las plantas procesen el CO2 adicional disponible.

¡Cuidado! El dióxido de carbono puede hacer que las personas se mareen cuando supera las 4.000 ppm, y puede llegar a ser tóxico a niveles más altos. Cuando el CO2 alcanza estos niveles, desplaza el oxígeno, causando una falta de O2. De hecho, los niveles altos de CO2 (+5.000 ppm) pueden usarse para controlar los insectos y los ácaros.


El enriquecimiento de los niveles de dióxido de carbono no hace que las plantas produzcan más cannabinoides; provoca que se desarrolle más follaje en menos tiempo. El CO2 proporciona más energía para su producción, y los materiales básicos de los cuales están hechos. Y, aunque el volumen aumenta en toda la planta, la concentración por peso seco sigue siendo la misma.


El cannabis enriquecido con dióxido de carbono demanda un nivel de mantenimiento mayor que el de las plantas normales. Las plantas enriquecidas con CO2 consumen los nutrientes, el agua y el espacio a más velocidad que las plantas no enriquecidas. Una temperatura más elevada, entre 24 y 27 ºC, ayudará a estimular un metabolismo más rápido en las plantas que se benefician del CO2 adicional. Cuando la temperatura supera los 29 ºC, el enriquecimiento del CO2 deja de ser efectivo; y, a 32 ºC, el crecimiento se detiene.

Un monitor de CO2 facilita mantener el nivel de dióxido de carbono que hay en la habitación de forma precisa.

Las plantas enriquecidas con dióxido de carbono emplean más agua. El agua asciende desde las raíces de la planta y se libera en el aire por los mismos estomas que la planta usa para absorber CO2 durante la transpiración. El enriquecimiento del dióxido de carbono afecta a la transpiración, haciendo que los estomas de las plantas se cierren parcialmente. Esto reduce la pérdida de vapor de agua en el aire. El follaje de las plantas enriquecidas con CO2 es visiblemente más grueso y turgente, y tarda más en marchitarse que las hojas de las plantas no enriquecidas.


CO2 por la noche

Las plantas no usan el CO2 por la noche o durante el periodo de oscuridad. No se produce O2 adicional y la proporción debería mantenerse constante todo el tiempo. El CO2 del exterior de la planta se utiliza exclusivamente en el fotosistema; si no hay luz, no se utiliza. Añadir CO2 por la noche es tirar el dinero y los recursos naturales, y resulta perjudicial para las plantas.


El dióxido de carbono afecta a la morfología de la planta. En un entorno de cultivo enriquecido, los tallos y las ramas crecen más deprisa, y las células de estas partes de la planta están agrupadas de manera más densa. Los tallos florales aguantan más peso sin doblarse. Debido al ritmo más rápido de ramificación, el cannabis dispone de más sitios para dar lugar a inflorescencias. Las plantas son más proclives a desarrollar flores antes si se enriquece el nivel de CO2.

Las plantas que disponen de aire enriquecido con CO2 pero carecen del apoyo de los demás elementos decisivos para la vida no sacarán ningún provecho, y el CO2 estará desperdiciándose. La planta puede estar limitada por uno sólo de los factores críticos. Por ejemplo, las plantas enriquecidas con CO2 utilizan el agua y los nutrientes a mucha más velocidad, y si estos elementos no se suministran apropiadamente, las plantas no crecerán. Podrían incluso atrofiarse.

Para que el nivel de CO2 sea más efectivo, debe mantenerse entre 700 y 900 ppm en cualquier parte del cuarto de cultivo. Para conseguirlo, el cuarto de cultivo o el invernadero debe estar completamente cerrado. Las grietas de las paredes deben sellarse para prevenir que el CO2 escape. Sellar la habitación hace que sea más fácil controlar el contenido de CO2 del aire en el interior. El cuarto de cultivo debe tener también un extractor con compuertas antirretorno. El extractor eliminará el aire viciado, el cual será sustituido por aire enriquecido con CO2. Las solapas o el bafle ayudarán a contener el CO2 en el cuarto cerrado de cultivo o el invernadero. Los requisitos de ventilación cambian según los tipos de sistemas de enriquecimiento con CO2, los cuales se tratan a continuación.

Puede instalarse un tanque de CO2 de grandes dimensiones fuera de las salas de cultivo más amplias.
Instala un controlador y monitor de CO2 como estos para manejar dos habitaciones diferentes y disponer de un registro de actividad las 24 horas del día.
La bola que puede verse a la izquierda de la imagen es uno de los numerosos sensores nuevos de CO2 con tecnología de estado sólido que están disponibles para los jardineros de cannabis. Este sensor de CO2 Evolution NDIR funciona con un controlador para regular el dióxido de carbono en un cuarto lleno de plantas de MK Ultra cargadas de cogollos florales.
Este controlador y monitor de CO2 económico (300 €) es fácil de instalar y de utilizar.

Medir y monitorizar los niveles de CO2 en el aire resulta caro. Monitorizar los niveles de CO2 en invernaderos o jardines de interior con seis o más lámparas es factible económicamente, y ayuda a mantener constantes los niveles.

Nota: Cuando ventilas un gas que sustituye al oxígeno en un entorno sellado en el cual trabajas, ciertamente deberías conocer y monitorizar el nivel de ese gas y, también, el nivel de oxígeno. Consulta el capítulo 15, Medidores, para más información. 


¡Mantente a salvo! Ubica las bombonas de propano y otros gases explosivos al aire libre.



La manera más sencilla de calcular el consumo de CO2 en un cuarto de cultivo o un invernadero pasa por buscar “CO2 grow room calculator” en www.google.com. Encontrarás varias páginas en inglés que incluyen calculadoras para determinar el CO2 necesario y el caudal de flujo para los emisores y generadores que venden.



A una concentración aproximada de 2.000 ppm, el dióxido de carbono se vuelve perjudicial para el desarrollo vegetal: las células oclusivas de los estomas se confunden y dejan de funcionar. Las plantas necesitan una concentración de oxígeno del 20% más o menos; añadir CO2desplaza el O2, de forma que la respiración de la planta empieza a verse afectada cuando los niveles de ambos gases llegan a cierto punto.



Efectos de la altitud en el enriquecimiento del CO2

Los reguladores/monitores de CO2 deben calibrarse en función de la altitud para que suministren el nivel apropiado de gas. El aire es mucho más denso al nivel del mar que, por ejemplo, a 1.000 metros de altitud. Por el contrario, el aire es más fino a mayor elevación, por lo que, si se añade CO2, debe hacerse en proporción al aire disponible. Demasiado CO2 ocasionará problemas.

En efecto, cuando se utiliza un generador de CO2 a una altitud considerable, se produce una combustión incompleta, cuyo resultado es la liberación de gas etileno. Por la noche, en una habitación sellada o semisellada, tanto las plantas como el generador de CO2 (la llama del piloto) consumen oxígeno, de manera que el O2 se agota aún más, agravándose el problema. En estas situaciones, si se emplea el CO2 embotellado mediante un regulador/monitor calibrado junto a un poco de ventilación nocturna, el entorno se mantendrá en unas condiciones excelentes. También puedes usar un generador de CO2 situado fuera del cuarto de cultivo, y llevar el gas hasta el espacio sellado a través de un conducto. Asegúrate de contar con un regulador/monitor de CO2 dentro del cuarto de cultivo.


Si están usando CO2 y el ritmo de crecimiento de las plantas no aumenta, comprueba que el conjunto del cuarto de cultivo esté funcionando adecuadamente. Verifica que las plantas disponen de los niveles apropiados de luz y nutrientes, así como de la temperatura y la humedad correctas, y que la humedad y los niveles de pH del medio de cultivo son adecuados. Asegúrate de que las raíces reciben suficiente oxígeno tanto de día como de noche.

Sistemas emisores de CO2

Los sistemas de CO2 comprimido contienen el gas en un tanque (cilindro) y van dosificándolo en el cuarto de cultivo a lo largo del tiempo. Los sistemas de CO2 comprimido son ideales para espacios sellados. Tienen un coste aproximado de 1 € por cada kilo de gas comprimido y están libres de riesgo prácticamente, ya que no producen gases tóxicos, calor ni vapor de agua. El dióxido de carbono se emite desde un cilindro de gas comprimido con un regulador, un medidor de caudal, una válvula solenoide y un temporizador para periodos cortos. Hay dos tipos de sistemas de CO2 comprimido: de flujo continuo y por periodos cortos. Los cilindros de metal mantienen el gas de CO2 a una presión entre 70 y 155 kilos por centímetro cuadrado (68.9-137 bar), dependiendo de la temperatura. 

En Norteamérica, están disponibles cuatro tamaños de cilindro: 4,5, 9, 15,9 y 22,7 kg. Los tanques deben ser inspeccionados anualmente y han de estar registrados en una agencia de seguridad de ámbito nacional. El tanque de 9 kg es el más común y el más fácil de manejar. Adquirir un sistema completo de emisión de CO2 en una tienda de cultivo es la mejor opción para la mayoría de cultivadores pequeños. Comprar el equipo por componentes –regulador, un medidor de caudal y una válvula solenoide- también es una opción. Para más información, consulta Marihuana: horticultura del cannabis – La biblia del cultivador médico de interior y exterior. La mayoría de tiendas de cultivo, y los suministradores de bebidas y materiales para soldadura alquilan, venden, cambian y rellenan los tanques. Estos dos últimos suelen requerir un documento de identificación. Si adquieres un tanque de aluminio, más ligero y resistente, asegúrate de solicitar que te lo cambien por otro tanque de aluminio. Recuerda que el tanque que compres no tiene por qué ser el que conservas. 

Este sistema de emisión de CO2 se compone de (a) válvula de apertura y cierre, (b) válvula solenoide, (c) regulador y (d) medidor de caudal.

Asegúrate de que los tanques de CO2 tengan un refuerzo en la parte superior para proteger la válvula. Si la válvula se desprende por una caída accidental, hay la suficiente presión para hacer saltar la parte de arriba (regulador, medidor de caudal, válvula, etc.) y que ésta atraviese un coche que esté aparcado cerca. 

Distribuye el CO2 del tanque en el cuarto de cultivo usando un tubo o un ventilador. Cuelga del techo tubería ligera de plástico para dispersar el CO2. La tubería lleva el CO2 desde el tanque de abastecimiento hasta el centro del cuarto de cultivo. La línea principal de suministro se conecta a varias ramificaciones más pequeñas que se extienden por todo el jardín. El CO2 pesa más que el aire y está más frío, así que cae en cascada sobre las plantas que están debajo. 

Para asegurarte de que el CO2 se disperse desde la tubería de manera uniforme, sumerge los tubos ligeros de plástico en agua y perfora los agujeros de emisión bajo el agua mientras se hace pasar CO2. De esta forma, sabrás el diámetro apropiado de los agujeros y dónde hacerlos para crear un flujo ideal de CO2 sobre el jardín.

Este sistema de emisión de CO2 combina el regulador y el medidor de caudal en una unidad individual.

Los ventiladores de techo ayudan a distribuir el CO2 de manera uniforme por toda la habitación. El CO2 se libera justo debajo del ventilador, en medio de su corriente. Esto hace que el CO2 se mezcle con el aire y siga recirculando entre las plantas.

TAMAÑO DEL TANQUETIPOPESO LLENO
10 lb (4.5 kg)aluminio25 lb (11.3 kg)
10 lb (4.5 kg)acero35 lb (15.9 kg)
20 lb (9 kg)aluminio50 lb (22.7 kg)
20 lb (9 kg)acero70 lb (31.8 kg)
35 lb (15.9 kg)aluminio75 lb (34 kg)
50 lb (22.7 kg)acero170 lb (77.1 kg)
Los controladores de CO2 son una inversión inteligente. Mantienen el CO2 al nivel adecuado en la atmósfera de interior y de invernadero.

Sistemas generadores de CO2

La producción de CO2 está marcada por el ritmo de combustión del combustible. Por ejemplo, medio kilo de combustible fósil produce alrededor de 1,5 kilos de gas CO2, 0,7 kilos de vapor de agua y 22.000 BTU de calor. Estas cantidades varían en función del combustible usado.  

Los generadores de CO2 emplean un piloto de llama con un medidor de caudal y un quemador abierto para realizar la combustión del oxígeno del aire. Cuando se utilizan en espacios cerrados, se genera CO2 adicional. Los generadores de CO2 queman combustibles fósiles (hidrocarburos), como el gas natural, el butano y el propano. El CO2, el calor y el vapor de agua son subproductos del proceso de combustión. El interior del generador es similar al quemador de una cocina de gas, con un piloto incorporado en una cápsula protectora. El generador debe tener una cubierta sobre la llama. Los generadores pueden hacerse funcionar manualmente o sincronizarlos con un temporizador para que operen con otros equipos del cuarto de cultivo, como los extractores, que expulsan el aire a intervalos; de esta forma, puede quemarse menos combustible.

Aunque el CO2 es más pesado que el aire, cuando se genera por combustión, está más caliente y es menos denso, por lo que se eleva dentro de la habitación de cultivo. Una buena circulación de aire favorece que el CO2 se distribuya con uniformidad. Los generadores de dióxido de carbono pueden quemar combustibles fósiles como el queroseno, el propano o el gas natural. El queroseno de peor calidad puede tener un contenido de azufre del 0,3%; suficiente para provocar una contaminación de dióxido de azufre. Utiliza únicamente queroseno “1-K” de alta calidad. Los costes de mantenimiento de los generadores de queroseno son altos, ya que utilizan electrodos, bombas y filtros de combustible. Los quemadores de propano y de gas natural constituyen la mejor opción para la mayoría de aplicaciones.

Cuando llenes un tanque (cilindro) nuevo de propano, vacía primero el gas inerte que se usa para protegerlo de la oxidación. Nunca llenes por completo un tanque de propano. El propano se expande y se contrae con los cambios de temperatura, y podría liberar gas inflamable a través de la válvula de presión si está demasiado lleno.

Nota: En Estados Unidos, desde el 1 de abril de 2002, todos los cilindros nuevos han de estar equipados con un dispositivo para evitar el sobrellenado. Es ilegal rellenar tanques antiguos que no dispongan de esta válvula nueva. Comprueba la regulación actual relativa a la recarga de tanques con tu suministrador local de propano. 

Los generadores de CO2 tipo hobby cuestan entre 250 y 500 €, dependiendo del tamaño. El coste inicial de un generador es ligeramente mayor que el de un sistema de emisión de CO2 que funcione con cilindros pequeños de gas comprimido. El funcionamiento de los generadores de CO2 es unas tres veces más barato que el de los emisores de CO2. Cuatro litros de propano, que cuestan entre 3 y 5 €, contienen 1 metro cúbico de gas y tres metros cúbicos de CO2 aproximadamente. Por ejemplo, si un jardín necesita cuatro litros de propano al día, el coste mensual sería entre 90 y 150 €. En contraste, el CO2 embotellado para esa misma habitación costaría más de 250 € al mes. 

Medio kilo de combustible produce 0,7 kilos de agua y 21.800 BTU de calor. Esto hace que los generadores de CO2 sean muy difíciles de utilizar en cuartos de cultivo de menos de 15 metros cúbicos. Incluso en salas de cultivo más grandes, el calor y la humedad añadidos deben ser monitorizados y controlados cuidadosamente para que no afecten a las plantas. En climas cálidos, los jardineros no emplean generadores porque producen una cantidad excesiva de calor y humedad.

Un generador de CO2 de Green Air aporta dióxido de carbono extra a este jardín de crecimiento rápido.
Comprueba si hay fugas de gas rociando los accesorios del tanque con agua jabonosa. Las válvulas y conexiones con fugas son fáciles de detectar al formarse burbujas.
Generador de CO2 tipo hobby.
La llama azul de este soplete arde de forma limpia. Una llama roja significa que la combustión es ineficiente.

Si el combustible no se quema completamente o de manera limpia, los generadores de CO2 pueden liberar gases tóxicos -incluyendo monóxido de carbono- dentro de la sala de cultivo. El óxido nitroso, otro subproducto de la combustión del propano, también puede alcanzar niveles tóxicos. Los generadores de CO2 bien fabricados tienen un piloto y un temporizador. Si se detectan fugas o problemas, el piloto y el temporizador se desconectan automáticamente.

Necesitarás un monitor de CO2 si eres sensible a los niveles altos de gas. Las unidades digitales de alarma o las placas que cambian de color (usadas en aviación) son una alternativa económica. El monóxido de carbono es un gas mortal y puede ser detectado con una alarma de monóxido de carbono, disponible en la mayoría de las ferreterías y tiendas de suministros para la construcción. Consulta la sección “Monitores de monóxido de carbono” en el capítulo 15, Medidores, para más información.

Comprueba frecuentemente los generadores de fabricación casera, como las estufas de queroseno, propano o gas natural. El propano y el gas natural producen una llama azul cuando tienen una combustión eficiente. Una llama amarilla o roja indica la presencia de gas que no se está quemando (lo cual crea monóxido de carbono), y necesita más oxígeno para combustionar de forma limpia. 

También se quema oxígeno. A medida que el oxígeno va siendo deficiente en una habitación, la mezcla de oxígeno y combustible cambia. La llama combustiona con demasiada riqueza y se vuelve de color amarillo. Por ello, es fundamental la presencia de aire fresco. 

Para detectar las fugas en un sistema, puede aplicarse una solución de agua y lavavajillas a partes iguales en todas las conexiones que están a presión. Si aparecen burbujas, el gas se está escapando. Nunca utilices un sistema con fugas.

1 kg de CO2 ocupa aproximadamente 0,5 m3. 0,33 kg de combustible producen 1 kg de CO2.

Divide la cantidad total de CO2 que hace falta por 0,5 y multiplica por 0,33 para determinar la cantidad necesaria de combustible. Por ejemplo, necesitamos 12 litros de CO2 para un jardín de 10 m3.  

Puedes hacer los cálculos o introducir los datos en una calculadora de CO2 como la que está disponible en el sitio  web de Greentrees Hydroponics (www.hydroponics.net/learn/co2_calculator.asp), que hace todos los cálculos por ti.

En cuartos de cultivo cerrados (sellados), lo mejor es utilizar un emisor de CO2 para que la acumulación de calor no sea un problema. 

Apaga los generadores de CO2 por la noche, ya que las plantas no utilizan el dióxido de carbono durante los periodos de oscuridad (véase “CO2 por la noche”). Los generadores de CO2 crean un exceso de calor y de humedad en el cuarto de cultivo, y requieren oxígeno para funcionar. De noche, las raíces necesitan el oxígeno que hay en la habitación para crecer de forma continuada. 

Otras formas de producir CO2

Puedes generar CO2 usando hielo seco o diversas reacciones químicas, fermentación y combustión de alcohol etílico o metílico en una lámpara de queroseno. 

Los discos Excellofizz (visita www.fearlessgardener.com) libera CO2 en la atmósfera. Su uso es sencillo: simplemente, añade un poco de agua y un disco o dos para iniciar una reacción química que dispersa suficiente CO2 como para aumentar la concentración en el aire hasta 1.000 ppm durante todo el día en un espacio de 1 m2. Además, el Excellofizz libera una fragancia de eucalipto que ayuda a enmascarar los olores. Asegúrate de mantener la efervescencia dentro del contenedor utilizado para evitar que salpique las plantas y las dañe. 

Los materiales orgánicos en descomposición, como las virutas de madera, el heno, las hojas y los distintos tipos de estiércol emiten grandes cantidades de CO2. La empresa Co2Boost (www.co2boost.com) tiene un producto registrado que se descompone para producir CO2. He recibido numerosas respuestas positivas en relación a este método para generar CO2.  

Aunque puede capturarse el CO2 que se produce durante esta descomposición y dirigirla a un cuarto de cultivo, lo más frecuente es que resulte impracticable para los cultivadores de interior. Canalizar el CO2 y los vapores de una pila de compost hasta un jardín de interior resulta demasiado complicado, caro y trabajoso para que el esfuerzo merezca la pena. Los cultivadores de invernadero sí pueden compostar dentro del invernadero, pero también podría complicar las cosas con enfermedades y plagas indeseables.

Los noruegos están estudiando las posibilidades de las estufas de carbón como fuente de CO2. Cuando esté refinado, el sistema combinará las ventajas de los generadores y del gas comprimido. El carbón es mucho más barato que el CO2 embotellado, y menos peligroso que los generadores en cuanto a subproductos tóxicos. Otros están estudiando el uso de nuevas tecnologías para extraer o filtrar el CO2 del aire.

El tubo de plástico y los emisores conectados a un sistema Co2Boost proporcionan el dióxido de carbono directamente a las plantas y de manera individualizada.
Este trozo de 2,5 kg de hielo seco duró 3 días en el congelador de mi casa.

Fermentación

Puedes combinar agua, azúcar y levadura para producir CO2 mediante fermentación. La levadura consume el azúcar y libera CO2 y alcohol como subproductos. Mezcla una taza de azúcar, un paquete de levadura de cerveza y tres litros de agua templada en una garrafa de cuatro o cinco litros para producir CO2. Tendrás que experimentar un poco con la temperatura del agua para que salga bien. El agua caliente mata la levadura, y el agua fría no la activa. 

Una vez que la levadura se activa, el CO2 se libera a borbotones en el aire. Perfora un agujero pequeño en el tapón de la garrafa, y colócala en un lugar cálido (entre 27 y 35 ºC) del cuarto de cultivo. Los cierres para fermentación (disponibles por menos de 10 € en tiendas que suministran material para la elaboración de cerveza) evitan la entrada de contaminantes en la garrafa, y hacen que el CO2 burbujee a través del agua, de manera que puede observarse el ritmo de producción. La pega es que hay que cambiar la mezcla hasta tres veces al día. Vierte la mitad de la solución, y añade un litro y medio de agua y otra taza de azúcar. Mientras la levadura continúe creciendo y burbujeando, la mezcla puede durar indefinidamente. Cuando la levadura empiece a decaer, añade otro paquete. Varias garrafas repartidas por el espacio de cultivo tienen un impacto significativo sobre los niveles de CO2.

La fermentación no genera calor, gases tóxicos o agua, y tampoco consume electricidad. Pero huele. Resulta improbable que un cultivador pueda tolerar el hedor de un proceso de fermentación a gran escala. Además, es difícil medir la producción de CO2 de este sistema y mantener unos niveles uniformes.

Hielo seco

Un kilo de hielo seco puede elevar el nivel de CO2 en un cuarto de cultivo de 3 m2 hasta 2.000 ppm durante un periodo de 24 horas. El hielo seco es caro, de 6 a 8 € por kilo. Un cultivador agobiado remarcaba: “No me puedo creer que este material se derrita tan rápido”.

El hielo seco es dióxido de carbono que ha sido congelado y comprimido. A medida que se derrite, cambia de estado (se sublima), de sólido a gas. El CO2 gaseoso puede mezclarse con el aire mediante ventiladores que lo hagan circular entre las plantas. El hielo seco funciona mejor en jardines a pequeña escala. Está disponible en supermercados y tiendas especializadas. Como el CO2 no pasa por un estado líquido y no emite gases tóxicos al derretirse, la transformación de sólido a gas resulta limpia y discreta. También es fácil calcular aproximadamente la cantidad de CO2 que se está liberando. 

Un kilo de hielo seco es igual a un kilo de CO2 líquido. Determinar el tiempo que tarda en descongelarse una cantidad específica de hielo seco te permitirá calcular cuánto CO2 se emite durante un periodo concreto de tiempo. Para prolongar el proceso de descongelación, pon el hielo en contenedores aislados, como pueden ser las neveras portátiles de corcho, y abre agujeros en la tapa y a los lados para que salga el CO2. El tamaño y el número de agujeros te permite controlar el ritmo de descongelación del bloque y la emisión de CO2. El proceso de deshielo puede ralentizarse mediante el aislamiento, pero no puede detenerse.

Al ser extremadamente frío, el hielo seco también puede causar daños en los tejidos o quemar la piel tras un contacto prolongado. El hielo seco se sublima a -78,5 ºC a presión atmosférica. Esto hace que su manipulación en estado sólido sea peligrosa si no se utiliza protección. Aunque generalmente la gasificación del hielo seco no resulta tóxica, sí puede causar asfixia debido al desplazamiento del oxígeno en sitios cerrados.

Bicarbonato y vinagre

Mezclar vinagre y bicarbonato para producir CO2 elimina los inconvenientes de la producción excesiva de calor y de vapor de agua, y sólo se requieren ingredientes de uso doméstico. Puedes crear un sistema que haga gotear vinagre (ácido acético) sobre una base de bicarbonato. 

El principal inconveniente de este sistema son los niveles erráticos de CO2 producido. Se tarda bastante tiempo en acumular CO2 hasta alcanzar un nivel que sirva de ayuda para las plantas. Sin embargo, una vez alcanzado el nivel óptimo, puede continuar aumentando hasta llegar a niveles perjudiciales para las plantas, especialmente en jardines cerrados y pequeños. Si tienes tiempo para experimentar, es posible instalar un sistema de goteo operado por una válvula solenoide y un temporizador de periodos cortos. Con este tipo de sistema, el CO2 podría liberarse periódicamente en cantidades pequeñas, y estar coordinado con la ventilación.

¡Cuidado! Algunas recetas sustituyen el vinagre por ácido muriático (hidroclórico). Utiliza vinagre; NO USES ÁCIDO HIDROCLÓRICO. Libera Cl2, cloro gaseoso, que lo mata todo. Puede quemar la carne, los ojos y el sistema respiratorio; incluso puede atravesar el cemento.

Fragancia

Un buen extractor con salida al exterior es el primer paso para controlar el olor del cannabis, y también es la manera más sencilla de evitar que los cuartos de cultivo y los invernaderos huelan a cannabis fresco. El extractor simplemente se lleva las fragancias, dispersándolas en el aire del exterior, de forma que los olores y otros contaminantes no se acumulen en el espacio cerrado. Los olores de las plántulas, los esquejes y el cannabis en fase vegetativa son mucho menos pronunciados que durante la fase de floración. La fragancia va aumentando a medida que progresa la floración. A menudo, únicamente es necesario un control mínimo del olor hasta las últimas 4 a 6 semanas de floración.

Si la fuerte fragancia del jardín de interior no puede controlarse mediante la extracción de aire, sigue la lista de control progresivo de la página 246. 

1. Aparato de aire acondicionado 

2. Generador de iones negativos (desionizador)

3. Desodorizador en líquido, gel, discos o aerosol  

4. Generador de ozono, que ha de mantenerse fuera de los cuartos de cultivo y de secado 

5. Filtro de carbón activado. La mayoría de jardineros se saltan los primeros cuatro pasos y pasan directamente a filtros efectivos de carbón.

Este diagrama muestra cómo el ozono (O3) suelta una molécula para convertirse en oxígeno (O2).
Un buen filtro de aire mantiene un olor fresco y limpio en la zona del jardín de interior y su entorno.

Aparatos de aire acondicionado

Los aparatos clásicos de aire acondicionado son mecanismos que extraen el calor y deshumidifican el aire dentro de un espacio. El aire húmedo se condensa en el interior del aparato, convirtiéndose en agua, la cual se recoge en un contenedor, se elimina o se dirige a través de un desagüe. Gran parte de la fragancia del cannabis en crecimiento queda atrapado en el vapor de agua condensado. Otros acondicionadores de aire deshumidifican el aire sin enfriarlo. Con independencia del tipo de aparato de aire acondicionado que uses, retén el agua de desecho (humedad condensada) dentro del cuarto de cultivo para que el olor del agua no salga fuera. Los acondicionadores de aire sólo pueden contener una parte de la fragancia, pero suele ser suficiente para minimizar los escapes de olores.

Desodorizadores

Elimina los olores alterando su estructura a nivel molecular. Los productos como Odor Killer, Ona, VaporTek, Ozium, etc., están elaborados a base de aceites esenciales que acaban con los olores creando una atmósfera neutra a nivel atómico. Dichos productos suelen estar disponibles en gel y en aerosol. Muchos jardineros prefieren usar el gel a largo plazo, y reservan el aerosol para situaciones de emergencia.

Los desodorizadores pueden instalarse en la habitación, por toda la casa y cerca de los pasillos. Varias empresas ofrecen productos que se adhieren a la pared y otras superficies. Un ingenioso jardinero al que entrevisté pegó uno de estos discos desodorizadores en la parte interior de la puerta de entrada, justo debajo de la ranura para el correo, con el fin de mantener fresca la casa. Otros productos están diseñados para conectarse a los conductos del sistema de ventilación. 

A menudo, estos productos se usan no sólo para alterar el olor de la marihuana, sino también para alterar el olor ligeramente desagradable que producen los generadores de ozono. Otras empresas ofrecen envases de aerosoles con un dosificador automático, el cual emite periódicamente una dosis pulverizada.

Generadores de iones negativos

Los generadores de iones negativos son pequeños y algo eficientes en el control de los olores, el humo, el polen suspendido en el aire, el moho, el polvo y la electricidad estática. Bombean iones negativos a la atmósfera. Los iones negativos son atraídos por los iones positivos que contienen los olores y otros contaminantes en suspensión. Los iones negativos se adhieren a los iones positivos y el olor se neutraliza. Las partículas caen al suelo y crean una capa fina de polvo sobre el suelo, las paredes y los objetos que haya en la habitación. 

Estos dispositivos funcionan bastante bien en los cuartos de cultivo de poco tamaño y cuyos problemas de olor son mínimos. El generador gasta muy poca electricidad y se conecta a la corriente normal de 220 voltios. Comprueba visualmente el filtro cada pocos días, y asegúrate de mantenerlo limpio.

Generadores de ozono

La presencia natural de ozono en la atmósfera después de una tormenta de lluvia le da al aire una fragancia limpia y fresca. El ozono producido por el hombre tiene muchas aplicaciones, incluyendo la esterilización de alimentos y agua, y la eliminación de los olores del aire a nivel molecular. Algunos cultivadores incluso emplean niveles altos de ozono para exterminar plagas en los cuartos de cultivo. Consulta el capítulo 24, Enfermedades y plagas, para más información.

Recoge el agua de los aparatos de aire acondicionado en el interior para que el olor no salga fuera.
Los desodorizadores sirven para periodos cortos en espacios cerrados. Hay desodorizadores que son adecuados para cuartos pequeños de cultivo.

Los generadores de ozono neutralizan los olores convirtiendo el oxígeno (O2) en ozono (O3) mediante la exposición del aire hediondo a la luz ultravioleta (UV). El ozono es una molécula neutra y bipolar: tiene tanto carga interna positiva como negativa, y ambas cargas se cancelan mutuamente para formar una molécula neutra. El ozono reacciona con cationes de fragancia cargados positivamente que están en el aire, neutralizando el olor. Una vez que la molécula extra se descarga, el O3 se convierte de nuevo en O2. La reacción química tarda un minuto o más en tener lugar, así que el aire tratado debe mantenerse en una cámara para que pueda transformarse eficazmente.
Asegúrate de que el generador de ozono cuente con características importantes, como que sea “autolimpiable” (o que sea fácil de limpiar) o que cambiar la bombilla resulte sencillo y seguro. Cuando la luz UV se encuentra con la humedad del aire, se produce ácido nítrico como subproducto. El ácido nítrico, blanco y polvoriento, se deposita alrededor de las lámparas, en los puntos de conexión. Se trata de un ácido muy corrosivo y de olor desagradable, y provoca quemaduras severas en la piel y en los ojos. Asegúrate de que el generador de ozono incorpora las medidas de seguridad adecuadas, como un interruptor que apague la lámpara para su mantenimiento, haciendo posible trabajar sin tener que mirar hacia los rayos UV, que pueden causar quemaduras en la retina. El límite legal de exposición al ozono para los seres humanos es de 0,1 ppm durante un máximo de 8 horas. La mayoría de los generadores de ozono para cuartos de cultivo producen alrededor de 0,05 ppm a intervalos regulares. Consulta el capítulo 24, Enfermedades y plagas, para identificar los síntomas de los daños ocasionados por el ozono en las plantas.

Los generadores de ozono que encajan en los conductos de ventilación aseguran que no quede ozono en la zona del jardín.
Esta ilustración muestra cómo utilizar un generador de ozono para que no afecte a la fragancia del cannabis. El aire viciado del jardín se hace entrar en otro cuarto para tratarlo con ozono antes de expulsarlo al exterior.

Deja que el ozono tenga tiempo de mezclarse con el aire fragante para neutralizar los olores. El exceso de ozono que escapa de un edificio tiene un olor distintivo y desagradable. Por este motivo y por cuestiones de seguridad, muchos jardineros usan un filtro de carbón para depurar el aire aún más.

Los generadores de ozono se clasifican según el número de metros cúbicos que pueden tratar. (Para calcular el volumen de la habitación en metros cúbicos, multiplica largo x ancho x alto.) No instales el generador de ozono en el cuarto de cultivo y permitas que trate todo el aire de la habitación. Puede disminuir o eliminar la fragancia de los cogollos florales. Instala el generador de ozono en un armario vacío, o construye una cámara para el intercambio de ozono y dirige el aire fragante del cuarto de cultivo a través del armario para tratarlo con ozono antes de que sea evacuado al exterior. También puedes montar el generador de ozono en el conducto de ventilación para tratar el aire antes de que éste salga. Una vez generado, el ozono tiene una vida útil de unos 30 minutos. Se tarda un minuto o dos en que las moléculas de O3 se combinen con el oxígeno para neutralizar los olores.

Los generadores de ozono no tienen la popularidad que tenían hace 10 o 15 años. Para lograr los mejores resultados, mantén el generador de ozono en una habitación aparte o aislado de las plantas que están siendo cultivadas. El ozono causa manchas cloróticas en las hojas. Al principio, las zonas moteadas parecen indicar una deficiencia de magnesio (Mg), y van aumentando de tamaño y volviéndose oscuras durante el proceso. Lo más frecuente es que los síntomas se localicen en el follaje cercano al generador. Las hojas se marchitan y caen, y el crecimiento general de la planta se ralentiza hasta casi detenerse.

¡Cuidado! La luz UV es muy peligrosa. En un instante, la luz UV intensa puede quemar la piel y las retinas de los ojos sin remedio. Nunca, bajo ninguna circunstancia, mires hacia la lámpara UV de un generador de ozono. Echar un vistazo puede costarte la vista. El ozono también puede quemar los pulmones y otros tejidos internos. A niveles bajos, no se producen daños, pero el peligro es inminente a niveles altos. ¡Nunca uses demasiado ozono!

El ozono daña el follaje. Mantén siempre los generadores de ozono fuera de los cuartos de cultivo y de secado, así como de los invernaderos.

El ozono afecta y provoca alteraciones a diversos compuestos químicos, y puede eliminar por completo la fragancia del cannabis. Los radicales libres involucrados en la generación de ozono capturan cualquier compuesto orgánico que encuentren.


‘Skunk #1’ es una variedad muy conocida de cannabis, y huele como una mofeta. Evita problemas con los vecinos abatiendo este olor antes de que abandone el espacio de cultivo.

Filtros de aire

os filtros de aire que usan los jardineros de cannabis médico pertenecen a dos categorías básicas: filtros de aire de partículas y filtros de aire de carbón activado. Los filtros de aire de partículas están fabricados con materiales fibrosos, cuyo diseño tiene la finalidad de eliminar partículas sólidas del aire, como polvo, moho, bacterias y polen. Las partículas de estos compuestos orgánicos volátiles miden entre 10 y 100 nanometros (nm).

Los filtros de carbón activado eliminan la fragancia (contaminantes moleculares en suspensión) por absorción. El carbón activado es el ingrediente activo más común en los filtros de aire que utilizan los cultivadores de cannabis médico. La fragancia debe filtrarse a nivel molecular. El paso del aire del cuarto de cultivo a un ritmo y una presión constantes a través de un filtro de carbón activado hace que se eliminen los contaminantes a nivel molecular.

Los filtros de aire de alta eficiencia para partículas (HEPA) se han usado desde la década de 1950 en la industria médica, la de automoción y la aeronáutica. Estos filtros son caros, y hay pocos cultivadores de cannabis médico que los utilicen para eliminar partículas extremadamente pequeñas, como las bacterias, del aire del cuarto de cultivo.   

Cuidado al comprar: Los filtros tipo HE-PA, estilo HEPA, etc., no cumplen los estándares HEPA, y son inferiores a los filtros HEPA auténticos. El estándar HEPA asegura la calidad.

Filtros de carbón activado

Los filtros de carbón activado son los elegidos por la mayoría de jardineros para eliminar la fragancia indeseada del cannabis del aire procedente de cuartos de cultivo e invernaderos antes de ventilarlo al aire libre. El carbón activado está contenido en un tambor de metal perforado que permite el flujo de aire, o se fabrica en forma de filtro.   

Elige filtros que contengan el tipo adecuado de carbón activado y en abundancia para limpiar el aire del jardín. Haz tu selección en base a la eficiencia del filtro en relación al peso y la capacidad de absorción del carbón activado. Hay filtros que pesan tanto que se instalan de pie en el jardín, en vez de colgarlos del techo, donde se acumula el aire fragante y recalentado. 

Utiliza cinta adhesiva de conductos para sellar todas las juntas cuando instales el filtro. Las fugas accidentales pueden hacer que haya aire sin filtrar o ser la causa de un sistema ineficiente de extracción. 

Sigue siempre las especificaciones de filtración y ventilación del fabricante. Los filtros están diseñados para funcionar con unos extractores específicos. La mayoría de fabricantes de filtros incluyen instrucciones de montaje para alcanzar la máxima eficiencia posible.  Para determinar el filtro y el extractor adecuados para una habitación, puedes usar la calculadora online de CarbonActive, que está disponible en www.carbonactive.ch/calculator/.

Este eficiente filtro de carbón activado está conectado a un conducto recto que atraviesa el tejado.

Muchos cultivadores de cannabis médico fabrican sus propios filtros de carbón activado. Visita el foro de Marijuana Growing (www.marijuanagrowing.com) para más información.

El carbón activado consiste en un 90% como mínimo de carbón, y tiene una estructura extremadamente porosa. Por ejemplo, un sólo gramo de carbón activado tiene más de 500 m2 de superficie. Las fuentes del carbón activado incluyen la madera, la turba, el carbón y la cáscara de coco. Primero, se procesan de forma similar al carbón, y después se “activan”.

El carbón se activa químicamente o con vapor y presión. El proceso de activación abre millones de poros diminutos. Estos pasadizos extra incrementan la capacidad del carbón para absorber las moléculas de olor y de contaminación. La superficie añadida también se carga con iones positivos, los cuales atraen a los iones negativos: olores y contaminantes.  


Un filtro de carbón requiere:

• Humedad relativa inferior al 70% 
• Tiempo suficiente para que el carbón absorba las fragancias 
• Un prefiltro, cambiado regularmente para que se mantenga limpio: el polvo bloquea los poros del carbón


Las alfombrillas de fieltro multicapa se sellan de forma hermética en la base y la cubierta, que están hechas de plástico reciclado, evitando la entrada accidental de aire (sin filtrar).
(cfm)(m3/h)
0.5881
59100
147250
294500
5891,000
cfm = Pies cúbicos por minuto
m3/h = Metros cúbicos por hora

Fundamentos del carbón activado

El carbón activado absorbe los olores, pero también absorbe humedad. Con una humedad relativa del 65 al 70%, el carbón absorbe la humedad y empieza a obstruirse. Con una humedad del 80% o más, la absorción se reduce en gran medida, aunque el carbón nunca deja de funcionar completamente. Una vez que el carbón activado se satura de humedad, devolverá ésta al aire a medida que baja el nivel de humedad ambiental, y el filtro empezará a extraer contaminantes de nuevo. No obstante, algo de humedad queda atrapada dentro de los poros internos del carbón activado, lo cual reduce la eficiencia y la vida útil. 

Nota: Los nebulizadores de agua ultrasónicos producen cal y otras sales. Retén la cal con un prefiltro. Utiliza únicamente agua sin sales para humidificar. 

El aire debe moverse lentamente a través de los filtros de carbón para que se extraigan los olores. El extractor sólo debe dejar pasar el aire suficiente a través del filtro para que los olores tengan el tiempo de paso suficiente para ser absorbidos. Comprueba las especificaciones de ventilación con los fabricantes de filtros o con los proveedores. Para asegurar el éxito, compra siempre un filtro superior a la potencia máxima del extractor. Utilizar un extractor más pequeño hará que baje la presión del aire y aumente el tiempo de contacto entre el aire fragante y el carbón. La capacidad del extractor debería ser un 20% menor que la capacidad del filtro para que el carbón activado tenga tiempo y capacidad suficientes para neutralizar el aire continuamente. Reducir la capacidad del extractor más del 30% no hace que el carbón sea más efectivo, y restringe el flujo de aire. La vida útil del carbón también aumenta cuando se mantiene de manera apropiada.

Tanto la entrada pasiva de aire como el aire introducido por un intractor requieren un filtro para minimizar los contaminantes en suspensión dentro de los jardines cerrados. Instala un filtro de entrada o una malla fina para eliminar las partículas grandes, como el polvo y otros contaminantes del aire de entrada.

Utiliza un prefiltro para eliminar las partículas finas de polvo y contaminantes (100 nm o más) y evitar daños al carbón. Por lo general, se ajusta un prefiltro sobre la superestructura del filtro de carbón con el fin de eliminar las partículas grandes y que no se obstruya el carbón activado. Usa el prefiltro diseñado específicamente para el filtro de carbón.

¡Cuidado! Las micropartículas de polvo y humo pasan a través del prefiltro y llegan al carbón. El humo de tabaco reduce la vida útil del carbón activado.

¡Cuidado! No laves los prefiltros con agua. Límpialos con una aspiradora o con un chorro de aire a alta presión. El agua destruye la estructura de los prefiltros. Retira y limpia los prefiltros fuera de la habitación para evitar la entrada de micropolvo, el cual podría dañar el carbón activado. Sustituye los prefiltros cuando estén sucios y sean difíciles de limpiar por completo.   

Tipos de carbón activado

La capacidad del carbón activado para absorber fragancias está en función de la dureza del carbón, y es independiente de que éste tenga un formato triturado o granulado. El carbón más duro es menos polvoriento y cuesta más que el carbón blando o semiduro.

Hay jardineros que prefieren pagar el precio más caro del carbón activado hecho de fibra de coco. El carbón de coco es muy duro, tiene poco polvo y la mayor carga de iones.   

Es necesario contar con un volumen adecuado de carbón activado para eliminar los olores del aire de un cuarto de cultivo. Las distintas formas de carbón activado reaccionan de manera diferente al filtrar el aire. El carbón activado granulado (CAG) está diseñado para absorber todos los gases y fragancias. Éste es el mejor carbón activado que puede emplearse.

Clasificación del carbón activado

carbón activado granulado (CAG)— absorción de todos los gases 
carbón activado pulverizado (CAP)— purificación del agua 
carbón activado extrusionado (CAE)— aplicaciones para la fase gaseosa 
carbón activado en bolas— filtración de agua
carbón impregnado—purificación de agua y absorción química 
carbón recubierto de polímeros—purificación de la sangre humana

Carbón triturado o en partículas

El carbón particulado es muy activo y tiene una gran carga de iones. Este tipo de carbón constituye el sistema más eficiente de limpieza del aire. El carbón en partículas se utiliza en sistemas ligeros y de baja presión que no remueven el polvo. La producción es consistente, con menos del 5% de variación en los distintos lotes.

El carbón activado triturado y en gránulos irregulares dispersa el aire, forzándolo a atravesar una parte mayor del filtro. Las superficies irregulares de este tipo de carbón hacen que se produzca más contacto con el aire, proporcionando más área de filtración, lo cual permite que se absorban más contaminantes.

Los filtros de carbón activado tienen partículas diminutas (0,4-0,8 mm) de carbón activado. Como estas partículas son mucho más pequeñas que los gránulos, la superficie neutralizadora de olores es 10.000 veces mayor, por lo que el efecto se amplifica enormemente. Las alfombrillas especiales de fieltro aseguran una disposición óptima de las partículas de carbón activado.

Carbón triturado en gránulos

El carbón triturado granulado se carga activamente con iones. Los filtros MESH 4 a 12 están diseñados específicamente para filtrar agua.

Pélets de carbón

Los pélets de carbón se activan lentamente y contienen menos iones cargados por volumen. Su baja capacidad de evaporación los hace perfectos para limpiar pinturas y gases como el benceno y el metanol. 

Los pélets de carbón activado son suaves y tienen forma cilíndrica. La superficie ofrece un paso corto y directo para que el aire fluya por el filtro y salga de éste, reduciendo efectivamente la capacidad de filtración de las moléculas pequeñas de olor. El carbón activado peletizado es menos caro que otras formas de carbón activado, y tiene una densidad por volumen de 50 a 60 g/cc.

Extensión de la vida útil de los filtros de carbón

Los filtros de carbón suelen durar alrededor de un año cuando tienen un mantenimiento adecuado. La vida útil depende del mantenimiento, de las condiciones climáticas y del volumen total de contaminantes que son filtrados. La calidad del carbón es directamente proporcional a su carga iónica y su capacidad de filtración. 

Este prefiltro no puede estar más sucio. Los extremos son del color original (blanco), pero el filtro en sí está cubierto de suciedad por donde se aspira el aire.

Hay muchos otros factores que afectan a la longevidad del carbón activado. Las plantas tienen 2.500 tipos diferentes de moléculas, y cada planta es única. El control de la fragancia es relativo al microclima: interior, exterior, invernadero y situación; ya sea en Canadá, Suiza, Argentina o cualquier otro lugar. Diversos factores influyen en el aire, incluyendo el CO2, el mantenimiento del prefiltro y hasta el extractor que se utiliza. Cambiar el prefiltro es clave porque es ahí donde el polvo, la suciedad, el calor y la humedad forman un entorno perfecto para albergar bacterias e insectos.  

Aviso: Limpia el prefiltro todos los meses con una aspiradora o con aire comprimido. Saca el prefiltro del cuarto de cultivo para limpiarlo. Cambia el prefiltro cada 12 meses como mínimo para evitar problemas de plagas y enfermedades. 

Guarda el carbón activado y los filtros a temperatura ambiente en un lugar seco y lo más hermético posible.

Reactivación y reutilización del carbón

El carbón obstruido y gastado puede reactivarse con productos químicos o mediante su exposición a temperatura muy altas (800 ºC) en condiciones controladas. No se recomienda a menos que realice la operación un profesional. Además, reenvasar el carbón requiere un envasado de precisión. Cuando el carbón pierde su capacidad de filtración, es mucho más sencillo comprar carbón activado nuevo. 

Puedes desechar el carbón usado junto al resto de la basura doméstica normal. O puedes incorporarla al jardín para ayudar a ablandar la tierra. 

Los siguientes sitios web disponen de más información técnica e instrucciones de montaje en relación a los filtros de carbón

CarbonActive, www.carbonactive.ch: un sitio suizo con mucha experiencia y gran densidad de información

Can-Filters, www.canfilters.com

Organic Air Filters, www.organicairfilter.com

Phresh Filters, www.phreshfilter.com

Phat Filters, http://phatfilter.com.au

Rhino Filters www.rhinofilter.com

No necesitas un anemómetro para saber que este extractor no está funcionando eficientemente.

El sistema de ventilación

Construye el sistema de ventilación de manera que introduzca el aire fresco en la base del cuarto de cultivo, y que expulse el aire caliente desde la parte alta de la habitación.

Sitúa la salida de aire en el techo, o cerca del techo, donde se acumula el aire caliente de forma natural. Corta con cuidado un agujero en la pared o el techo en el lugar exacto que quieres. Filtra el aire de entrada para evitar que accedan al interior los insectos, los ácaros, las enfermedades y el polen.

Filtra el aire de salida para neutralizar las fragancias indeseadas (y para no molestar a tus vecinos). Para filtrar el aire de entrada, es necesaria una media de nailon o una malla fina similar, la cual se tensa en la fuente de aire de entrada.

Los siguientes sitios web ofrecen calculadoras de extractores:

Ask the Builder, www.askthebuilder.com/B98_Sizing_an_Exhaust_Fan_. shtml

ACF Greenhouses, www.littlegreenhouse.com/fan-calc.shtml

Instalación del sistema de ventilación: paso a paso

Nota: Instala entradas de ventilación cerca del suelo en un rincón del cuarto. Instala el extractor o los extractores en el rincón opuesto y cerca del techo para que el aire sea aspirado a través del espacio cerrado.

Primero: Calcula el volumen total del cuarto de cultivo. Longitud x anchura x altura = volumen total. Por ejemplo, una habitación de cultivo que mide 3 x 3 x 2,5 metros tiene un volumen total de 22,5 m3 (3 x 3 x 2,5 = 22,5 m3). Una habitación que mide 4 x 5 x 2 metros tiene un volumen total de 40 metros cúbicos.

Mide las dimensiones de la habitación: largo, ancho y alto.

Segundo: Utiliza un extractor que elimine el volumen total de aire de la habitación en menos de 5 a 10 minutos si se trata de un espacio grande, y en menos de 1 a 5 minutos si el cuarto es pequeño. Los cuartos de cultivo cálidos necesitan una ventilación más frecuente. Calcula un cambio completo del aire en función de la temperatura máxima a la que tendrá que funcionar el jardín cerrado.

Divide el volumen del área de cultivo por el número de minutos necesarios para lograr un cambio completo del aire: 

Una habitación de 40 m3 / 2 minutos para un cambio de aire = extractor de 20 m3/min (1.200 m3/h)Una habitación de 40 m3 / 5 minutos para un cambio de aire = extractor de 8 m3/min (480 m3/h) 

Estira el conducto flexible para que esté tan liso y recto como sea posible. Las superficies interiores irregulares causan turbulencias y disminuyen seriamente el flujo de aire.

Tercero: Sitúa el extractor en la parte alta de la pared, o cerca del techo del cuarto de cultivo para que ventile el aire húmedo y caliente.

Compra un extractor que pueda montarse fácilmente en la pared o en línea, conectado a un conducto. Los extractores tubulares de calidad mueven mucho aire y hacen muy poco ruido. Merece la pena gastar el dinero de más que cuestan estos extractores. Los espacios cerrados pequeños pueden emplear un extractor conectado a tubo flexible de 102 mm, como el que se emplea para secadoras. Muchas tiendas venden conductos especiales para conectar los extractores centrífugos de alta velocidad con el conducto de 102 mm.

Instala los extractores en el ático, en el techo o en la parte alta del cuarto de cultivo o el invernadero, donde son más eficientes.

Cuarto: Si es posible, utiliza una ventana o un respiradero existentes, o la chimenea, para expulsar el aire del cuarto de cultivo. La última opción, y también la más costosa, es abrir un agujero en el techo o en la pared.

Para montar un extractor en una ventana, corta un trozo de tablero contrachapado de 1,5  a 2 cm de grosor que encaje en el marco de la ventana. Utiliza pintura opaca de color oscuro o algo similar para evitar que pase la luz por la ventana. Monta el extractor en la parte superior del tablero de manera que expulse el aire fuera del cuarto de cultivo. Fija el tablero y el extractor al marco de la ventana con tornillos. Abre la ventana desde abajo.

Haz una salida de ventilación que no deje pasar la luz empleando conducto flexible de secadora de 102 mm. Lleva el tubo hasta el exterior y conecta un extractor centrífugo pequeño al otro extremo del conducto. Asegúrate de que la conexión entre el extractor y el tubo sea hermética utilizando una abrazadera o cinta para conductos. 

Usa tubo rígido en vez de flexible si existe la posibilidad. El aire fluye con más libertad y de manera más silenciosa en los conductos de mayor tamaño. Puedes elegir entre conductos de 102, 152, 203, 254 y 305 mm. 
Ventila por la chimenea, donde los olores rara vez son un problema. Primero, limpia el exceso de cenizas y de creosota atando una cadena a una cuerda y bajando la cadena por el interior de la chimenea, despegando y arrastrando hacia abajo todos los restos del interior. Debería haber una compuerta en la base de la chimenea para poder retirar los restos de suciedad. Si limpiar la chimenea te resulta inconveniente, contrata un servicio de limpieza de chimeneas. Pasa el conducto por el boquete de la chimenea.

Abre un agujero en el techo y ventila el aire en el ático. Con frecuencia, puede abrirse un agujero en el techo y cubrirlo con un respiradero para colocar un extractor antes de éste. Si el agujero del techo da a un altillo, asegúrate de tener un método para evacuar del altillo el aire del cuarto de cultivo. Instala rejillas bajo los travesaños o las vigas en la pared exterior de la casa.   

Esta ventana permite que el aire salga pero no deja escapar la luz.

Quinto: Conecta el extractor a un termostato/higrostato o a otro dispositivo de control/monitorización de temperatura/humedad para expulsar el aire caliente y húmedo al exterior. Ajusta la temperatura a 24 ºC, y la humedad al 55% para jardines en floración, y entre el 60 y el 65% para jardines vegetativos. La mayoría de los dispositivos de control incluyen instrucciones de conexión. Los controladores más sofisticados tienen tomas de corriente incorporadas, y los aparatos simplemente se enchufan en ellos. También puedes conectar el extractor a un temporizador y hacer que funcione durante una cantidad específica de tiempo. Éste es el método que se utiliza con el enriquecimiento a base de CO2. Programa el extractor para que se ponga en funcionamiento y ventile el aire usado y sin CO2 justo antes de que se inyecte aire nuevo y rico en CO2.

Una chimenea sin usar lleva hacia arriba el aire ventilado hasta que sale fuera. 
Este pequeño jardín tiene todas las conexiones eléctricas en un tablero. El monitor de CO2 está montado en otra pared.
El plástico “ripstop” mantiene intacto este invernadero cuando el helicóptero de la policía pasa por encima.

Todos los capítulos

Contenido